
La exdirectora científica del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), María Blasco
La exdirectora del CNIO, María Blasco, se atrinchera en su puesto y no se dará por cesada hasta el próximo 13 de febrero
Tal como han revelado fuentes internas de la institución, Blasco ha declarado que solo abandonará la entidad «cuando transcurra el plazo de quince días de preaviso»
Nueva polémica en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO). La que fuera directora desde el 2011 hasta inicios de 2025, María Blasco, continúa imponiendo su terrorífica dirección. A pesar de que el patronato del centro aprobó por unanimidad tanto la destitución de Blasco como la de Juan Arroyo –gerente de la entidad–, la bióloga alicantina habría seguido ejerciendo sus funciones como directora científica.
En concreto, tal como revela la plataforma CNIO First –encargada de compartir y revelar las polémicas de la que era su directora– Blasco «ha declarado internamente que no se da por cesada hasta que no transcurra el plazo de quince días de preaviso, volviendo a malinterpretar una disposición del ámbito laboral que no aplica a los altos cargos, como es su caso». En este contexto, parece que la idea de Blasco será la de agotar los 15 días al completo, saliendo de la entidad el próximo 13 de febrero, día en el que se cumpliría este plazo.
El enrocamiento de Blasco en su cargo choca directamente con su última despedida. A las pocas horas de ser cesada, Blasco dirigió una carta a sus trabajadores. En el texto, al que tuvo acceso este periódico, la ya exdirectora declaraba haber sido víctima de «una campaña de desinformación con el objetivo de deshumanizarme con todo tipo de bulos, que todos conocéis y sabéis que es falso, y de atentar contra mi honorabilidad». Ahora, nueve días después de esa despedida, sorprende la posición de Blasco, que llegó a compartir en aquella carta que «en la vida hay que saber llegar y saber marcharse», alegando que su decisión había sido acordada y comunicada previamente con la ministra de Ciencia, Diana Morant.
Lo realmente preocupante no es la negativa de Blasco a abandonar el cargo, sino las distintas polémicas que sigue protagonizando. Tal como revela la misma plataforma, la exdirectora «ha ejercido su dirección indicando al departamento de comunicación que envíe internamente las informaciones que le convienen». Una prueba más de la absoluta manipulación de Blasco a costa de una entidad que sigue pagando los platos rotos de casi 14 años de desastrosa gestión al frente de una de las instituciones más prestigiosas en el panorama nacional e internacional.A esto hay que sumar el periplo legal que se avecina sobre Blasco tras las distintas polémicas desveladas por El Debate. Recordemos que en las últimas semanas, el sindicato Manos Limpias presentó una denuncia contra Blasco. La denuncia, a la que tuvo acceso este periódico, sostiene que Blasco usó donativos de particulares destinados a la investigación oncológica para comprar obras de arte. Por este motivo, se pide que sea investigada por los delitos de malversación, estafa y apropiación indebida. Un mes después de aquella noticia, Blasco era imputada.