El Guernica de Pablo Picasso
El Museo Reina Sofía se prepara contra posibles ataques a sus obras
Tras el atentado contra las Majas de Goya en el Prado, el Reina Sofía ha reforzado la seguridad de sus salas, entre ellas la del Guernica, que no cuenta con ningún cristal protector
«cuando las barbas de tu vecino veas cortar...» han debido pensar en el Museo Reina Sofía después del ataque contra Las Majas de Goya sufrido el pasado sábado en el Museo del Prado y antes de reforzar la seguridad de sus instalaciones, sobre todo la sala del Guernica, que no posee ningún cristal de protección.
«No es la primera vez que la gente protesta delante de una obra», ha señalado el director del Museo Reina Sofía, Manuel Borja-Villel, que no ha querido dar detalles sobre las medidas adoptadas. Ha recalcado que «a pesar de que la seguridad en el museo se revisa constantemente y se va adaptando a las circunstancias de las nuevas exposiciones, el riesgo cero no existe», ha expresado en línea con el Ministerio de Cultura.
Una de las medidas que sí se conoce es la de incluir vigilancia policial dentro de la sala del Guernica, la obra más importante del museo, y a la vez, una de las más vulnerables. Las exposiciones con menos afluencia y las obras con menos valor tienen menos control, pero si hay obras en el suelo con las que el visitante pueda tropezar o si se espera un grupo escolar, se incrementa la seguridad: «Que haya más o menos vigilancia es coyuntural», ha explicado el director.
Borja-Villel ha calificado como «un poco exagerado» la petición del PP de incrementar las penas para este tipo de ataques.
Descolonización y obras incautadas
Respecto a las obras incautadas durante el franquismo, el director ha asegurado que no hay piezas que devolver porque la colección del Reina Sofía es bastante contemporánea. En cuanto al tema de la descolonización, el responsable del centro de arte ha señalado que es algo que varios países europeos han emprendido y que deberían asumir técnicos e historiadores.
El concepto «descolonización de los museos» es una acto «mucho más complejo que devolver obras», ha asegurado. El Reina Sofía lo tiene presente desde hace años en su proyecto y lo aplica de manera transversal, no tanto en lo relativo a obras que devolver, que no tiene al ser un centro de arte contemporáneo, sino en su manera de concebir el discurso del museo. «Europa es una provincia del mundo que se cree universal y no lo es», ha lamentado.
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