Según el
British Council, el instituto cultural público fundado por el Gobierno británico encargado de expandir el conocimiento de la lengua inglesa y su cultura, anuncia que
a uno de cada cuatro británicos les gustaría aprender español gracias a un estudio realizado a
3.000 personas sobre el aprendizaje de idiomas en el Reino Unido.
Sin consideración por los idiomas
Otras conclusiones se pueden obtener de los resultados: más de un cuarto de los encuestados se arrepienten de no haber hecho el esfuerzo de aprender otro idioma. Es sorprendente que en
Londres, la ciudad más importante de la nación, tan solo un
22 % de sus habitantes puedan
hablar otro idioma fluidamente. Nada más que el
24 % considera que se debería aprender una
lengua distinta al inglés, siendo los jóvenes de
entre 18 y 24 años los que muestran
mayor interés.El español fue el preferido con el 25 % de los votos, seguido del francés (21 %), el italiano (14%), el alemán (13%) y, sorprendentemente, el
japonés (10%). Además el español también fue considerado como el
idioma más útil, solamente superado por el francés en un 1 %. No obstante, se prevé que el
español le supere en 2026.
El año pasado ya se detectó cierta preferencia, pues el español fue la
opción más popular en los exámenes de acceso a la
universidad según el informe
Tendencias Lingüísticas 2022 del British Council. Además, otro estudio titulado
Languages for the future del mismo instituto, coloca al español, junto al chino y al francés, como los idiomas cuyo conocimiento
mejorarían la posición de Reino Unido como potencia mundial. Incluso el
chino mandarín ha resultado ser uno de los idiomas más importantes entre los jóvenes.
Sobre las motivaciones, un 30 % asegura que su razón principal sería
conectar con personas de culturas diferentes, mientras que un cuarto de los encuestados afirmaban que lo importante era el hecho de poder ejercitar la mente y la memoria. Esto es significativo pues el British Council recalca la creciente preocupación sobre el bilingüismo entre los
británicos y su utilización como
ralentizador del detrimento de las funciones cognoscitivas del cerebro.