Kylian Mbappé celebra un gol en el Bernabéu
Mbappé, hacer historia cuando le eligen como líder indiscutible del Real Madrid
Juega más a gusto que nunca porque ahora es el jefe en el césped, elegido por Xabi Alonso y por la plantilla
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Comenzó a carburar la temporada pasada cuando la plantilla del Real Madrid le pidió que fuera el líder del equipo. Varios compañeros manifestaron que esperaban al Kylian Mbappé que tomaba las riendas y dirigiera al grupo. No cogió ese testigo al principio porque llegaba a un vestuario que había ganado la Champions dos meses antes. Vino a Valdebebas de perfil bajo, pero eso no cuadraba con su categoría futbolística. El club le pidió que fuera él mismo en el campo, que asumiera el mando. Cuando lo hizo comenzó a funcionar con regularidad y alcanzó la Bota de Oro como máximo artillero de Europa.
Consiguió 44 goles durante la campaña y la cifra se quedó corta, pues un virus le privó de disputar cuatro partidos del Mundial de Clubes. En este segundo curso todo ha empezado como tenía que ser. Xabi Alonso le eligió el jefe del equipo, porque es el referente de toda su estrategia futbolística. El Real Madrid le señala como su estandarte deportivo, comercial e institucional. El plantel siempre le ha considerado el jefe que se necesita para funcionar en el césped. Hoy, Kylian se siente más respaldado que nunca para ofrecer todo su talento.
El astro francés tiene ahora el apoyo que nunca vivió en el PSG. En su primera etapa en París era el tercero en discordia, pues Messi y Neymar estaban por delante. Posteriormente, sin el argentino y sin el brasileño, Al-Khelaifi y Luis Enrique le negaron ese liderazgo. Se marchó al Real Madrid y aquí se siente mejor que nunca porque no sufre esas luchas internas. Es el jefe de campo indiscutible para todos. Vive el ambiente sano que deseaba para dar el mejor rendimiento, sin cuotas ni cuitas de poder. El resultado es que rinde más que nunca para hacer historia, en el Real Madrid y en la Champions.
Los números no tienen opinión, son realidades empíricas. Mbappé juega bien y establece sus mejores registros. Si en su año del estreno logró esas 44 dianas que significan su mejor marca personal, ahora suma seis tantos en cinco encuentros, cuatro goles en cuatro jornadas ligueras y dos en el primer envite europeo. Cifras que comienzan a hacer historia en pleno presente.
Larga lista de goleadores
Es el futbolista número uno en la actualidad y no va a recibir el Balón de Oro, porque los títulos y los votos personales, las filias y fobias, los colores, definen ese galardón. Pero las cifras no son votos, hablan sin sentimiento. La clasificación de la UEFA expresa que los dos penaltis transformados por la estrella ante sus compatriotas del Olympique de Marsella le sitúan ya, a los 26 años, como el sexto goleador intemporal de la Champions, con 57 aciertos. Acaba de superar los 56 de Van Nistelrooy y Thomas Muller. El siguiente objetivo es cazar a Raúl González, que anotó 71. Por delante están Benzema (90), Lewandowski (105), Messi (129) y los 140 de Cristiano.
Será cuestión de tiempo, no de un momento, pero Mbappé ascenderá varios escalones en esa tabla de los más grandes, en la que hay cuatro figuras madridistas entre los seis primeros. Di Stéfano fue el primer líder histórico de esta clasificación, con 49 dianas, una cantidad muy importante en una época en la que los partidos eran muchos menos que los de hoy.
Kylian Mbappé celebra su segundo gol de penalti
Los dos tantos en Copa de Europa han supuesto también que Mbappé alcance el medio centenar de dianas con el Real Madrid al cabo de los 64 partidos. Es la segunda marca eterna de la entidad, solo superada por Cristiano, que firmó los 50 goles en 53 titularidades.
La temporada anterior tuvo 44 aciertos en 59 duelos. En la actual lleva seis en cinco. Son datos que expresan una tendencia evolutiva del delantero en el conjunto blanco. Va a más, porque se siente respaldado sin fisuras por todos los escalafones del club, desde el vestuario a la cúpula, pasando por la dirección deportiva y el entrenador.
Confirmar el liderazgo con rendimiento
Esas buenas prestaciones no solo se traducen en goles, por muchos que sean. El francés nunca fue 'solo' un ariete. Kylian es un creador de jugadas de ataque de todas las facturas, un futbolista de calidad que dribla, amaga, se va en velocidad, hace combinaciones perfectas, paredes muy rápidas y remates de todas las posturas. Los seis tantos en unas semanas, los cincuenta en catorce meses, son el espejo llamativo de un fútbol individual que cada vez es mejor y que está igualando el nivel que el parisino exhibía hace tres años, cuando el Real Madrid eliminó al PSG contra casi todos los pronósticos, camino de la Decimocuarta Copa de Europa.
Esta progresión se produce tras una adaptación al Real Madrid que ha avanzado especialmente a medida que se le otorgó un liderazgo que él debía corroborar con rendimiento y goles. Porque una cosa es ser considerado un jefe por el cuerpo técnico, pero después hay que corroborarlo en el césped con autoridad, entrega y hechos. Hay que marcar la diferencia que se le presupone al concederle el mando. El francés demostró ser el jefe del grupo porque quería asumir esa responsabilidad y la confirmó en el campo llevando al equipo. Como debía ser. Todos le buscan en el campo para encontrar las soluciones. Cuando las cosas se complican, miran a Mbappé. Ese es el ejemplo del mando.
Es el mejor, subraya el vestuario
Sí, es el mejor, dice la plantilla en la distancia corta. En realidad, el vestuario tiene al mejor del mundo sentado a su lado en Valdebebas. Antes tuvieron a Figo, Zidane, Ronaldo Nazario, Modric, Benzema y Cristiano. Todos recibieron el Balón de Oro. Mbappé lo merece.
El francés vino al Real Madrid sin pedir nada y los hechos han cambiado las cosas paulatinamente. Kylian no exigió lanzar las faltas y los penaltis cuando empezó a trabajar con Ancelotti. En ese proceso hacia el liderazgo, con Carlo los penaltis los tiraron Vinicius, Bellingham y Mbappé. Se fallaron muchos. Demasiados. Los tres fallaron.
Llegó Xabi Alonso y quiso marcar los roles desde el primer día. Dejar claras cosas que explicaban todo. El guipuzcoano lo ha hecho. El número diez es el responsable de las penas máximas. Las situaciones difíciles las debe solventar el número uno. Mbappé. Por eso ha dejado el dorsal nueve para coger el diez. El número del mejor.