¡Madrid, Madrid! Seamos realistas, pidamos lo imposible
No sé si esto lo arregla un Xabi Alonso, dos o tres. Pero es terrible. Desesperante también vale. Un segundo tiempo del Madrid muy de 'Corazón Classic Match'. De veteranos.
Al grano. En la segunda parte y el alargue, 45 minutos más 4, o sea 49, el Madrid no hizo una falta, ¡qué arte! 'Quicír' jugó mirando y no le atropellaron por un pelo, claro. No se le escapó lo que le queda de Liga de milagro.
Fue como muy vergonzosillo, sí. Un gol más del Celta hubiera resumido lo que ha sido su Liga desde que se puso 3-0: un pasotismo inconcebible, inexplicable. Todos los ibles y ables que se les antojen. Valverde: «Nos ha pasado en Liga y Champions, le damos muchos minutos al rival para que maneje».
No sé si esto lo arregla un Xabi Alonso, dos o tres. Pero es terrible. Desesperante también vale. Un segundo tiempo del Madrid muy de 'Corazón Classic Match'. De veteranos. Y ganó. Pues bueno...
Y eso, que la cosa se puso 3-0. Después de mil años pintaba que iba a ganar por fin un partido más allá de la mínima, quizá por goleada. A los 48, Mbappé hizo su 'dos trick' y se quedó a un gol de Lewandowski. Por entonces, la impresión era que a Güler solo le falta jugar con guantes para recordar, es un decir, a Lamine.
La cosa varió en que si al turco le faltan guantes, al equipo una manta para tapar sus vergüenzas como eso, como equipo. Guantes Lamine en el mayo pucelano, por cierto. A Dios gracias no debió jugar allí en enero, lo habríamos perdido.
Iba y venía el Celta, que ya se puso 1-3 en Montjuïc y le liquidó 'aquel' penalti, y marcaba el Madrid. Un partido entretenido. Buen Madrid sí hasta el descanso. Los gallegos, con once españoles y muchos de la tierra no se rendían ni con eso, tres abajo. Si saca antes a Aspas... Al final pusieron un extranjero puro, Swedberg -Ilaix Moriba es hispano-guineano- y metió el gol que puso patas arriba el Bernabéu.
Desde entonces y hasta el final, un par de llegadas claras del Madrid y una manita de Marcos Alonso que no vieron árbitro ni VAR, manita en el área: más madera. Dos grandes ocasiones como réplica a las llegadas del Celta, al ritmo de dos por minuto mucho rato. Desde el paso de aquellos Chelsea, City, PSG, Bayern no se había visto al Bernabéu pedir la hora como esta vez.
Total que estiramos lo de la Liga al menos una semana más. Sí: este mismo Madrid estuvo cerca de ganarle la Copa al Barça, pero pensar que este Madrid, el ultimísimo, va a ganar en Montjuïc es cosa de brujas. Como esa tarde jugará todo el rato, o eso pensamos todos, apelemos a Marcuse, aquel magnífico técnico: seamos realistas, pidamos lo imposible. Que a falta de cuatro jornadas pueda ganar el campeonato es una cosa de locos. Y más si piensan como yo: que un Madrid-Madrid tenía a estas alturas seis puntos de ventaja. En fin.