La actriz que pudo protagonizar 'Desayuno con diamantes' en lugar de Audrey Hepburn

Al imaginar personajes icónicos del cine, es difícil pensar en alguien que no sea Audrey Hepburn como Holly Golightly, la elegante, excéntrica protagonista de Desayuno con diamantes. Sin embargo, lo que pocos saben es que este papel, que consagró a Hepburn como un icono de estilo y la catapultó a la inmortalidad cinematográfica, fue primero ofrecido a otra gran estrella: Shirley MacLaine.

Audrey Hepburn, quien aceptó el papel tras la negativa de MacLaine, acabó obteniendo una nominación al Oscar por su interpretación, y el personaje de Holly Golightly quedó grabado en la cultura popular como un símbolo de sofisticación. La película, dirigida por Blake Edwards y basada en la novela de Truman Capote, es considerada un clásico, en gran parte gracias al encanto y la elegancia de Hepburn, que llevó el icónico vestido negro de Givenchy a un nivel inolvidable.

En su nuevo libro, The Wall of Life: Pictures and Stories from This Marvelous Lifetime, MacLaine revela que fue ella quien originalmente recibió la oferta para interpretar a Holly. En aquel momento, MacLaine era una actriz en ascenso, habiendo sido nominada al Oscar por su trabajo en El apartamento (1960). Sin embargo, pese a las expectativas que acompañaban al proyecto, decidió rechazar el papel, una decisión que, en retrospectiva, no deja de ser sorprendente.

«No quería preocuparme por mi peso para usar todas esas prendas y hacer todas esas pruebas», escribe MacLaine en su libro, explicando que el glamour y la moda, elementos esenciales en el film, no encajaban con su personalidad. Para ella, las constantes pruebas de vestuario y la atención a la estética eran un obstáculo. «Sabía que eso requeriría muchas pruebas de vestuario. Simplemente, no podía soportar la idea». En aquel momento, lo que parecía una decisión lógica, a la larga se convirtió en una de esas elecciones que marcaron un antes y un después en la historia del cine.

A pesar de que MacLaine asegura que no se arrepiente de haber rechazado el papel, confiesa que, si hubiera podido elegir una película que no hizo y de la que se arrepiente, sería Desayuno con diamantes. «Me hubiera gustado tener paciencia para esas pruebas de vestuario», admite con ironía. Aun así, se mantiene firme en su incomodidad hacia lo que consideraba un proyecto demasiado centrado en la apariencia, algo que en su momento no le resultaba atractivo.

Curiosamente, apenas un año después del lanzamiento de Desayuno con diamantes, Shirley MacLaine y Audrey Hepburn compartieron pantalla en La hora de los niños (1961), una película controvertida para su época debido a su temática de relaciones homosexuales. A pesar de la seriedad de la trama, MacLaine recuerda el rodaje con cariño, mencionando que ambas compartieron experiencias en sus carreras y una amistad duradera. «Ella me enseñó un poco sobre moda; yo le enseñé algunas palabrotas», bromea.

El destino de MacLaine pudo haber sido diferente si hubiera aceptado el papel de Holly Golightly. Quizás hubiera dejado una huella distinta en la historia del cine, pero a pesar de la oportunidad perdida, su carrera no sufrió en lo más mínimo. Con una trayectoria que abarca décadas y una personalidad que sigue fascinando al público, Shirley ha dejado su propia marca, tanto dentro como fuera de la pantalla. Y aunque no se arrepiente abiertamente, siempre quedará la duda de cómo habría sido Desayuno con diamantes si, en lugar de la imagen perfecta de Hepburn, hubiéramos visto a la carismática MacLaine en ese icónico vestido negro.