Pere Martí, en una imagen de archivo
El técnico del Guadalajara, antes de jugar con el Barça: «Me pierdo la infancia de mis hijas por cuatro duros»
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Pere Martí es para muchos un gran desconocido, pero es uno de esos hombres que, sin hacer mucho ruido, se ha ganado la vida con el fútbol. Después de una carrera como jugador, comenzando en el Villarreal y pasando por Elche, Málaga y Real Murcia, se retiró en el Castellón en 2010 por culpa de una lesión y ahora, a sus 43 años, está dirigiendo como entrenador al CD Guadalajara de Primera RFEF, un equipo modesto que el próximo jueves tendrá el honor de jugar ante el FC Barcelona en los dieciseisavos de la Copa del Rey.
Antes de ese partido, ha tenido este fin de semana en modo de aperitivo un choque frente al Real Madrid Castilla que se ha saldado con victoria del filial blanco. Un triunfo polémico que enfureció al técnico del Guadalajara, que compareció en la sala de prensa del Alfredo di Stéfano con el enfado todavía a flor de piel. Su mensaje fue directo y con un destinatario claro: el arbitraje. El entrenador defendió con firmeza el trabajo de su equipo y dejó claro que, a su juicio, el resultado no reflejó lo ocurrido sobre el césped. «Hemos sido muy superiores. Hasta el gol en propia puerta, el Castilla no había tirado a portería», subrayó.
Martí habló de resignación, de decisiones arbitrales en contra que se repiten y de disculpas que, según él, siempre llegan tarde. «Es una más. Luego vendrán a pedir perdón, como siempre. No hay derecho», lamentó, antes de calificar de «vergonzosa» la revisión de un penalti ya con el partido decidido.
El enfado fue a más a medida que avanzaba la rueda de prensa y terminó denunciando un gol encajado fuera de tiempo y una falta previa señalada desde la banda que acabó siendo determinante. «No es normal lo que nos está pasando esta temporada. No son golpes aislados, es una detrás de otra», insistió. Pese a todo, quiso poner en valor la fortaleza mental del grupo: «Si no fuéramos fuertes, ya estaríamos descendidos».
Quejas hacia el VAR y su lado personal
Martí también miró al futuro inmediato, con el choque copero ante el Barça en el horizonte y sin VAR. «Tengo hasta ganas de jugar sin él», deslizó, dejando clara su preferencia tras lo vivido y recordando que la de dieciseisavos es la última ronda de Copa que se disputa sin la ayuda de la tecnología.
Ya en lo personal, en uno de los momentos más impactantes de su comparecencia, el entrenador abrió su lado más humano. Reconoció estar «agotado» por el día a día en el CD Guadalajara y describió la temporada como «surrealista». «Hacemos muchos sacrificios. Yo me estoy perdiendo la infancia de mis hijas por cuatro pesetas, porque me gusta esto y es mi trabajo, pero no soy millonario», confesó, con un tono cargado de sinceridad.