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03 de mayo de 2024

Portada «Todas las criaturas grandes y pequeñas» de James Herriot

Portada «Todas las criaturas grandes y pequeñas» de James HerriotBlackie Books

'Todas las criaturas grandes y pequeñas': aventuras y desventuras de un veterinario en la campiña inglesa

Un canto a la naturaleza y al mundo rural, al trabajo y a la amistad. Herriot escribe una novela divertida y optimista sobre la convivencia de los hombres en su entorno natural

Encuentro al menos dos cosas buenas detrás de la explosión de series televisivas que estamos viendo en los últimos años. La primera es que alguna obra maestra tendrá que producirse aunque no sea más que por la fuerza de los números. El segundo beneficio es que gracias a que se está versionando todo lo versionable (e incluso algún libro no versionable), las editoriales encuentran la posibilidad de reeditar obras injustamente olvidadas. El caso se James Herriot podría ser el último de ellos, pues esta nueva traducción de Blackie Books corresponde con el éxito de la nueva serie basada en el libro.
Leí Todas las criaturas grandes y pequeñas y su continuación Todas las cosas brillantes y hermosas hace ya más de treinta años en unas ediciones desde hace tiempo inencontrables y siempre me pareció una pena que un autor que bien podía considerarse un clásico en su género no fuera accesible para las nuevas generaciones. Por ese motivo, mi alegría ante la noticia de esta nueva vida ha sido inmensa, y confío en que continúe con el resto de su obra.
Portada «Todas las criaturas grandes y pequeñas» de James Herriot

blackie books / 292 págs.

Todas las criaturas grandes y pequeñas

James Herriot

Hay muchos libros que envejecen mal, otros se conservan en buena forma con el paso del tiempo pero los que cambiamos somos nosotros. Una nueva lectura de Todas las criaturas grandes y pequeñas tantos años después representaba un reto personal y un riesgo literario. Sin embargo su lectura a aumentado incluso el placer producido por las escenas que recordaba con agrado y me ha iluminado otros aspectos que no aprecié de adolescente. No niego que parte de su frescura venga de la nueva traducción a cargo de Pablo Álvarez Ellacuria.
Como bien define el subtítulo, la novela narra «las aventuras y desventuras de un veterinario en la campiña inglesa», más en concreto en el condado de York, al norte de Inglaterra. El pueblo de Darrowby se convierte en el primer destino de James Herriot al terminar los estudios de veterinaria. Allí tendrá que lidiar con una profesión que solo conocía en los libros y un mundo rural que al principio le resultó adverso pero poco a poco le va encandilando. El libro está formado por una serie episódica de casos veterinarios enhebrados con su vida entre los hermanos Farnon: el veterinario jefe y su hermano universitario. El rasgo más característico del libro es el humor con el que cuenta sus aventuras con animales. Para quien no pertenece a ese mundo, leer una descripción del parto de un ternero o la cura del casco de un caballo puede resultar ajeno y carente de interés, pero Herriot consigue describirlo como una pequeña gesta, amena y con su toque de comicidad entusiasma al sorprendido lector.
Más allá de la recopilación de anécdotas con animales, el libro transmite toda una visión de la vida a través de la mirada del autor. Tras una jornada en la que ha vacunado varias decenas de vacas casi salvajes, con los consiguientes golpetazos, pisaduras y suciedades, el protagonista se tumba en la hierba agotado y dolorido. Se pregunta quién le manda sufrir tanto, pero en ese momento mira la verde campiña y se imagina a sí mismo metido en una oficina de sol a sol, vestido de traje y lidiando con números o leyes mientras pasan las horas lentamente. Ese pensamiento de devuelve la energía y le llena de agradecimiento por la vida que tiene.
Porque este libro es un canto a la naturaleza y a la vida rural en partes iguales. Herriot no excluye al ser humano de su entorno natural, ni apuesta por la explotación indiscriminada del mismo. Muestra una vida en la que los animales domésticos y los hombres viven en la armonía que ha generado siglos de convivencia, con mucho respeto e incluso amor hacia esos animales a los que tanto se les debe. Probablemente este libro no haya perdido su fuerza inicial porque goza de la eterna novedad de las ideas conservadoras que hunde sus raíces en la naturaleza.
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