Detalle de cubierta de 'Los Wittgenstein'
El epistolario de los Wittgenstein: la familia como clave hermenéutica
Un correspondencia íntima que ilumina los vínculos, las heridas y el genio de una de las familias más enigmáticas de la Europa del siglo XX
Los Wittgenstein, una familia en cartas, publicado por la editorial Acantilado, ofrece una ventana fascinante a la vida de una de las familias más influyentes del siglo XX. Los Wittgenstein fueron una prominente familia industrial austriaca de origen judío, asimilada, que se convirtió en una de las más ricas de la sociedad vienesa a principios del siglo XX. Karl Wittgenstein, el patriarca, fue un magnate de la industria del acero y un mecenas de las artes, que junto a su mujer Leopoldine Kalmus (Poldy), apoyó a los artistas de la Secesión vienesa y las Wiener Werkstätte, entre otras muchas actividades.

Acantilado (2024). 272 páginas
Los Wittgenstein, una familia en cartas
El volumen reúne las cartas que circularon entre Ludwig Wittgenstein (1889-1951) y sus hermanos entre 1908 y 1951, año del fallecimiento del filósofo, cuyas ideas transformaron la filosofía del lenguaje y la lógica. Tras descubrir los Principia Mathematica de Bertrand Russell y Alfred North Whitehead, Ludwig Wittgenstein volcó su interés hacia la lógica formal; abandonó la ingeniería y estudió en Cambridge con Bertrand Russell, quien pronto reconoció su genio. Al estallar la Primera Guerra Mundial, se alistó voluntariamente en el ejército austrohúngaro con el deseo de probar su valentía y alcanzar una transformación espiritual que renovara su vida. Aunque esta experiencia no le ofreció el renacimiento interior que esperaba, fue clave en la gestación del Tractatus Logico-Philosophicus, que concluyó al finalizar la guerra. El manuscrito se publicó en alemán en 1921, y un año después en edición bilingüe (alemán-inglés) con un prólogo de Russell.
La edición destaca por su rigor y sensibilidad; la cuidada traducción y las notas aclaratorias facilitan la inmersión en el contexto histórico y socio-cultural de la Viena de finales del siglo XIX y principios del XX y en el espacio íntimo, donde se entrelazan la riqueza, la sensibilidad artística, el talento y las tensiones psicológicas que marcaron las relaciones familiares. Uno de los mayores logros de la obra reside en su capacidad para desmitificar la figura del enigmático Ludwig Wittgenstein. Al situarlo dentro del entorno familiar, humaniza su genio y se hacen más comprensibles sus conflictos existenciales y su radical búsqueda de la verdad. La correspondencia con sus hermanos, en particular con Paul –el pianista que perdió un brazo en la Primera Guerra Mundial, para quien Ravel, Prokofiev y Hindemith compusieron «conciertos para la mano izquierda»– revela el afecto que se profesaron. El epistolario recupera además las voces de los demás hermanos: Hans, matemático, cuya vida terminó trágicamente en La Habana; Rudolf, estudiante de química y músico, que se suicidó en Berlín; y Konrad (Kurt), quien se quitó la vida antes de ser hecho prisionero durante el conflicto bélico. Asimismo, se rescata la figura de las hermanas Hermine, Helene y Margaret (Gretl), esta última retratada por Gustav Klimt y vinculada a los círculos intelectuales de Sigmund Freud. Criados en el riguroso ambiente del palacio familiar de la Alleegasse, los Wittgenstein ofrecen una visión poliédrica de una de las familias más influyentes y acaudaladas de la Europa de principios del siglo XX, cuyo hogar en Hochreit fue un espacio de hospitalidad para numerosos artistas e intelectuales.
A lo largo de la correspondencia, se pone de manifiesto la compleja y conflictiva relación de Ludwig Wittgenstein con el patrimonio familiar, ejemplificada en su renuncia a la herencia, que distribuyó entre sus hermanos o destinó a artistas en situación precaria. Esta actitud, coherente con su ideal ético, suscitó fricciones dentro del núcleo familiar. Así lo revelan, entre otras, las cartas de su hermana Gretl, quien censura su rechazo a los valores materiales, y de Helene, que interpreta su decisión de trabajar como jardinero en un monasterio de Hütteldorf como una deshonra para el prestigio familiar. Como precisa Brian McGuinness en la introducción, Ludwig se atuvo siempre al ethos familiar «de elegir siempre el camino más difícil y la intolerancia (cuanto más cercanos los familiares, más acentuada) hacia todo lo que se considerase debilidad moral». Esta exigencia radical atraviesa su correspondencia, donde se refleja una constante aspiración a la perfección en todos los ámbitos de su vida. Dicha búsqueda lo llevó a abandonar Cambridge, a buscar el aislamiento en Noruega y a comprometerse con actividades manuales como expresión de una ética de vida austera y exigente
Las cartas no eluden los aspectos más oscuros de la historia familiar, si bien los abordan con la delicadeza y ternura propias de quien prioriza la comprensión que moldea sus vidas: la tendencia depresiva, las dificultades para gestionar la inmensa fortuna, las relaciones interpersonales, o las tensiones familiares que surgieron tras el Anschluss y la imposición de las Leyes de Núremberg, con la clasificación de la familia como judía debido a la ascendencia de varios abuelos y su catalogación como «mestizos de primer grado».
En este contexto de creciente hostilidad, y ante la política sistemática del régimen nazi de expropiar los bienes de las familias adineradas antes de permitir su emigración, Gretl Wittgenstein –gracias a su matrimonio con un ciudadano estadounidense y su nacionalidad– desempeñó un papel central en las negociaciones con el Reichsbank, orientadas a preservar el patrimonio familiar. Mientras Paul y Margaret emigraron a los Estados Unidos para escapar de la persecución, los hermanos que permanecieron en Austria se vieron obligados a liquidar propiedades para financiar la salida del resto de la familia.
Los Wittgenstein, una familia en cartas es una valiosa contribución a la historia intelectual y cultural del siglo XX. La cuidada edición de Acantilado hace de este libro una lectura imprescindible para aquellos interesados en la biografía intelectual, la historia familiar y la exploración de las profundidades de la condición humana. Su enfoque íntimo logra trascender la mera anécdota para ofrecer una comprensión más profunda de las fuerzas que dieron forma a una familia excepcional y a su legado perdurable.