La presentación del primer robot con inteligencia artificial en Rusia termina con un tropiezo viral

El gran nombre de la robótica humanoide desde hace años es Optimus, uno de los grandes proyectos de Elon Musk. Este robot, también conocido como el Tesla Bot, comenzó a desarrollarse en 2022 con el objetivo de realizar tareas domésticas y laborales. Al otro lado de la balanza aparece China, el gran competidor tecnológico de Estados Unidos. De hecho, en los últimos días el gigante asiático habría presentado su última obra.

La empresa tecnológica china Xpeng Motors daba un paso más y presentaba en el AI Day en Guangzhou el modelo IRON, el nuevo robot humanoide. Esta obra de la robótica cuenta con una estructura interna inspirada en el cuerpo humano, incluyendo una columna vertebral flexible y articulaciones que imitan los movimientos del ser humano.

«En el futuro, cuando compres un robot, podrás elegir el sexo, la longitud del cabello o la ropa para el propósito que desees», señaló durante su intervención He Xiaopeng, presidente y consejero delegado de Xpeng.

En este contexto, con Estados Unidos y China a la cabeza de este campo, ha entrado un nuevo competidor. Esta semana, Rusia presentaba su primer robot antropomórfico con inteligencia artificial. A través de una presentación en el Yarovit Hall Congress Center de Moscú, el país soviético daba a conocer a AIDOL con el objetivo de mostrar al mundo esta obra de la ingeniería rusa, aunque con resultados inesperados.

A los pocos segundos de comenzar la demostración, AIDOL perdió el equilibrio y cayó en el escenario ante la atónita mirada de los asistentes. AIDOL subió lentamente al escenario, acompañado por dos personas, e intentó saludar, pero se tambaleó y cayó. El personal cubrió al robot con una tela negra y lo sacó del recinto. Tal como detalló la empresa responsable, la caída del robot se habría debido a «problemas de calibración», ya que el proyecto aún se encuentra en fase de pruebas.

«Espero que este error sirva de lección», declaró Vladimir Vitukhin, director general de la empresa desarrolladora.

La New Technology Coalition informó previamente a la agencia TASS que el robot puede comunicarse de forma significativa y personalizada, expresando emociones, lo que denominaron «el elemento diferenciador clave de AIDOL frente a otras soluciones globales».

Para lograrlo, cuenta con un «rostro» con brazos flexibles impulsados por 19 servomotores, que permiten expresar al menos 12 emociones básicas, además de cientos de microexpresiones. Los desarrolladores también prevén aplicaciones industriales y de servicios para AIDOL, como en la fabricación, la logística o espacios públicos como bancos, aeropuertos, etc.

De entre todas las características del proyecto ruso incluyen tres tareas clave: locomoción, manipulación y comunicación: «No solo puede ejecutar comandos, sino también interactuar con humanos de forma natural y eficiente. Su cuerpo alberga una batería de 48 voltios con una capacidad de 2100 kilovar-hora, lo que garantiza seis horas de funcionamiento ininterrumpido. El prototipo que presentamos contiene un 77 % de componentes de fabricación rusa, y sabemos cómo optimizar completamente el proceso, reducir costes y aumentar el contenido local hasta el 93 % al iniciar la producción en serie».

«La piel de silicona, con distintos grados de rugosidad, puede transmitir matices emocionales. El robot puede expresar más de 12 emociones básicas y cientos de microexpresiones. Esto significa que puede sonreír, pensar y expresar sorpresa, igual que un humano», añadió Vitukhin.