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Fernando Bonete Vizcaino
Fernando Bonete Vizcaino
Anecdotario de escritores

George R. R. Martin es lento, pero no tanto

La culpa la tienen las sagas: la saga pide adeptos, y los adeptos piden sagas. Un círculo vicioso en el que todos los escritores de fantasía quedan atrapados

Actualizada 04:30

El escritor George R. R. Martin

El escritor George R. R. Martin

El género de la fantasía alberga el mayor número de escritores amados y odiados del conjunto de la literatura. Amados, por la adicción generada con sus historias –son raros los casos de escritores del género que no la produzcan en sus lectores–. Odiados, porque esa misma adicción conduce, como todas, a querer más de lo que se consume. Pero la literatura hay que pensarla, meditarla y hasta escribirla, y al parecer lleva un tiempo escribirla. Ese tiempo siempre es excesivo para los fans que esperan y desesperan.

En esta ecuación de amor-odio, el odio es directamente proporcional a los años que invierte el escritor en publicar una nueva entrega de la saga en ciernes. Porque toda la culpa la tienen las sagas: la saga pide adeptos, y los adeptos piden sagas. Un círculo vicioso en el que todos los escritores de fantasía quedan atrapados, pero que unos gestionan mejor que otros.

Brandon Sanderson es el que mejor lo lleva: año sí año también tiene un nuevo libro para sus fans –uno o cuatro, como en 2023, que publicó sus cuatro Novelas secretas de golpe–; ninguno baja de las 300 páginas, y buena parte de ellos sobrepasan las 500. Ni tan mal. Otros escritores, como Patrick Rothfuss, lo llevan peor: su trilogía Crónica del asesino de reyes está en pausa desde 2011, a falta del tercer volumen.

Más rápido que Tolkien

No tan mal como Rothfuss, pero mal también, –siempre según el dictamen del fanático– lo lleva George R. R. Martin con Canción de Hielo y Fuego, una descomunal heptalogía con cinco títulos publicados y dos a la espera. Sin embargo, en 2014 alguien en The Washington Post hizo cuentas y puso el número total de páginas escritas por volumen publicado en relación al tiempo transcurrido y otras sagas del género, y nos dimos cuenta de que Martin no es rápido, pero ni mucho menos lento: escribió los cuatro primeros volúmenes a un ritmo muy parecido al de J. K. Rowling con Harry Potter, y a uno mucho más rápido que el de Tolkien con El Señor de los Anillos y El hobbit.

Según estos cálculos, los dos volúmenes restantes para el final de la saga, Vientos de invierno y Un Sueño de primavera debían de haber llegado en 2017 y 2023, respectivamente. No fue así, pero menos por el ritmo y los años que por los títulos, es decir, no porque Martin no escribiera, sino porque ha escrito y publicado un libro distinto fuera de esta serie, pero en un plazo muy parecido al vaticinado: en 2018 llegó a librerías Sangre y fuego, obra ligada a la genealogía de la dinastía Targaryen, con lo que el retraso habría sido de solo un año.

Por otra parte, dice el fandom que Vientos de invierno se espera para 2025. Contando con que sea la entrega más larga de todas las publicadas hasta el momento, con casi 1.200 páginas de extensión, el retraso de dos años con respecto a la fecha calculada no parece una desviación a tener muy en cuenta. Martin es lento, pero no tanto.

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