Xabi Alonso trata de encajar a Bellingham en el once y formar el tridente perfecto con Vinicius y Mbappé

El segundo parón de selecciones de la temporada ya ha terminado y toca nuevamente ponerse el traje de clubes. El Real Madrid es el actual líder de la Liga Española y Xabi Alonso quiere que así siga siendo hasta la ventana FIFA del mes de noviembre. Cuando llegue el siguiente parón, los blancos ya habrán recibido en el Bernabéu al Barcelona, por lo que si mantienen el liderato querrá decir que al fin han cumplido en un gran partido.

Lleva tiempo el Real Madrid fallando cuando no debe, en los grandes escenarios, en las noches más importantes. Desde que comenzó la temporada pasada el equipo merengue no ha respondido en los encuentros de altura. Falló ante el Barça una y otra vez y también frente al Arsenal en Champions. Un curso decepcionante en el que también encajó una goleada en las semifinales del Mundial de Clubes, 4-0 del PSG.

Se esperaba por tanto que este curso, ya con Xabi Alonso al mando (también estuvo en el Mundial de Clubes), la historia cambiara. Sin embargo, en la primera prueba de fuego que ha tenido el tolosarra el equipo se vino abajo y encajó una dolorosa goleada frente al Atlético de Madrid. Nunca es de buen grado llevarte una manita del eterno rival y las miradas apuntaron al banquillo por haber apostado por un Jude Bellingham que todavía no estaba a tono y al que se le vio superado por el partido.

Antes de ese encuentro, Xabi Alonso había apostado por Franco Mastantuono en banda derecha y por Arda Güler en el mediocampo. En cambio, para ese encuentro sentó al joven argentino, desplazó al turco a la derecha y apostó por Jude. Es decir, movió todo el sistema para dar cabida al inglés, que no estuvo a la altura del encuentro y dejó en mal lugar a su entrenador, principalmente por fallarse a sí mismo y no actuar igual que cuando dirigía al Bayer Leverkusen y no le temblaba el pulso si tenía que sentar a alguna de las estrellas.

El banquillo más exigente del mundo

Sabe Xabi Alonso que el banquillo del Real Madrid no es igual que el resto. En el Bernabéu se exigen resultados continuamente y también saber lidiar con el ego de las estrellas. Por eso tuvo que dar cabida al inglés, con el que lleva trabajando todo el parón para conseguir que entre en el once, aunque habrá que ver por quién. La idea es que forme un tridente de oro junto a Mbappé, que está a un nivel estelar, y a Vinicius, que poco a poco vuelve a ser el de antes.

Xabi Alonso ansía que Bellingham sea el centrocampista total, capaz de hacer jugar al equipo, de dar el último pase y también de llegar en segunda línea para hacer goles. Tiene que serlo todo, el box to box que se dice ahora. La cosa está en ver a quién sienta y también en si consigue que Jude empiece a ser el de su primera temporada en el Real Madrid. La pasada el hombro le impidió rendir al máximo nivel y ahora que ha pasado por quirófano se espera mucho más.

De momento Xabi lo tiene fácil porque las lesiones de Carvajal y Trent mueven a Valverde al lateral derecho y le dan a Jude el sitio que quiere ocupar. El asunto se complicará cuando vuelvan a escena los laterales, pues ahí Valverde debería recuperar su sitio en el medio y Xabi tendrá que decidir si sacrifica a Güler o a Mastantuono, algo difícil ya que están siendo de lo mejor de la temporada.

Lo tiene complicado Xabi Alonso, pero es que ser entrenador del Real Madrid no es tarea sencilla. Ahora bien, para que tenga que tomar esta compleja decisión primero tiene que responder Bellingham en el campo. En principio, esta mini pretemporada que ha hecho tras el parón le ha servido para coger confianza y asentarse en el once, pero tiene que ganarse el puesto y obligar al tolosarra a decidir. La gestión de egos será por tanto fundamental esta temporada.