No correr con lluvia: el gran debate que se ha abierto en la F1 y desvirtúa la esencia del deporte

La Fórmula 1 es, para muchos, una de las disciplinas deportivas más emocionantes y vibrantes que existen. Cada fin de semana de gran premio, los veinte pilotos de la parrilla intentan dar lo mejor de sí para contribuir al espectáculo y deleitar a todos aquellos aficionados que acuden en masa a los circuitos y pagan una entrada por ver velocidad en estado puro.

Sin embargo, en los últimos años se ha abierto un gran debate en relación a una polémica que está desvirtuando por completo la esencia de la competición, que nunca generó problemas y que ha convertido a la categoría reina del automovilismo mundial en una disciplina sin ningún tipo de emoción.

Estamos hablando de la lluvia, un elemento que nunca ha molestado a nadie y que siempre le dio ese extra de interés a la F1. Nunca hubo problemas para conducir en condiciones mojadas, pero, de un tiempo a esta parte, la FIA se ha empeñado en aplazar las carreras cuando llueve sobre el circuito.

Con el reglamento actual, los coches no pueden salir a pista si hay amenaza de lluvia o si el asfalto está mojado. Y eso fue lo que pasó en el GP de Bélgica, que se disputó este domingo en el circuito de Spa-Francorchamps y arrancó con una hora y veinte minutos de retraso por culpa de una lluvia que no era lo suficientemente abundante como para mandar a los pilotos a los garajes.

Sobre eso habló, precisamente, Max Verstappen. El piloto neerlandés acabó la carrera en cuarto lugar, pero no se mordió la lengua a la hora de opinar sobre lo que había sucedido en el trazado belga. «Es una pena para todos. Ya no vemos esas clásicas carreras bajo la lluvia, que creo que aún son posibles. La lluvia que cayó era manejable. Es una pena. Si hubiéramos dado dos o tres vueltas, se habría secado bastante».

El problema radica en que los coches actuales generan mucho spray en condiciones mojadas y eso hace que la visibilidad sea nula cuando está lloviendo sobre el circuito en cuestión, algo que no pasaba hace años y que está haciendo que los aficionados se desenamoren de la F1.

En ese sentido, Carlos Sainz fue claro a la hora de hablar sobre esta polémica en El Cafelito, el podcast que dirige Josep Pedrerol. «Los aficionados se quejan de que hoy en día no corremos en lluvia. No es porque no somos capaces de controlar el coche en lluvia, que a mí en lluvia me encanta controlar el coche y me lo paso genial. El problema es que cuando vamos veinte coches, los coches de hoy en día vemos absolutamente cero. Los neumáticos de hoy en día y los difusores crean tanto spray que realmente tú vas en una recta a 320 km/h y ves absolutamente cero. No ves ni la luz roja del coche que llevas diez metros delante. No se ve. Entonces correr una carrera a trescientos por hora sin ver, se lo estás dejando al azar el que se entrompe uno delante tuyo a cien metros y tú a trescientos te lo lleves».

«Y los accidentes gordos últimos de F1 que ha habido, donde desgraciadamente se han perdido vidas o la gente se ha hecho mucho daño, son los accidentes donde tu llegas y te llevas a uno de manera lateral que esté en la pista entrompado, ¿no? Por lo tanto, los pilotos somos conscientes de ese riesgo y obviamente si vemos absolutamente cero y es cuestión de azar, el hecho de que haya un accidente ahí levantamos la mano y decimos: 'No vemos», concluyó Sainz.

En definitiva, la actual F1 no está por la labor de modificar esta normativa y los aficionados, que son los primeros interesados en ver una buena carrera, se llevan la peor parte cada vez que llueve en un circuito. A menos que se modifique, ya no va a ser posible volver a vivir una carrera en condiciones mojadas. Para la FIA, la seguridad de los pilotos es primordial.