Fundado en 1910
Milá y Resines, al final de la entrevista

Milá y Resines, al final de la entrevistaMovistar Plus +

‘Milá vs Milá’

La descomunal multa que Resines recibió por el secuestro de un autocar

El actor contó a Milá episodios de juventud y sus inicios en el cine

En 1983, Fernando Colomo y Antonio Resines fueron entrevistados en la tele por Mercedes Milá durante la promoción de La línea del cielo, película dirigida por el primero. Los dos aparecieron vistiendo sendas camisetas de la película. «Nos adelantamos a Segura», presumió el actor cántabro, de 68 años, en el arranque de su entrevista con la presentadora catalana. Se refería a las intensas promociones del director de Torrente, que va de plató en plató, y de periódico en periódico, vestido con su camiseta del filme en cuestión.

Resines recordó su debut en el cine, en Ópera Prima (1980), producida por Fernando Colomo y dirigida por Fernando Trueba: «Sin Ópera Prima yo no estaba aquí. A lo mejor me hubiese quedado haciendo papelitos cortos en cortometrajes. Si hubiese trabajado en el cine o en la tele, pero no hubiese trabajado tanto». Recordó que la película se estrenó y, cuando ya daban por descartado el éxito, a las dos semanas, el boca a oreja convirtió el filme en un éxito.

En otras ocasiones, la sorpresa llega con la reacción de los espectadores. Contó que Fernando Colomo llegó al Festival de San Sebastián convencido de que Tigres de papel era una comedia dramática. Pero, en el pase, a la gente le entró una risa loca. «Fernando, se están riendo», le dijo la protagonista, Carmen Maura, al director. «Tú calla y di que es una comedia», replicó Colomo.

Él nunca pretendió ser actor. Él y sus amigos, entre los que estaban Carlos Boyero y Fernando Trueba, estaban fascinados por la nouvelle vague. Sabían que querían hacer películas, pero no tenían medios, así que lo que rodaban era, sobre todo, cortometrajes. Pero aquella Ópera Prima lo cambió todo. Su progenitor nunca llegó a aceptar la profesión de su hijo: «No tengo constancia de que mi padre me haya visto en el cine. Mi padre en ese sentido era algo, digamos… A ver… Había cosas que su religión no le permitía verlas… Era muy estricto en el tema este de las cosas que tienen que ver con el sexo y con la religión». ¿Y su progenitora? «Mi madre, sí iba [al cine], pero tampoco te lo decía».

Protesta por el alza del precio del pan

Sus padres no lo pasaron bien aquella ocasión en que fue detenido por la Dirección General de Seguridad (DGS) por el intento de secuestro de un autobús: «Suena como si fuese un guerrillero. No llega a ser un secuestro porque nos pillaron», matizó. Todo empezó con una protesta en la Universidad Autónoma por el alza del precio del pan. «Había unos autobuses que nos llevanan a plaza de Castilla. Éramos muchos, y algunos éramos más echados para adelante. Subimos en un autobús. La policía ya intuía que íbamos a hacer algo parecido. Cuando entramos cuatro o cinco, cerraron las puertas automáticas». Y se llevaron una sorpresa: «Y los que estaban dentro eran policías de la secreta, incluido el conductor. Sacó una pipa y nos llevaron en el mismo autobús a la DGS». Al poco llegó una multa a casa: 100.000 pesetas. Corría 1974. «El equivalente ahora serían 500.000 euros o 600.000 euros», calculó.

La conversación finalizó hablando de cómo superó el covid. Contó que primero estuvo veintipico días en coma. Despertó. Pero después volvió a empeorar y regresó a ese estado. En algún momento se derrumbó: «Me quería morir». Tenía sueños en los que, al igual que en la vida real, estaba en peligro de muerte. Por increíble que parezca, lo superó. Al despertarse de forma definitiva, supo lo mal que había estado. El médico le dijo que, por momentos, tuvo entre un 95 y un 98% de posibilidades de «palmarla».

comentarios
tracking