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03 de mayo de 2024

Luis E. Togores
Luis E. Togores

El grupo musical Les Luthiers y la cultura 'woke'

Su humor nos hace sonreír mostrándonos las debilidades, contradicciones y defectos de la condición humana, pero a ojos de la cultura woke todo eso les hace políticamente incorrectos

Actualizada 04:30

Les Luthiers, de gira en España

Les Luthiers, de gira en EspañaEuropa Press

La nueva cultura e ideología política que se está imponiendo con fuerza bajo el nombre woke dicta lo políticamente correcto, para ellos. Nació en Estados Unidos como movimiento contra la discriminación racial, para mutar en 2010 y convertirse el arsenal ideológico de una nueva izquierda carente de alternativa para reorganizar las sociedades occidentales. Las cuestiones de género y de orientación sexual, el derecho al aborto, la potenciación del insignificante (numéricamente hablando) colectivo LGTB, el nuevo feminismo antihombre, el ecologismo cutre y su irracional idioma inclusivo se han vuelto las palancas de los partidos de izquierda para alcanzar e incluso permanecer en el poder creando un nuevo modelo de ultracapitalistamo materialista que no lo parece.
El término capitalismo woke fue acuñado por el escritor Ross Douthat para agrupar marcas que usaban mensajes de apariencia políticamente progresista. Según The Economist, el capitalismo woke incluyen campañas publicitarias diseñadas para atraer a los millennials, quienes a menudo tienen puntos de vista socialmente aparentemente más liberales que las generaciones de sus padres y abuelo e incluso que sus hermanos mayores.
Las científicas culturales Akane Kanai y Rosalind Gill describen el capitalismo woke como la tendencia para incluir grupos históricamente marginados (principalmente en términos de raza, género y religión) como mascotas en la publicidad, con un mensaje de empoderamiento para señalar valores progresistas.
Esta culturilla con sus beneficios políticos ha llegado al poder en España de manos de grupos de izquierda como Podemos y sus ministras woke-neocapitalistas de izquierdas. Si la Ley de Memoria Democrática amenaza la libertad en relación con el estudio y conocimiento del pasado de los españoles, es solo cuestión de tiempo que esa censura que amenaza con enormes multas se extienda por otros ámbitos del mundo cultural. La censura de prensa está ya lista para ser implantada en España.
Varias generaciones de españoles y de hispanohablantes han visto en el grupo musical Les Luthiers una forma culta, ingeniosa y divertida de reírse que uno mismo (que es lo que hace el humor), de nuestra cultura y formas de vida.
Los argentinos Maronna, Rabinovich, Mundstock y Masana fundaron en 1967 el grupo, por lo que llevan ya más medio siglo en los escenarios. Su música, su espectáculo es único por lo que ha recibido numerosos premios: una mención especial en los Premios Konex, el premio Grammy Latino especial a la Excelencia Musical (Estados Unidos, 2011). Tienen la Orden de Isabel la Católica por su trayectoria (España, 2007), han sido declarados ciudadanos ilustres de Buenos Aires y visitantes ilustres de muchas ciudades de Hispanoamérica. En 2012 el España les concedió la ciudadanía española por carta de naturaleza, una concesión especial a personas de particulares méritos. En 2017 se les otorgó el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades, coincidiendo con sus 50 años de carrera.
En sus espectáculos nada ni nadie se escapa. Su humor nos hace sonreír mostrándonos las debilidades, contradicciones y defectos de la condición humana. Su mirada crítica y sus finos pero afilados sarcasmos no dejan títere con cabeza. Desde pitorrearse de la actitud la juventud en Los Jóvenes de hoy en Día al humor en su divertida canción El Negro quiere bailar, nuestra realidad es repasada por el grupo argentino de forma inmisericorde. Incluso en su osadía llegan a pitorrearse del ecologismo, una religión inatacables, que no sale bien librado en su magistral pieza humorístico musical Solo necesitamos (Canción Ecológica). Solo el Islam, por motivos obvios, queda fuera del humor de Les Luthiers.
Si todo esto les hace políticamente incorrectos, a pesar del apoyo del público, sus canciones sobre las relaciones entre hombres y mujeres, sobre sexo, todo trufado de un cierto machismo antimachista, puede hacer que nuestra ministra de Igualdad censure, prohíba, retire condecoraciones y multe a Les Luthiers. Tendría razón pues en su genial canción Perdónala cantan:
No quería con Ester seguir viviendo / (...) Perdónala, Perdónala / Esa tarde, cuando ya se estaba yendo / Confesó que ella nunca me había amado / (..) Nuestra vida fue amarga como hiel / Esa tarde, cuando ya se estaba yendo / Confesó que ella nunca me fue fiel / Compréndela, ten calma / Fueron solo 20 hombres hasta ayer / Y piensa que en el fondo de su alma / Esa muchacha es una dulce mujer / No quería con Ester seguir viviendo / Ya no puedo perdonar a esa muchacha / Esa tarde, cuando ya se estaba yendo / Me persiguió por la casa con un hacha / Tolérala, es solo una muchacha / Conviene que unos días no se vean / Las mejores parejas se pelean / Y casi todas se persiguen con un hacha / No quería con Ester seguir viviendo /Mis amigos nunca fueron de su agrado / Esa tarde, cuando ya se estaba yendo / Opinó que eran todos unos vagos / Olvídala, debes olvidarla / De esa bruja por fin te liberaste / Pero cuéntanos antes de olvidarla / Que fue lo peor, lo que no le perdonaste / Lo último que hizo fue tremendo / Eso sí que no puede perdonarse / Esa tarde, cuando ya se estaba yendo / Decidió quedarse.
Habráse visto semejante osadía. Aunque la persecución de Ester con una hacha a su enamorado seguro que parecería admisible a nuestra Ministra seguro que la actitud de sus amigotes sería un delito enorme por su machismo heteropatriarcal.
Les Luthiers no se corrigen. Su Bolero de los celos está cargado alienta y justifica el delitos de acoso:
(...) Intercepto sus llamadas y su email. He instalado un webcam en su cuarto... / Entre ella y yo ¡No hay secretos! / Celos... / Tengo celos de la luna que te mira cuando es noche / De la lluvia que moja tu piel / Celos de las aves / Que escuchas cantar / Celos de las flores / Que alegran tu hogar / Pero más que nada tengo celos... / Pero más que nada tengo celos... de tu marido
Si con lo dicho no es poco para que sean castigados, en su canción Amor a primera vista terminan los músicos argentino por estigmatizar a la mujer como objeto sexual a manos del depredador que es por naturaleza el macho de la especie humana.
Seguro que cuando nuestra Ministra lea este artículo, vea las actuaciones machistas de Les Luthiers, actuara para retirarles los honores y les hará objeto de las iras de milicias del nuevo feminismo oficial woke. Ya tienen un nuevo enemigo al que combatir, Les Luthiers. Sobre todo si nuestra Ministra ve la burla que hacen de la izquierda en su genial actuación El Valor de la Unidad. No dejen de escucharlo es lo mejor.
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