Atlético de Madrid despacha al Rayo sin apuros en un Metropolitano sin pasión

El Atlético de Madrid superó sin dificultades al Rayo Vallecano con un contundente 3-0 en el Cívitas Metropolitano. En una tarde marcada por la escasa tensión competitiva y la evidente desconexión emocional del público, el conjunto de Simeone aprovechó el escaso en juego para sumar tres puntos sin excesivo desgaste. Alexander Sørloth, Conor Gallagher y Julián Álvarez fueron los autores de los goles, en un choque que sirvió más para rellenar calendario que para alterar el rumbo de una temporada ya definida.

La apertura del marcador no se hizo esperar: apenas habían transcurrido dos minutos cuando Marcos Llorente irrumpió por el costado derecho y sirvió un balón preciso que Giuliano Simeone, con gran lectura de juego, envió al área chica.

Allí esperaba Sørloth, que se impuso por alto para cabecear el 1-0. Fue el tanto número 13 en LaLiga y el 17 en total del atacante noruego, quien volvió a mostrarse como un delantero determinante, aunque falto de finura en las ocasiones más claras.

El Atlético, liberado por la ausencia de presión, mostró una versión más suelta en el arranque. Con Griezmann de nuevo en el banquillo —por segundo partido consecutivo, algo que no ocurría desde hacía más de 130 encuentros—, el equipo rojiblanco optó por una fórmula menos habitual en su frente ofensivo.

El ambiente en el estadio reflejaba perfectamente la situación del equipo: una asistencia de apenas 49.410 personas, la más baja del curso, mostraba el desapego de una afición que no castigó con dureza tras el reciente tropiezo ante Las Palmas, pero que tampoco vibró.

Enfrente, un Rayo Vallecano ya virtualmente salvado del descenso y con la mirada puesta en la posibilidad —lejana pero no imposible— de alcanzar una plaza europea a través de la Conference League.

Los de Iñigo Pérez, con su habitual propuesta de juego asociativo, lograron responder tras el golpe inicial y generaron peligro a través de Andrei Ratiu, que desbordó por el perfil derecho y creó oportunidades que pusieron en apuros a Jan Oblak. El guardameta esloveno respondió con una intervención decisiva ante un remate de Isi Palazón.

Sin embargo, cuando el partido parecía igualarse, el Atlético amplió su ventaja justo antes del descanso. Rodrigo de Paul dibujó un centro con rosca al área, donde Gallagher se anticipó a la zaga visitante para conectar un certero cabezazo que se convirtió en el 2-0.

La sentencia llegaría en el minuto 75, ya con Griezmann sobre el césped y decidido a dejar huella tras dos suplencias seguidas. El francés sirvió un balón milimétrico a Julián Álvarez, quien no perdonó frente a Stole Dimitrievski. El argentino, con su 27º gol del curso, cerró el marcador con una definición quirúrgica.

El resultado reafirma la sensación de un Atlético que simplemente transita por el final de curso sin aspiraciones reales en el campeonato liguero, a la espera del próximo gran objetivo: el Mundial de Clubes, que se celebrará en junio.

Con 66 puntos, los de Simeone aún pueden aspirar a escalar al segundo puesto, actualmente en manos del Real Madrid, aunque a seis unidades de distancia. Una meta que puede aportar algo de motivación a un equipo que ya piensa más en el cierre del ciclo que en lo que queda por disputarse.