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19 de mayo de 2024

La candidata de Sumar a presidenta del Gobierno, Yolanda Díaz.

La candidata de Sumar a presidenta del Gobierno, Yolanda DíazEFE

La revolución fiscal que prepara Yolanda Díaz para costear su barra libre de paguitas

Pretende aumentar la recaudación con nuevos tramos de IRPF y la invasión de competencias autonómicas

Yolanda Díaz ha arrancado su campaña electoral anunciando ayudas indiscriminadas de difícil encaje económico. Una prestación por hijo de 200 euros al mes, pagas de 1.000 euros para los afectados del Euríbor y, la más temeraria, una herencia universal de 20.000 euros para todos los jóvenes al cumplir la mayoría de edad. La pregunta es de dónde sacará la todavía ministra de Trabajo los ingresos para costear esta desprendida barra libre.
Para ello, Díaz ha propuesta una reforma revolucionaria del sistema fiscal que aumente la progresividad del IRPF a partir de 120.000 euros y la aplicación de los tipos marginales crecientes: del 45 % actual se irá incrementando hasta llegar al 52 % para rentas de 300.000 euros.
«La reforma estará orientada a que contribuyan más quienes hoy se esfuerzan menos (grandes empresas y patrimonios, y rentas y del capital, principalmente) y quienes incumplen con sus obligaciones tributarias», señala Sumar en su programa electoral.
Además, pretende equiparar los tipos de las rentas del ahorro a las del trabajo a partir de un capital de 120.000 euros hasta un 30 %. Quiere eliminar el actual régimen de estimación objetiva y el régimen especial de IVA que este lleva asociado y eliminar aquellas deducciones del IRPF «sin justificación económica».
Otra de las propuestas más polémicas es la de implementar de manera permanente el «impuesto de solidaridad» a las grandes fortunas con mayor progresividad hasta llegar a tipos de al menos el 4 % para patrimonios más elevados.
La idea de la nueva formación es que estos ingresos permitan costear la citada herencia universal, que los expertos han calculado en 10.000 millones anuales. No obstante, el impuestazo a los ricos se ha revelado como una verdadera chapuza ya que en casi todos los casos se ha aplicado el límite del escudo fiscal, lo que ha reducido la recaudación a un 20 % de lo inicialmente estimado.
Por otro lado, y bajo la excusa de la que las herencias son «una de las principales fuentes de desigualdad social», Sumar pretende imponer un impuesto sobre sucesiones y donaciones para toda España que las comunidades no puedan rebajar a pesar de que se trata de una competencia trasferida a las autonomías. Un asunto que tiene todos los visos de acabar en el Constitucional.
También podría suponer una invasión de competencias la reforma del IBI, un impuesto cedido a los ayuntamientos.

Impuesto de sociedades

El impuesto de sociedades igualmente sufriría modificaciones, en especial para las grandes empresas, de manera que ninguna empresa pagará menos del 15 % independientemente de las deducciones, reducciones o exenciones a los que tenga derecho. También prevé limitar la compensación de bases negativas anteriores y otras circunstancias que permitan a las empresas desgravarse. Hasta la implementación de la reforma de este impuesto, Sumar mantendrá los impuestazos a banca y eléctricas.
Sumar propone reformar también la tasa Tobin para gravar las operaciones «más especulativas» no sujetas a tributación como los derivados financieros.
En esa línea, la formación que dirige Yolanda Díaz pretende eliminar lo que ha llamado «privilegios» de las sociedades de capital variable y de las sociedades anónimas cotizadas de inversión en el mercado laboral.

Sistema tarifario eléctrico progresivo

Para aumentar la recaudación de IVA, Sumar propone crear un sistema tarifario eléctrico progresivo que tendría en cuenta las características de la unidad familiar e iría incrementando los impuestos indirectos y los costes reguladores de manera proporcional a la potencia contratada.
Para los primeros 1.500 kWh, que considera un «consumo mínimo vital», Sumar aplicaría un IVA superreducido del 4 % que aumentaría al 10 % entre los 1.500 y 4.000 kWh. El tercer tramo, considerado de sobreconsumo excesivo –de más de 7.500 kWh)– estaría gravado con un 21 %.
Y esto es solo el principio. Desde la formación ya han deslizado que no descartan aplicar nuevos impuestazos a otros sectores como el de la construcción y la inmobiliaria. Barra libre, que invita Yolanda.
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