Nacho Cano y Bertín Osborne charlan mientras el equipo técnico coloca en el techo un foco que se había caído
‘Mi casa es la tuya’
Bertín Osborne solicita los servicios paranormales de Iker Jiménez
El cantante habló de fantasmas con Nacho Cano
No estaba previsto que Bertín Osborne y Nacho Cano hablasen de fantasmas en Mi casa es la tuya, pero lo hicieron debido a un imprevisto: mientras el antiguo miembro de Mecano instaba a la juventud a ser ambiciosa un foco se descolgó del techo a unos metros de ambos. La conversación giró entonces hacia terrenos paranormales.
El suceso hizo recordar a Bertín aquella vez que Pitita Ridruejo, su madre, dos amigos de ambas, él y un amigo vivieron un episodio de lo más extraño. «Invocaron a no sé que, y, de repente, la mesa se levanta una cuarta y medio del suelo, sale volando, con cosas encima, y se estrella contra la pared. No sé qué hicieron. Mi amigo y yo nos miramos así y nos levantamos».
Aquello fue en el pasado, pero después contó un hecho del presente. «Aquí [en su finca] parece ser que tengo un fantasma. Porque hace muchos años tenían encerrado a un tío, arriba, en una habitación, donde tú estás», relató a Cano, que lo escuchaba atentamente y sin cara de susto. «Cuando yo lo compré [el inmueble] tenían [en esa habitación] todas las ventanas tapiadas. Yo pregunté: ‘¿Aquí qué ha pasado?’ Había una persona con no sé qué problema y lo tenían aquí encerrado. Le pasaban la comida por la puerta y le cerraban», contó, y lo narrado recordaba al final de El secreto de tus ojos. Fue entonces cuando invocó al rey del misterio televisivo: «Vamos a traer a Iker Jiménez para ver si sabemos quién es. No se me había ocurrido hasta hoy».
El relato animó a Nacho Cano a contar su propia historia fantasmal, que tuvo lugar en el teatro Calderón. En el pasado «habían metido ahí niños deficientes, bombardearon y murió mucha gente», según lo contaron. Una noche, de repente, vio a dos personas. Al día siguiente preguntó si se había quedado alguien en el recinto, además de él. Le dijeron que a esas horas ya estaba solo. «Estaban ahí sentados, tranquilos. ‘Pues este debe ser el fantasma, que viene con un amigo’», concluyó.
«Yo quiero creer. Me haría ilusión tener un fantasma en la casa. No lo he visto, pero me gustaría», afirmó el anfitrión.