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28 de abril de 2024

MEX7438. CIUDAD DE MÉXICO, (MEXICO), 01/02/2024.- Fotografía fechada el 28 de enero de 2024 de manifestantes antitaurinos a las afueras de la Plaza México con ella, en la Ciudad de México (México). Un tribunal colegiado de la Ciudad de México debe decidir este viernes, antes de las 15:00 horas (21:00 GMT) si mantiene la suspensión para celebrar corridas de toros en la Plaza México, en la capital del país, o por el contrario atiende positivamente la queja presentada por la empresa gestora del coso. EFE/Isaac Esquivel

Manifestantes antitaurinos agreden a los asistentes a la reapertura de la Plaza MéxicoEFE

Del revisionismo a la xenofobia en México: el delirante caso del futbolista señalado por su acento español

De la supuesta colonización ya se ha pasado en el país azteca al racismo indiscriminado y falaz, un relato que compra y difunde el mismo Gobierno español

La descolonización no es movimiento (en todos sus numerosos significados) artístico sino una ideología. La descolonización es en realidad un intento profundo de vuelco social, de transformación de la Historia, de mentira o de relato. La descolonización afecta al arte y a todos los ámbitos. El arte es uno de los medios escogidos de penetración de esta nueva doctrina. Del arte a la sociedad. La elección en España del ideológico y no cultural ministro de Cultura Urtasun es uno de los más claros ejemplos.
El asunto sigue la senda equívoca de los llamados «libertadores» como Bolívar, aquel personaje elevado a la cumbre de la aceptación pública y del que el mismísimo Marx, padre del socialismo y del comunismo, dijo: «Hubiera sido pasarse de la raya querer presentar como Napoleón I al canalla más cobarde, brutal y miserable. Bolívar es el verdadero Soulouque», siendo Soulouque un antiguo esclavo que se proclamó Emperador de Haití y ejerció el poder de forma arbitraria y cruel.
De forma arbitraria es como se empiezan a manifestar en Suramérica, víctimas de la mentira y de la ideologización, sus ciudadanos. Se ha visto desde hace años con la vandalización de estatuas de Colón como ejemplo del reniego inducido con falacias al que los gobernantes han sometido a la población: un auténtico plan de reeducación a partir de una atroz reescritura de la Historia que ya se manifiesta, por supuesto, más allá del ámbito cultural y de reivindicación histórica.
En México un portero de fútbol nacido en Zaragoza de madre mexicana y padre inglés, poseedor de las tres nacionalidades, Óscar Whalley, perteneciente al club Guadalajara, ha sido señalado en directo por los medios mexicanos, concretamente por Fox Sports, por su acento español. «Sin ánimos de molestar, pero este arquero tiene presión desde su acento», dijo un periodista. Curiosos «ánimos de molestar» semejantes palabras pletóricas de xenofobia. Es más que probable que ningún periodista en México hubiera dicho lo mismo de otro jugador por su acento inglés o francés.
No se quedó ahí el periodista xenófobo, muestra palmaria de la sinrazón y la ideología peligrosa que ha llevado a su sociedad a tales límites de deshumanización basados, además, en falsedades, sino que continuó: «Sin xenofobia, ni ningún tipo de cosas que no vengan al caso, pero no es normal ver al arquero del Guadalajara con el acento español. Ya sabemos toda la historia y está perfecto, está dentro de los estatutos... desde (el tema de su nacionalidad) empieza la presión».
Tampoco se ha quedado ahí, ni viene de ahí, la controversia sobre Óscar Whalley, que desde el momento mismo de su presentación en el equipo causó la racista sorpresa por su acento español. Resulta curioso y abyecto que se refieran al acento y no a la lengua. Racismo y xenofobia de primera magnitud en los medios de comunicación. La leyenda negra hecha manifestación popular normalizada, no solo apoyada por el gobierno mexicano del simpar López Obrador, sino también de forma delirante por el Gobierno del país ofendido que acepta no solo la ofensa, sino la revisión mediante el fraude de su Historia en un caso único de autodestrucción.
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