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03 de mayo de 2024

El presidente francés Emmanuel Macron en la inauguración de la Ciudad Internacional de la Lengua Francesa

El presidente francés Emmanuel Macron en la inauguración de la Ciudad Internacional de la Lengua FrancesaEFE

Francia: el reverso de España que prohíbe en su Constitución la enseñanza en lenguas regionales

En el país vecino, con decenas de lenguas minoritarias, la única permitida para el aprendizaje en las escuelas públicas es el francés, de la que Macron ha dicho, en la inauguración de La Ciudad Internacional de la Lengua Francesa, que «construye la unidad de la nación»

El artículo 3 de la Constitución española recoge el deber de todo español de conocer su idioma, el español, y su derecho a usarlo. Este artículo directamente se lo saltan en Cataluña desde hace décadas, donde la consecuencia es que hay jóvenes en la comunidad autónoma con serias lagunas de aprendizaje en la lengua que su Carta Magna les obliga a conocer.
El ministerio de política territorial indica «que las demás lenguas españolas podrán también ser oficiales en las Comunidades Autónomas de acuerdo con sus respectivos Estatutos...». Una posibilidad prohibida en Francia, donde existen decenas de lenguas y dialectos, de los cuales siete están reconocidos como tales: corso, bretón, galo, vasco, franco-provenzal, occitano y catalán.
Fue después de la Revolución Francesa cuando el francés fue proclamado como la única lengua de aprendizaje en las escuelas públicas. Esta decisión se consideró un «esfuerzo democrático» para que todos los ciudadanos pudieran entender los documentos, los debates políticos o la cartelería pública, un problema que, más de 200 años después, han creado los políticos españoles en algunas comunidades.
En España no solo no se prohíben estas lenguas, sino que son cooficiales y además, en una evolución contraria a la de Francia, ganan terreno en todos los ámbitos (¿y en detrimento del español?), incluido recientemente el Congreso, el Parlamento, donde a partir de ahora se permite expresarse a los diputados en dichas lenguas que serán entendidas para los no hablantes mediante traducción simultánea pagada por todos los españoles, incluidos los que no hablan estas lenguas.
Desde la Revolución Francesa y a lo largo de todos estos años hasta el presente, los intentos de los partidarios de la cooficialización en el país vecino han sido fallidos. En 1992 se modificó la Constitución para establecer expresamente el francés como lengua de la República. En 1999 el Primer Ministro Jospin firmó la Carta Europea de las Lenguas Minoritarias o Regionales que el presidente Chirac se negó a aceptar.
El Tribunal Supremo dijo que aquella Carta representaba «una grave amenaza para la unidad del pueblo francés y la indivisibilidad de la República», además de violar la constitución francesa debido a la obligación de reconocer a lenguas distintas al francés. ¿Por qué en Francia las lenguas regionales son una «grave amenaza» para la unidad y la indivisibilidad y en España no?
La Carta Europea de las Lenguas Minoritarias o Regionales se encuentra en la actualidad ratificada por 25 de los 47 países miembros de la Unión, lo cual ahora es un requisito previo para todos los países que quieran formar parte de ella. La última negativa francesa a este respecto sucedió en 2016 cuando se rechazó una propuesta para adoptar las demás lenguas en la escuela, un hecho que tiene en estos días una confirmación gubernamental (otra vez al contrario que España) con la inauguración de la Ciudad Internacional de la Lengua Francesa.
Por iniciativa del presidente Macron, y como impulso ante el creciente y ya añoso declive de la influencia del francés en el mundo. Macron dijo en la presentación del gran proyecto de la lengua única que el francés «puede, debe cohabitar en armonía con las 72 lenguas regionales», enumerando algunas como el bretón, el vasco, el bearnés, el gascón, el provenzal, el catalán o el corso, pero precisó que la lengua francesa «es una e indivisible» que además «construye la unidad de la nación». Con estos mismos argumentos: ¿Se podría decir que en España se avanza en la desunión («pluralidad» o «diversidad» lo llaman ahora) de la nación?
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