
La luna de Saturno, Titán, junto al planeta
Ciencia
Un reciente hallazgo en la luna más grande de Saturno confirma décadas de teorías sobre su atmósfera
La observación fue posible gracias al instrumento MIRI (Mid-Infrared Instrument) del James Webb, que ha permitido observar por primera vez las etapas intermedias de la química en la atmósfera de Titán.
El telescopio espacial James Webb ha identificado por primera vez el radical metilo (CH₃) en la atmósfera de Titán, la mayor luna de Saturno, caracterizada por una química activa y fenómenos atmosféricos en los que interviene el metano.
«La detección directa del CH₃ nos permite validar lo que los modelos químicos llevaban tiempo prediciendo: que la rica química orgánica de Titán comienza con unos pocos radicales sumamente reactivos que ahora podemos observar», explica Manuel López Puertas, investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC), participante en el estudio, cuyos resultados se han publicado en Nature Astronomy.
La observación fue posible gracias al instrumento MIRI (Mid-Infrared Instrument) del telescopio espacial, que ha permitido observar por primera vez las etapas intermedias de la química en la atmósfera de Titán. El CH₃, un radical con un electrón libre no enlazado, se genera al fragmentarse el metano, compuesto fundamental en la dinámica química de esta luna.

Composición en falso color creado con imágenes tomadas durante el sobrevuelo más cercano de la nave espacial Cassini a Titán
El metano (CH₄), descompuesto por la luz solar o por electrones energéticos de la magnetosfera de Saturno, produce fragmentos que se combinan para formar compuestos más complejos como el etano (C₂H₆), que pueden acabar en la superficie.
Este proceso afecta a largo plazo la evolución de Titán, ya que parte del hidrógeno se escapa al espacio y el metano se agota. «Puede que se esté reponiendo desde el interior, filtrándose lentamente desde la corteza durante miles de millones de años. Pero si no es así, con el tiempo desaparecerá, y Titán acabará transformándose en un mundo de polvo y dunas», advierte Conor Nixon, investigador de la NASA y autor principal del trabajo.
Además, con el espectrógrafo NIRSpec se ha logrado un perfil completo del monóxido de carbono (CO), desde la superficie hasta 800 kilómetros de altitud, mostrando que su concentración es uniforme. López Puertas destaca que «el hecho de que el CO se mantenga constante desde la troposfera hasta la exosfera nos indica que el oxígeno que contiene no se genera en Titán, sino que llega desde fuera».
Las observaciones también revelan actividad atmosférica: se detectaron nubes en ascenso en el hemisferio norte durante el verano, sobre regiones ricas en lagos. «Este hallazgo es especialmente relevante porque la mayoría de los lagos y mares de Titán se concentran en su hemisferio norte, y la evaporación de estas masas líquidas constituye una fuente clave de metano atmosférico», apunta Nixon.