Economía El Gobierno consigue con su Ley de Vivienda que más de 100.000 inmuebles dejen de alquilarse
El límite a las rentas en las zonas tensionadas y la inseguridad jurídica supondrá la retirada de un gran número de viviendas en el mercado
Actualizada 04:30
Tras meses de negociaciones, el Gobierno consiguió sacar adelante la nueva Ley de Vivienda gracias al apoyo de los grupos de Esquerra Republicana y EH Bildu. La ley, fue publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) como Ley 12/2023, de 24 de mayo, por el Derecho a la Vivienda.
Las principales medidas que se recogen en esta nueva ley socialista son:
Se rebaja el concepto de gran tenedor (de 10 a 5 inmuebles).
El propietario será el responsable de pagar los gastos y honorarios del alquiler.
Eliminación del IPC como índice de referencia para la actualización anual de la renta de los contratos (tope de 3 % en las renovaciones anuales hasta 2024 y del 2 % a partir de 2025).
Limitaciones a los precios del alquiler en las zonas tensionadas. Para considerar una zona tensionada, debe cumplirse una de las siguientes condiciones: que la carga media del coste de la hipoteca o del alquiler, más los gastos y suministros básicos, supere el 30 % de la renta media de los hogares, o que el precio de compra o de alquiler de la vivienda haya subido al menos 3 puntos por encima del IPC en los últimos cinco años.
Modificación en la gestión de los desahucios. A partir de ahora deberán tener una fecha y una hora predeterminadas y se ampliarán las prórrogas.
Sin lugar a dudas, el Gobierno ha decidido abandonar a los propietarios y facilitar la okupación de los hogares de muchas familias en España. Esto supondrá que la oferta de los alquileres en España se reduzca en torno a un 11,7 %, lo que supone la desaparición de más de 100.00 viviendas del mercado inmobiliario.
El Grupo Tecnocasa y la Universidad Pompeu Fabra (UPF) han elaborado un estudio en el que explican que más de 100.000 viviendas dejarán de alquilarse por los efectos de esta desastrosa ley. El límite a las rentas en las zonas tensionadas (22 %) y la inseguridad jurídica (66,3 %) supondrá la retirada de un gran número de inmuebles en el mercado.
Ciudades más afectadas
Las localidades que se verán más perjudicadas serán Barcelona y Madrid, ambas consideradas como mercados de referencia en el sector inmobiliario. La oferta se hundirá más del 16 % en el distrito catalán de L'Eixample y en el caso del distrito Centro de la capital superará el 14 %.
Los propietarios también huirán de otros puntos de la capital como Ciudad Lineal (-13,4 %), Tetuán (-13,3 %), Chamberí-Argüelles-Moncloa (-12,9 %) o Prosperidad (-12 %).
En términos globales, la oferta bajará un 11,3 % en la capital española y lo hará un 12,6 % en la Ciudad Condal. No obstante, hay otras muchas zonas en nuestro país que sufrirán las consecuencias, como por ejemplo Toledo, con un 17 % menos de oferta o Guadalajara, con un 16, 4 %.
El 66 % de los propietarios afirma que el motivo principal para sacar sus inmuebles del mercado se debe a la inseguridad jurídica, mientras que el 22 % explica que lo hace por el límite de las rentas y el 11,8 % por la eliminación del IPC como referencia.
Además, es importante destacar que más de un 7 % de los propietarios está pensando en poner a la venta su vivienda y en torno a un 4 % el arrendamiento para uso distinto al de vivienda.