
Jordi Roca, este martes en 'MasterChef'
'MasterChef'
La extraña enfermedad que ha superado Jordi Roca
El repostero vuelve a hablar en MasterChef, tras la mejoría de su distonía cervical
El pasado junio, lo más comentado de la final de MasterChef no fue el triunfo de María Lo, sino la intervención entre susurros del considerado como el mejor reportero del mundo, Jordi Roca. Supimos entonces que hablaba así por culpa de una enfermedad neurológica. Aquel encuentro fue en las cocinas del restaurante que regenta con sus hermanos en Cataluña. Este martes, ha vuelto al talent culinario de La 1, pero con una novedad: «Cada vez tengo más voz», aseguró en su regreso a los fogones del programa.
Llevaba «casi seis años sin voz», explicó. Fue debido a una distonía cervical. Es una enfermedad rara –afecta a una de cada 25.000 personas, especialmente a hombres– que en su caso tiene una doble afección. Por una parte, afecta a la tonicidad de la zona del cuello, y, de hecho, durante años no pudo mantener una posición correcta de la cabeza, lo que logró tras años de rehabilitación. Además, le afecta al habla, porque las cuerdas vocales se abren y dejan escapar el aire, así que articular palabras se convierte en algo muy fatigoso que obliga a hablar entre susurros. Este mal le sobrevino en un avión camino de Estados Unidos, en una situación de estrés.
El pasado marzo, Roca anunció en redes sociales que había recuperado su voz. Anoche presumió de ello en los fogones de MasterChef: «Ya se me oye». Hablaba bajito, y algunas palabras no se le entendían, pero ya no lo hacía entre susurros, obligando a subitular su discurso. Contó como lo primero que hizo la noche en que recuperó la voz fue contar varios cuentos seguidos a su hija, que ya lo conoció con ese problema.
En esta ocasión, el repostero de El Celler de Can Roca no se limitó a presentar un postre. También lo cocinó. Y algunos de los pasos se los fue indicando a los aspirantes. De viva voz.