Cine
La película con más posibilidades de llevarse el León de Oro
Una veintena de propuestas luchan por el ansiado premio. El ganador se dará a conocer esta misma tarde
¿Que quedará para la historia los 21 filmes elegidos por Alberto Barbera para el concurso oficial del 80º Festival Internacional de Cine de Venecia que se concluyó hoy?
Seguramente La habitación de al lado con el que Pedro Almodóvar se renueva a sí mismo con su primer largometraje en inglés, usando talentos consagrados como las protagonistas Tilda Swinton y Julianne Moore y abandonando los toques cómicos con los que solía disminuir la tensión de sus obras más dramáticas.
Y será recordado también seguramente el brasileño Walter Salles que en Ainda estou aquí supo afrontar el tema de los desaparecidos durante las dictaduras latinoamericanas de los años setenta del siglo pasado a través de la óptica de una madre y cinco hijos que pierden irrecuperablemente la felicidad con el secuestro del padre.
Y pasando revista a las mejores ofertas del concurso oficial, este cronista recuerda Maria, sobre los últimos meses de vida de la soprano Maria Callas, con la que el chileno Pablo Larraín completa después de Jacky Kennedy y Lady Diana, su trilogía de figuras femeninas que marcaron profundamente el siglo XX; las tres amigas que comparten alegrías, penas y amantes en el filme francés Trois amies de Emmanuel Mouret; El jockey del argentino Luis Ortega, historia curiosa de un jockey que cambia de sexo huyendo de los delincuentes que lo buscan para matarlo y los cinco personajes de Kjaerlighet (Amor) del noruego Dag Johan Haugerud con su búsqueda de la felicidad, aún con la pulsión de muerte que se respira paso a paso en un reparto oncológico.
Y si bien son elogiables el documental chino de Wang Bing, Qing Chun (Gui), aún con sus excesivas dos horas y medio para documentar hechos acaecidos hace más de un lustro, el respeto al libro de William S. Burroughs Queer de parte del italiano Luca Guadagnino o la correcta realización de una película de acción como The Order de Justin Kurzel, el balance de esta 81º Mostra deja mucho que desear.
Y esto sin dejar de señalar «blockbusters» como Joker: Folie à deux de Todd Phillips que inventa sus propias reglas o The Brutalist de Brady Corbet que consigue hablar de uno de los más grandes arquitectos del siglo XX, el húngaro László Tóth, sin mostrar ninguna de sus obras.
El que peor se portó en el concurso fue el cine de los dueños de casa, el italiano. Ninguna de las cinco películas elegidas puede ser considerada digna de representar a una de las industrias más prestigiosas de la vieja Europa. Para el resto, bueno es correr un velo de silencio.