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26 de abril de 2024

Anabel Pantoja, asqueada tras comer una empanada con grillos en 'Supervivientes'

Anabel Pantoja, asqueada tras comer una empanada con grillos en 'Supervivientes'Telecinco

La semana de la tele

¿No quieres 'Supervivientes'? Pues toma cinco tazas

Telecinco exprime su reality estrella mientras José Coronado y Jesús Calleja despiden sus respectivas temporadas, uno en todo lo alto y el otro en todo lo bajo

Las comunicaciones mejoran que es una barbaridad, y lo que en las primeras ediciones de Supervivientes era inviable por cuestiones técnicas y por el desorbitante coste por minuto de la conexión vía satélite, hoy es evidente que es viable y rentable, pues esta semana habrá hasta cinco raciones en prime time del reality con el que Telecinco intenta mantenerse al rebufo de Antena 3.
Enumeremos. El martes, Supervivientes: Última hora. El miércoles, Supervivientes. Tierra de Nadie. El jueves, Supervivientes Coitus Interruptus (nada que ver con el edredoning, después lo explicaremos). El viernes, Supervivientes. Las nominaciones. Para hoy domingo está anunciado Supervivientes. Conexión Honduras. Es decir, Telecinco solo ha dejado libre de robinsones el lunes, donde se las tendría que ver con el rey Masterchef (TVE) y la jornada sabatina, reservada para el Sábado Deluxe (donde anoche se reencontraron María del Monte e Isa Pantoja tras diez años sin verse). Por cierto, La 1 tuvo un gran arranque de semana, pues al éxito de audiencia del talent culinario hay que sumar el de La noche D, convertido en una oda a Chanel, omnipresente protagonista de la semana televisiva hasta que el mal llamado emérito aterrizó, navegó y le robó el foco.

¿Qué ocurrió en la isla?

Volviendo a la isla de las (otras) tentaciones: supondrán ustedes que tanto despliegue obedecerá a algún acontecimiento especial. ¿Acaso una lucha de gigantes entre un cocodrilo y Kiko Matamoros? ¿Una rebelión masiva contra el Pirata Morgan capitaneada por Anabel Pantoja al estilo Delacroix? ¿Un tornado bautizado como Jorge Javier a mayor gloria del sumo sacerdote de la tribu Mediaset? Pues nada de eso. Lo más interesante que ha pasado esta semana en la isla de marras ha sido que Anabel Pantoja y Tania Medina hicieron top-less en diferido y que a la primera se le salió un pecho en directo. Es decir, nada nuevo bajo el sol de los Cayos Cochinos, y nada nuevo en Telecinco desde ¡Ay qué calor! (Luis Cantero y las chicas chin chin, siempre en el recuerdo).
Lo de Supervivientes Coitus Interruptus no es nombre oficial, sino el que le hemos endosado en este resumen semanal a la edición del jueves (que es Supervivientes, a secas), en la que dejaron compuestos y sin nominaciones a los isleños y a los espectadores. Una jugada de Telecinco con el objetivo de intentar rascarle unos puntos de share y unos miles de espectadores a la final de El Desafío (Antena 3), al ponerlo a competir con el recién parido Supervivientes. Las nominaciones. ¿Lo logró? Pues no: la improvisada gala tuvo los mismos números que lo que emitió el viernes anterior, el Déjate querer de Toñi Moreno.
Todo –incluidos giros horarios de última hora para indignación de su audiencia o a desplazar a Toñi a la madrugada y más allá– vale en Telecinco en su lucha por no perder de vista, aunque sea lejana, a la «tele abierta». Hasta readmitir a David Valldeperas, que hace un mes y pico fue noticia porque en teoría lo habían apartado de Sálvame por su imputación, pero que ya vuelve a estar al frente del cotarro, y aquí paz y después gloria. Así son los castigos de la cadena amiga, de ida y vuelta, como aquella vez que se despidió con gran solemnidad –Kiko Hernández leyó un comunicado en tono de portavoz del Gobierno– a la ex gran hermana Marta López por «su actitud públicamente irresponsable» durante la pandemia –trascendieron unas imágenes en las que estaba de farra sin guardar las medidas anticovid– y menos de un mes después ya estaba de vuelta en su silla deluxe. La excepción que confirma la regla es Antonio David, al que echaron cuando lo del vestido fucsia de Rocío Carrasco y mantienen en el club de los apestados.

Dos despedidas

De los despedidos a las despedidas. Esta semana se acabaron las temporadas de Planeta Calleja (Cuatro) y de Entrevías (Telecinco), la serie protagonizada por José Coronado.
Calleja se marchó con su peor dato de espectadores a desde que el programa arrancó en 2014. Sus aventuras en Azores con Joaquín Prat solo interesaron a 602.000 televidentes. Quizá le haya afectado al programa el haber sido otro coitus interruptus, puesto que 2022 se ha emitido en dos tandas separadas por un par de meses, lo que motivó protestas de sus seguidores. La segunda serie de capítulos ha sido con diferencia la menos vista de la historia de Planeta Calleja, pues cuatro de las cinco entregas se quedaron bastante por debajo del millón de espectadores. Una lástima, porque el programa sigue teniendo interés y una factura impecable, pero lógicamente los invitados de primera línea dispuestos a pasarse una semana de aventuras por el mundo adelante se van agotando con el paso de los años.
Se nos fue también en esta semana tan real la serie española más vista del curso. Acabó la segunda temporada de Entrevías, y lo hizo con un trepidante e inesperado final que deja abierto una posibilidad de continuación que, a día de hoy, no está prevista. De audiencia también ha acabado en todo lo alto, pues el 18,3 % de share de ese último capítulo supone su segunda mejor cuota histórica.
Unos vienen y otros que se van, como en la canción de Julio Iglesias. De los que se van ya hablamos arriba. Entre los que vienen está la nueva e internacional serie de Maribel Verdú, que llegó el viernes a Apple TV. La fue a promocionar a El Hormiguero, donde la madrileña confesó su devoción por cierto actor de acento argentino.
Es un buen momento para darse de alta en la plataforma de la manzana, pues avanza la mar de interesante la serie Las luminosas y en su catálogo podemos disfrutar, entre otras delicatessen, de la trilogía de temporadas de Servant, la inquietante serie producida por M. Night Shyamalan. El final de la tercera –lo juramos por Chanel– es aún más epatante que el de Entrevías.
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