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Florentino Pérez habla durante la asamblea de compromisarios del Real Madrid

Florentino Pérez habla durante la asamblea de compromisarios del Real MadridEFE

La lucha del Madrid contra los clubes estado: camino de los 1.500 millones y el Bernabéu como caja fuerte

  • Fichar las promesas de todo el mundo y construir un estadio que genere dinero diariamente han sido las armas para combatir a los equipos dopados

  • El anhelo de Haaland por ser blanco es la esperanza del madridismo que rubrica una gestión como una multinacional

Cuando Florentino Pérez regresó a la presidencia del Real Madrid hace tres lustros sabía que el reto que atacaba era peliagudo. Conocía bien la política de futuro qué iba a dominar el fútbol al más alto nivel. Estaba bien informado y avisado. Los clubes estado serían los que mandarían económicamente en el mercado y comprarían los mejores jugadores para desbancar a los grandes clubes tradicionales que se gestionan por medios privados.

El Real Madrid, el equipo más laureado del mundo, debería enfrentarse a países árabes y ricos multimillonarios de otros lares que pondrían miles de millones para fichar futbolistas por paquetes y revolucionar el fútbol tal como se entendía hasta entonces.

Así ha sucedido. PSG, Manchester City y Newcastle son entidades gestionadas por estados petrolíferos, Qatar, Kuwait y Arabia Saudí respectivamente. Chelsea y Manchester United están dominados por grupos multimillonarios estadounidenses liderados por fondos de inversión. Todos estos clubes han tirado el dinero fichando y fichando a destajo. Muchas veces sin ton ni son. Y han encarecido el mercado hasta duplicar precios.

Florentino Pérez planificó con sus ayudantes la mejor manera de competir contra monopolios estatales de gas y petróleo. Estudió con sus consejeros la forma de pelear contra ese poder que coparía gran parte de la economía del balompié, dopada con un dinero que no produce el fútbol.

El estadio multiusos, el marketing, fichar jóvenes talentos y cantera

El resultado final del análisis económico presentó cuatro fórmulas paralelas y conjuntas para obtener ingresos y construir equipos competitivos. La primera y la segunda eran de índole deportivo: potenciar la cantera para formar futbolistas del primer equipo y fichar a los mejores jugadores del mundo cuando son promesas y no pagar por ellos doscientos millones.

Las otras dos apuestas son generadoras de ingresos. La primera era continuar con el crecimiento constante de la mercadotecnia, el merchandising, el marketing, un capítulo fundamental en las presidencias de Florentino Pérez, que él desarrolló desde el año 2000 hasta alcanzar esta temporada los 506 millones de ingresos, una plusmarca mundial que el propio Real Madrid presupuesta que mejorará esta temporada hasta contabilizar 539 millones en caja.

El otro capítulo comercial imprescindible y fundamental para combatir a los clubes dopados era y es el estadio. Había que convertirlo en una sede diaria de ingresos ajenos al balón, que produzca el dinero que permita tutear a los equipos estado. Tras una década de obras, encarecimientos y parones por culpa de la pandemia, el balance económico del segmento 'socios y estadio' ha supuesto 326 millones durante la campaña pasada y la Junta directiva cuantifica que el Bernabéu multiusos recibirá 402 millones en caja sin moverse del Paseo de la Castellana.

La política aprobada y ejecutada en los cuatro capítulos baluartes del Real Madrid ha sido un acierto.

La cantera ha generado futbolistas como Carvajal, Nacho, Fran García, Joselu, Asencio, Gonzalo, Nico Paz, Jacobo Ramón y Fran González, los tres últimos formándose a la espera de jugar en el primer equipo. Carvajal y Nacho son reyes de la Copa de Europa. Fran García y Joselu celebraron la última de las seis ganadas por el conjunto blanco en una década prodigiosa.

Hay que destacar un punto culminante en esta parcela de cantera: Valdebebas ha producido 62 millones en ventas en el último balance económico. Se forman muchos futbolistas, pero no todos pueden jugar en el Real Madrid porque no hay sitio material. Los traspasos de canteranos son otro grifo de ganancias.

A la vera de la política de crear chavales para el primer plantel, las adquisiciones de los mejores jugadores jóvenes también han sido decisivas en la conquista de esas seis Champions en diez años, gracias a las incorporaciones de hombres como Varane, Bale, Casemiro, Valverde, Militao, Vinicius, Camavinga y Rodrygo, entre otros. Los últimos ejemplos de esta filosofía son Endrick, Carreras y Huijsen.

Esta planificación de cantera y jóvenes promesas será santo y seña de la filosofía de actuación del Real Madrid en el futuro. Pero las otras dos vías, el marketing y el estadio, serán las partidas que produzcan el dinero necesario para pelear con los equipos artificiales, dopados por estados.

El marketing crece cada año gracias a un trabajo sensacional realizado por los mejores profesionales del mundo. Y el Bernabéu es la actuación que más capacidad de desarrollo presenta, porque la obra se está rematando y ahora es cuando se pueden potenciar todas las explotaciones de negocio.

De hecho, el nuevo Bernabéu ya ha generado ingresos muy importantes en las últimas campañas y esta última, con 326 millones, marca el comienzo del despegue.

Emporio Bernabéu

El estadio ya nunca será solo un campo de fútbol. Ya no lo es. Pero ahora es cuando el lector va a valorar lo que es el Bernabéu en todo su esplendor, en la hierba y fuera de la hierba. Las nueva áreas de restauración y la organización periódica de eventos significará que las percepciones en caja del segmento comercial 'socios y estadio' alcanzarán los 402 millones de euros esta temporada. Un crecimiento que aumentará paulatinamente a partir de 2026 cuando la insonorización del estadio permita volver a realizar conciertos.

En verdad, habrá que llamarlo Emporio Bernabéu. Esa es y será la madre del cordero. El estadio debe ser la mayor fuente de ingresos del equipo de fútbol más laureado del mundo, porque funciona 363 días al año y no depende de si la pelotita entra o no entra.

Ingresos totales de 1.185 millones

Hemos dejado para el final el resultado de todo este trabajo, que ha sufrido muchos vaivenes y sacrificios con las obras y los parones en el Bernabéu por culpa de la pandemia y de los chantajes de precios muy caros para comprar cemento y otras materias en aquella época. La consecuencia de estos tres lustros de política económica y deportiva son seis Champions, que destacan por encima de muchos más títulos nacionales e internacionales de fútbol y baloncesto, y la obtención de 1.073 millones de ingresos en 2024, de 1.185 en la campaña que acabó en junio y el cálculo mínimo de unas percepciones de 1.248 millones en la actual temporada, cifra que será mejorada con la evolución del negocio del Bernabéu.

Las tres cifras son plusmarca mundial en una entidad deportiva. Y al Real Madrid le sabe a poco, porque el emporio del Paseo de la Castellana va a suponer un aumento de los ingresos constante. El club de las quince Champions camina hacia los 1.500 millones de entrada en caja.

El Bernabéu será una gran partida de esa caja. El Bernabéu es en realidad una caja fuerte en sí mismo. Y la esperanza del madridismo es ver a Haaland jugando sobre esa caja.

El Debate adelantó que el noruego desea venir al Real Madrid y que su objetivo es aterrizar en el Bernabéu en julio del año que viene o en 2027 como tope.

Firmó con el City hasta 2034 porque introdujo una cláusula que dicta que podrá marcharse al Real Madrid por un precio que se acerca a los 200 millones. El madridismo espera con ilusión.

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