Morante de la Puebla la tarde de su retirada en Las Ventas
La pregunta no es si Morante va a volver, sino cuando (y parece que pronto)
Rafael Garrido, el empresario de Las Ventas, ha dicho que no descarta que Morante toree en Las Ventas en 2026. Palabras mayores para el retiro que se presuponía más largo que corto por la parafernalia de la despedida
Mucho se está hablando del posible regreso del Morante de la Puebla tras su sorprendente e imprevista retirada en la pasada Feria de Otoño de Madrid, con corte de coleta en los medios bajo las luces de los focos reflejadas en su vestido y en las lágrimas del tendido.
Morante se había ido varias veces antes, pero sin gesto apoteósico. Se había ido en silencio, con el ruido de sus fantasmas, para acallarlos y volver a torear sin ellos. Lo consiguió siempre, sin que nadie sepa, salvo él mismo y sus más cercanos, el verdadero volumen de su enfermedad.
En octubre lloró en Las Ventas y se quitó el cordón umbilical que le unía al toreo, que se quedó solo, como si la plaza en ese momento, en vez de abarrotada de gente, de triunfo y de sentimientos, se mostrase vacía, barrida como las hojas por el viento.
Morante se fue a hombros para no volver con 46 años después de un cuarto de siglo de evolución artística y personal sobre los alberos de España y Francia y América. La vida de un torero que se fajó con los toros del campo y los de su alma y que con estos últimos se ha ido.
El genio sevillano se ha ido en la cumbre, allí donde una tarde tras otra se desparramaba el arte y el valor como nunca se había visto en estos tiempos. Morante era el de Matrix al final de la película cuando siente que es elegido y para las balas y pelea con las máquinas sin mirar.
Así estaba y así estando quizá pensó («agotado artísticamente», confesó) que era el momento de hacer lo mismo por dentro: ser el elegido de sí mismo para volver en dos cumbres y dejar la apoteosis de su adiós en la emoción superficial de una común película de televisión de sobremesa.
Rafael Garrido, el empresario de Las Ventas, ha dicho que no descarta que Morante toree en Las Ventas en 2026. Palabras mayores para el retiro que se presuponía más largo que corto por la parafernalia de la despedida, pero que se explica en que si el maestro se siente así por fuera y, sobre todo, por dentro, ni siquiera Morante va a poder retenerse, en la idea de que las lágrimas no se vuelvan para dentro, para que no tengan que volver a salir.
El titular de este artículo dice que La pregunta no es si Morante va a volver, sino cuando, un encabezamiento atrevido y en absoluto fundado que es más un deseo que cualquier certeza avivada por los rumores que, por suerte o por desgracia y a pesar de que él mismo dijo que no se había retirado definitivamente, no hay nadie mejor que Morante para desmentir.