Mindy, la modelo diseñada por los investigadores
Ciencia
Encorvados y más cabezones: así serán los humanos del año 3000
Tendrán un aspecto más parecido al de una gárgola que al de los homo sapiens actuales
Los humanos del futuro (concretamente los de dentro un milenio) tendrán un aspecto más parecido al de una gárgola que al de los homo sapiens actuales. Esa es, al menos, la proyección que ha hecho un grupo de investigadores al plasmar por ordenador un modelo de lo que podría ser una persona en el año 3000, atendiendo a diversas investigaciones de cómo evolucionará el cuerpo durante los próximos siglos.
Según los autores, procedentes del Med Alert Help o del New York-Presbyterian Orch Spine Hospital, el uso cotidiano y constante de tecnologías como los teléfonos inteligentes y los ordenadores portátiles, entre otros dispositivos, modificará nuestras vidas hasta el punto de alterar nuestra morfología, que cambiará como consecuencia de su empleo continuado.
Encorvados
Son varios los aspectos en los que se reflejarán estos cambios. En primer lugar, los cuerpos humanos estarán más encorvados, como consecuencia de la postura que adoptamos cuando usamos el teléfono o el ordenador.
«El diseño y los hábitos típicos de los usuarios de los objetos tecnológicos modernos, como los teléfonos inteligentes y los monitores de ordenador, tienen un impacto significativo en la forma en que nos sentamos y estamos de pie. Se ha demostrado que ajustar constantemente nuestra posición para mirar hacia abajo a nuestro teléfono o hacia arriba en la pantalla de nuestra oficina tensa partes de nuestro cuerpo que determinan nuestra postura», explican.
Manos en garra
También las manos evolucionarán al tener el móvil constantemente entre las manos y al teclear la pantalla, en lo que los investigadores definen como la 'garra de texto'. Esto, puntualizan, «ocurre después de sostener constantemente el móvil, curvando los dedos alrededor en una posición antinatural durante largos períodos de tiempo».
Codo de 90º
Otra de los rasgos de los futuros humanos será el llamado ‘codo de 90º’, también llamado ‘codo de teléfono inteligente y que «se debe a la posición típica del brazo al sostener y usar teléfonos inteligentes, ya sea para uso general o para sostenerlos junto al oído durante las llamadas».
Cuello engrosado
El cuello, por su parte, se engrosará en lo que llaman «cuello tecnológico», aunque no aportan explicaciones más precisas respecto a esta condición.
Más cráneo
La cabeza tampoco se mantendrá ajena a esta evolución; aunque no para bien. «Es posible que desarrollemos cráneos más gruesos, pero si hay que creer en una teoría científica, la tecnología también puede cambiar el tamaño de nuestros cerebros», dice el artículo.
Un segundo párpado
Por último, los cambios llegarían incluso hasta los ojos, con la supuesta aparición de un segundo párpado. «Las pantallas causan dolores de cabeza, fatiga visual e incluso ceguera. Hablamos con Kasun Ratnayake, de la Universidad de Toledo (Ohio, EE.UU.), quien sugirió un desarrollo evolutivo radical que podría limitar la cantidad de luz dañina a la que están expuestos nuestros ojos. Los humanos pueden desarrollar un párpado interno más grande para evitar la exposición a la luz excesiva, o el cristalino del ojo puede desarrollarse evolutivamente de modo que bloquee la luz azul entrante, pero no otras luces de alta longitud de onda como el verde, el amarillo o el rojo», sostienen.
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