Delfines
Ciencia
La herramienta de inteligencia artificial que podría descifrar el lenguaje de delfines, sepias y aves
Gracias a los distintos algoritmos, equipos de investigación de todo el planeta han conseguido identificar distintas señales, dando un paso más hacia una posible comunicación bidireccional en el futuro
Hasta la fecha, el ser humano puede comunicarse bidireccionalmente con un número muy reducido y limitado de especies. En los últimos años, determinados gorilas fueron capaces de aprender y utilizar un número significativo de signos de la lengua de señas para comunicarse con los humanos, expresando peticiones e incluso combinando signos de manera novedosa. Asimismo, aves como loros o cotorras son expertas en la imitación vocal de sonidos, incluyendo el habla humana. Ahora, un nuevo proyecto internacional podría haber dado un paso clave para poder comunicarnos con un mayor número de animales gracias a distintos algoritmos de inteligencia artificial.
Para ser más exactos, organizaciones como la Universidad de Tel Aviv –en colaboración con el empresario Jeremy Coller– puso en marcha el Desafío Coller Dolittle, mediante el cual se ofrecen cien mil dólares anuales al mejor proyecto de investigación y diez millones de dólares al primer equipo que consiga descodificar la comunicación entre especies gracias a distintos algoritmos.
De hecho, tal como detalla la propia web del desafío, el ganador deberá «utilizar un método no invasivo para comunicarse con un organismo o descifrar su comunicación». Para ello, deberá poner de manifiesto un sistema de comunicación en más de un contexto -por ejemplo, alarma, apareamiento, búsqueda de alimentos- «utilizando las señales de comunicación endógenas del organismo, preferiblemente de forma interactiva y autónoma».
De entre todas las iniciativas adscritas a este desafío hay que destacar la llevada a cabo por investigadores Sophie Cohen-Bodénès, de la Universidad de Washington en Saint Louis, y Peter Neri, del Instituto Italiano de Tecnología en Génova, quienes determinaron que animales marinos como las sepias comunes utilizaban movimientos de los brazos para crear al menos cuatro señales distintas gracias a un algoritmo que analizó grabaciones en vídeo de sus interacciones.
Una de ellas, llamada «corona», era realizada cuando el animal se encontraba en una situación de incomodidad, lo que provocaba cambios en su color y comportamiento. Estos hallazgos sorprendieron a los investigadores, ya que se trata de uno de los animales más solitarios de todo el mundo marino.
De igual manera, los distintos avances en inteligencia artificial permitieron avances en lo que a la comunicación con aves se refiere, siendo el animal que más posibilidades tendría en un futuro más cercano.
«Trabajar con delfines es muy difícil. El primer animal cuya comunicación se descifre será más fácil de estudiar, quizás una especie de ave social que vive en grupos y usa vocalizaciones para coordinar comportamientos», señaló Yossi Yovel, de la Universidad de Tel Aviv y presidente del Desafío Coller Dolittle.
Por su parte, el proyecto ganador fue para un equipo de la Universidad Hebrea de Jerusalén, el cual identificó que pequeños primates emiten unas llamadas que funcionan como nombres propios. Asimismo, investigadores del Instituto Oceanográfico Woods Hole en Massachusetts analizó a casi 200 delfines, detectando silbidos que varios animales compartían para reforzar lazos sociales.
Esto demuestra la gran capacidad de los distintos algoritmos de inteligencia artificial para estudiar, analizar y señalar cómo se comunican los distintos animales. De hecho, un equipo de Project CETI identificó como los clics de los cachalotes puede presentar similitudes con las vocales humanas.
«Nuestro papel como científicos es comprobar que esas señales tengan un significado para el animal», detalló el presidente del Coller Dolittle Challenge.