Pilar Soto, durante la fiesta con motivo del final de La isla de los famosos (2003)
Televisión
Pilar Soto, la copresentadora del 'Grand Prix' que salvó su vida gracias a su fe católica
El mítico Grand Prix, el programa presentado por Ramón García, ha regresado a TVE después de emitir su última temporada en 2005 tras 11 años ininterrumpidos de emisiones. Los pueblos de la geografía nacional han vuelto a enfrentarse delante de las cámaras para decidir quién es el mejor y, mientras el presentador ha vuelto a ponerse a los mandos del espacio, con la ayuda de Cristinini y Michelle Calvó, muchas personas se preguntan dónde está y qué ha sido de Pilar Soto, que en su día fue la mano derecha de Ramón García en el Grand Prix.
La madrileña comenzó su andadura profesional en 1993, concretamente en el programa Date un respiro junto a Laura Valenzuela. Sus pinitos en Telecinco los compaginó como pianista en Hablando se entiende la basca y pronto se convirtió en copresentadora de La ruleta de la fortuna junto a Jesús Vázquez. No tardó en ser uno de los rostros más aclamados de la televisión presentando su primer programa en solitario, La tarde es joven, y después dando el salto a la fama con Al salir de clase.
Antes de conocer de cerca el éxito, Pilar Soto se mudó a Londres durante dos años para trabajar como modelo. De nuevo en España, presentó el espacio Mamma Mia junto a Víctor Sandoval, y las Campanadas de TVE; concursó en La selva de los famosos; fue una de las pioneras en ser imagen de campañas publicitarias; formó parte del elenco de Paraíso, se subió a las tablas del teatro; participó en dos películas y fue uno de los rostros más aclamados del Grand Prix. El programa de TVE supuso una gran oportunidad laboral para la joven, sin saber que le llevaría a conocer la cara oculta del éxito.
Pilar Soto, en una imagen de archivo
Sin previo aviso y sin explicación, Pilar Soto desapareció, alejándose así del foco mediático. Según confesaría ella misma años después, se trasladó a Estados Unidos y México para tratar sus problemas de alimentación y adicción. Fue entonces cuando comenzó su conversión.
Una vida en la fe
Después de una década de absoluto misterio por su paradero, volvió a los platós de la cadena de Fuencarral, concretamente a Sálvame Deluxe. Entonces, reveló los problemas a los que había tenido que hacer frente, los mismos que le llevaron a iniciarse en la religión: «Sabía que me estaba muriendo. En ese momento, llamé a Cristo, y con los ojos de mi alma vi su rostro. Estaba todavía en la cruz, lloraba. Y pensé: ‘Dios mío, ¿Qué he hecho? Perdóname, Señor’».
Antes de convertirse al catolicismo, el peso de la fama le hizo caer en la bulimia, después en la anorexia y desembocó en una adicción a la medicación. Llegó a adelgazar muchísimo e ingresó en numerosas ocasiones en el hospital. Fue entonces cuando vio en la fe católica su salvación. «El tipo de vida que llevaba me llevó a vivir hasta en siete países distintos. La falta de raíces, a causa de tantos viajes, el hecho de que nunca nadie estuviera esperándome al volver, me resultaba durísimo. Siempre estaba sola, siempre estaba vacía, no tenía amigos, no tenía a nadie», explicó en caminocatolico.com.
Tras pensar en tomar los hábitos como monja en Las Clarisas en Madridejos, comenzó sus prácticas en la oración, la lectura, la misa diaria y el rosario. Se sabe que fueron siete años de conversión en los que acudía a la parroquia de San Antonio donde estaban las juventudes franciscanas. Su devoción le llevó a visitar Lourdes, Fátima o Asís y ha recorrido el mundo difundiendo la historia del cristianismo.
Pero este cambio radical de vida no le hizo dejar de lado su profesión en los medios de comunicación. En los últimos años, la que fue azafata del Grand Prix ha estado colaborando en COPE, Intereconomía o Popular TV. Asimismo, en 2016, participó en Sálvame Snow Week, donde resultó eliminada.
Pilar Soto ha llevado en todo momento una vida marcada por la discreción, y las últimas noticias que se conocen sobre ella fue la publicación de su libro autobiográfico, Conversión. Actualmente, también se encuentra estudiando Periodismo en la Universidad San Pablo-CEU, quizás en busca de un nuevo horizonte como comunicadora.
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