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28 de marzo de 2024

Joaquín Casasús, socio y director general de la gestora de
Abante

Joaquín Casasús, socio y director general de la gestora de AbanteAbante Asesores

Entrevista al director general de la gestora de Abante

Joaquín Casasús: «Los riesgos que tienen las criptomonedas son infinitos»

El socio de Abante expone sus dudas acerca del peligro que puede provocar la inversión en criptoactivos

El pasado jueves, Joaquín Casasús, socio y director general de la gestora de Abante, impartió una conferencia en la sede de la entidad que se titulaba: «Bitcoins, activos digitales, metaverso… ¿Qué me estoy perdiendo?» En ella se puso de manifiesto que las criptomonedas son uno de los activos más relevantes en el panorama actual, aunque su funcionamiento real puede generar sospechas.
¿Son realmente monedas las criptomonedas?
–Bueno, en realidad no. Simplemente, son un código informático que está puesto en una blockchain distribuida entre muchos ordenadores.
–¿Qué opinión tiene acerca de que la red de ordenadores más grande del mundo se dedique al minado de bitcoins?
–Me parece que es un poco desperdiciar un poder de computación así. Además, genera una importante huella de carbón. Utilizar todo ello en descifrar o adivinar un número para hacer segura e inhackeable Bitcoin o cualquier otra moneda me parece un desperdicio. Se podría estar utilizando todo ello en aspectos que aportaran cosas más valiosas a la humanidad.

Invertir en criptomonedas es como invertir en una 'startup' que promete una serie de cosas a futuro pero que todavía no es una realidad

–¿Cómo se explica que el valor del bitcoin se haya multiplicado por 1 millón de veces desde 2009 hasta 2021?
–El ser humano tiene estas cosas. Cuando vemos que algo sube todos nos queremos apuntar al carro. Sin embargo, no tiene ningún valor fundamental, para lo bueno y para lo malo. Al final, el valor de una empresa que cotiza en bolsa tiene una relación con los beneficios que genera. El Bitcoin, como no genera beneficios, no genera ningún rendimiento. Es decir, no tiene nada que lo ancle.
Se ha provocado una dinámica envuelta en una narrativa muy potente donde un movimiento anarco-capitalista-tecnológico ha considerado que esto debe ser el dinero del futuro, que así evitamos la regulación de los bancos centrales, de las instituciones, y así nace el dinero del pueblo. La bola se puso a rodar y no ha parado. Todo el mundo las compra simplemente en la expectativa de que haya alguien que las adquiera más caras de lo que ha pagado por ellas, y envuelto en muchas historias de gente que se ha hecho millonario haciendo esto. Pero bueno, todo esto ya lo hemos visto a la historia con cosas que han terminado mal. Veremos dónde acaba.
–¿Cuál cree que son los riesgos de las criptomonedas?
–Yo creo que las criptomonedas tienen muchas amenazas. Por un lado -y probablemente la principal- sea para qué sirven realmente, en qué son buenas las criptomonedas. Está claro que como medio de pago, que es como nacieron en origen, hay tecnologías mucho más baratas y mucho más eficientes que funcionan hoy en día perfectamente. Parte de la utilidad que tienen hoy las criptomonedas es para gente que quiere realizar con ellas actividades ilícitas, y esa no puede ser su función a futuro. Tienen que encontrar una verdadera utilidad, ya que -aunque hay mucha gente trabajando en ello y muchas expectativas puestas- no puede probarse para qué realmente son útiles y mejores de lo que ya hay. Aparte de eso, que es en esencia, tienen el riesgo de la regulación, lógicamente.
Hay mucha gente en el ecosistema, que fruto de las experiencias, han perdido mucho dinero; víctimas también de publicidades engañosas y de marketing muy agresivo. Por consiguiente, los reguladores -igual que han hecho en muchas otras actividades- van a entrar y las van a regular. No tiene ningún sentido que vivan fuera de la regulación. En qué acabará la regulación todavía no lo sabemos, pero obviamente es un riesgo. El propio hackeo es un mundo que como es irreversible y no está centralizado, no hay una autoridad que mande. Al final prima la ley del oeste porque no hay nadie al que se le pueda reclamar si te has equivocado o te han estafado, o si alguien te ha hackeado tu wallet y se ha llevado tus criptomonedas. Lo cierto es que los riesgos que hay son infinitos.
–¿Recomendaría invertir en criptomonedas?
–Al final, invertir en criptomonedas es como invertir en una startup que promete una serie de cosas a futuro, pero que todavía no es una realidad. Yo bitcoin lo veo como eso. Es una tecnología en busca de una utilidad, que el futuro le puede dar valor. Como en cualquier startup, yo sería muy cauto en todo caso con lo que invertiría en Bitcoin. La gente que invierte al calor de la especulación se mete en el juego de la cerilla, en el que se van pasando la cerilla, y ya hemos visto como los últimos, por lo menos, se han quemado. No sé si va a ser los que se quemen definitivamente, pero en todo caso ya han perdido más de un 50 % los que al calor de la euforia entraron a finales del año pasado. Eso en Bitcoin, en otras criptomonedas la pérdida ha sido mucho más importante.
En todo caso, yo tendría mucho cuidado porque el valor de Bitcoin no es claro. Tan bueno o malo puede ser 100 como 500, como 2.000, como 5000, como 20.000, o como 60.000 euros. O sea, no hay ninguna razón por la cual el Bitcoin tenga que valer algo en concreto. La gente compra criptomonedas simplemente porque han visto que el de lado que se ha forrado y se quieren forrar también. Cuando te crees tú el más listo y que vas a hacer dinero a costa de los demás, hay veces que tú eres el que estás haciendo que otro gane dinero a costa tuya. Por lo tanto, yo sería precavido.
–¿Qué dice de nosotros como sociedad que haya gente que gaste en los famosos NFT tres millones de dólares cuando su copia idéntica digital es accesible para todo el mundo?
–Bueno, aquí estamos ya en un terreno subjetivo. Yo no soy nadie para valorar si a alguien le gusta coleccionar cajas de cerillas, sellos o simios aburridos que están en una cadena digital. Si a alguien le produce placer tener ese simio en el convencimiento de que tiene el original, pues allá él. Yo no comparto esa afición ni ese gusto. Yo no pagaría las cifras que se han pagado por muchos de los de los NFT. Pero bueno, no voy a hacer un juicio sobre el que lo ha hecho, que para algo son sus gustos que difieren de los míos, lógicamente.

El siguiente paso es un euro digital emitido directamente por el Banco Central, no por las instituciones financieras actuales

–¿Existirán algún día el dólar o el euro digital y en qué consistirán?
–Eso lo veremos con toda seguridad. Hoy tenemos cosas parecidas al euro y al dólar digital. De hecho, actualmente hacemos los pagos con el móvil, que ya prácticamente ha sustituido a la tarjeta de crédito. No vamos a nuestro banco, sino que todo lo vemos online, y el dinero físico cada vez lo tenemos menos en nuestras manos.
El siguiente paso es un euro digital emitido directamente por el Banco Central, no por las instituciones financieras actuales. La experiencia para un porcentaje muy alto de los usuarios será muy parecida a la que tenemos en la actualidad. Yo creo que los bancos centrales, viendo lo que está sucediendo en el mundo cripto, seguramente están trabajando en él en sus versiones de monedas centrales y digitales. Sobre todo, en los micropagos y en otra serie de cosas que probablemente mejoren la experiencia actual de ir con moneditas o con billetes pequeños. Lo veremos, yo creo que no muy tarde.
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