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Los jugadores del Real Madrid celebran uno de los goles en Mánchester

Los jugadores del Real Madrid celebran uno de los goles en MánchesterAFP

Los jugadores hacen su mejor partido de la temporada y dan la razón a Ancelotti: «Si queremos, podemos»

La pregunta que se hacen los propios futbolistas del Real Madrid es: ¿Por qué en Manchester sí y en otros campos no? Los hechos demostraron una vez más un lema que que Carlo y Davide Ancelotti subrayan siempre ante sus pupilos y que confirmaron en el Etihad: «Si queremos, podemos». Y pudieron porque quisieron.

Decimos que los hechos lo demostraron una vez más porque este mismo despliegue de 'presión, concentración, entrega, compromiso y sacrificio' lo hicieron en el campo de la Atalanta, donde también vencieron en una situación límite. Está claro que al Real Madrid hay que ponerle al borde del precipicio para que saque todo su talento y todo su trabajo. Tanto en Mánchester como en Bérgamo se jugaban la continuidad en la Copa de Europa. Por eso mismo, su entrenador les espeta que si juegan con esta explosión física siempre podrán ganar a cualquier rival.

En el Barcelona y en el Atlético pensaban en voz alta que estos dos encuentros de Champions serían un desgaste extraordinario para el Real Madrid con vistas a la Liga que pretenden conseguir los tres. Lo que rojiblancos y azulgranas no pensaban es que victorias como la de Mánchester inyectan tanta moral a su enemigo común que casi era preferible que no hubiera tenido ese desgaste de la eliminatoria extraordinaria, porque el Real Madrid ha traducido ese cansancio en adrenalina.

Un espaldarazo para Ancelotti

El triunfo frente al City de Guardiola ha sido un espaldarazo para Ancelotti y sus pupilos. La remontada y el gran partido, defensivo y ofensivo, desplegado en Mánchester se ha transformado en un reconocimiento general a un trabajo enorme llevado a cabo en una situación crítica, con una plaga de lesiones que ni el Barcelona ni el Atlético han sufrido.

Sin Rüdiger, sin Militao, sin Carvajal, sin Lucas Vázquez y sin Alaba, con cinco chavales de la cantera en la convocatoria, el Real Madrid ha logrado su primera victoria histórica en tierras de Guardiola. Y no hay que vender la piel del oso antes de cazarlo, porque Pep y Haaland buscarán la proeza en el Bernabéu, pero Simeone ya barrunta que si los blancos superan esta ronda llegarán a los octavos de final de la Champions con el espíritu de la confirmación de un equipo en crisis que sabe rendir en todas las circunstancias. Y el Cholo sabe que se pueden medir al Real Madrid inmediatamente en la Copa de Europa.

Carlo Ancelotti y Diego Pablo Simeone, en el derbi del pasado 5 de febrero

Carlo Ancelotti y Diego Pablo Simeone, en el derbi del pasado 8 de febreroEFE

Ancelotti recalcaba a sus hombres que pueden ganar a todos si todos hacen la presión. Ese mensaje iba dirigido especialmente a los 'cuatro magníficos': Vinicius, Mbappé, Rodrygo y Bellingham. Y específicamente a Vinicius y a Kylian. Son los que menos defienden y para ejecutar bien el esquema de presión alta deben de trabajar todos sin balón. Eso hicieron en Mánchester. Sí, es verdad: si quieren, pueden.

Carlo y Davide Ancelotti señalan que los cuatro magníficos son fundamentales en ataque, con unas cifras goleadoras espectaculares ¡Pero sobre todo en defensa! Sí, en defensa. Porque si los cuatro presionan arriba, el rival se ahoga. Y supone una gran ayuda al trabajo destructor del centro del campo madridista. Los 'cuatro magníficos' lo realizaron a la perfección en Mánchester. Mejor incluso que en Bérgamo.

'Carletto', que sabe más por viejo que por diablo, les demostró otra máxima que siempre pregona: también se puede 'disfrutar sin el balón'. Disfrutaron sin la pelota porque vieron que con ese 'pressing' el City sufría atrás. Y crearon nada menos que veinte jugadas de gol. Y mordiendo desde arriba remontaron un partido que debieron ganar antes y con mucha mayor facilidad. Pero de las veinte jugadas de gol creadas ante Guardiola 'solo' marcaron tres. Y llegaron gracias a esa agresividad desplegada por los delanteros desde el borde del área del City. Así hicieron fallar al contrario, al guardameta y a los defensas de Pep.

Este acierto táctico implica que los 'cuatro magníficos' son fundamentales en esa estrategia de 'morder' al portero y a la retaguardia enemigas para hacerles perder la pelota. El Real Madrid destrozó la palabra que Guardiola ama: la posesión. Le robó la posesión y la cartera. Los blancos lo hicieron muy bien y remontaron el marcador.

El sacrificio exige rotación de jugadores

Carlo Ancelotti lamenta que las lesiones le han privado de hacer más rotaciones en las alineaciones. Sabe que para ejecutar bien esa presión alta tiene que conceder descansos y dar entrada a otros hombres, porque es muy difícil hacerlo bien con partidos cada tres días. El sacrificio físico de esa táctica es grandioso y exige relevos. Las bajas le han impedido rotar. Ha tenido que jugar con los hombres que había y no ha podido hacer siempre lo que quería. Rüdiger, por ejemplo, ha jugado hasta que no ha podido más. Quiere estar en la vuelta de la Champions. No es fácil, pero lo intentará.

El éxito en esta situación crítica es que un joven como Raúl Asencio se ha confirmado en el eje de la defensa y es un seguro de vida. El éxito en esta crisis de bajas es que el campeón de Europa ha ganado en Manchester con Valverde y Tchouamení en la retaguardia. El carácter de los futbolistas del Real Madrid vuelve a demostrar que teniendo fe y confianza en sí mismos pueden jugar en cualquier puesto y rendir al más alto nivel.

Raúl Asencio, en el partido ante el Manchester City en el Etihad

Raúl Asencio, en el partido ante el Manchester City en el EtihadEuropa Press

Rüdiger, Alaba, Militao, Lucas y Carvajal apoyaron a sus compañeros en todo momento. El grupo está unido. Es la otra clave del éxito. Al final puedes ganar títulos o no, eso depende de muchas cosas, pero el punto de partida debe ser que todos crean en el entrenador y en ellos mismos. Y creen en el técnico y en sus exigencias, en sus tácticas y estrategias. Y creen que ellos son capaces de hacerlo todo si se ponen a ello. Eso es, si sacrifican para conseguir los resultados.

Ancelotti se siente orgulloso de sus hombres, porque quieren darlo todo en una situación muy complicada. Y a trancas y barrancas siguen adelante en todas las competiciones. Llevan bien encaminada la Champions, se juegan las semifinales de Copa con la Real Sociedad y son líderes de la Liga. Están en primera línea de los tres títulos cuando han llegado a tener nueve bajas por partido. Eso tiene mérito.

Muchos han criticado a Carlo Ancelotti. Seguro que ha cometido errores, pero ha cometido más aciertos. Y los jugadores lo saben. Han ganado cuando han hecho bien lo que él les ha pedido. Entre todos han salvado muchas vicisitudes, al borde de la caída. Están acostumbrados a vivir al límite. Saben superar los escollos y salir del atolladero.

Sentimiento del vestuario del Madrid

Hay un lema que muchos futbolistas del Real Madrid comentan al vivir en ese vestuario ya desde los primeros meses: «Cuando jugamos al límite es cuando mejor jugamos». Esa idiosincrasia se traspasa de veteranos a jóvenes en el aire que impregna el vestuario de responsabilidad y mentalidad positiva. Hay un ambiente de que es posible lo imposible, aunque se sufran nueve bajas y se esté coqueteando con el peligro. Nadie lo entenderá nunca. Solo lo entienden los entrenadores y los futbolistas del Real Madrid.

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