Fundado en 1910

18 de mayo de 2024

Escritura de compraventa de una hipoteca

Escritura de compraventa de una hipotecaEuropa Press

Los únicos casos en los que se puede pedir una hipoteca sin tener nómina

Una práctica habitual de los bancos es pedir la nómina a quiénes soliciten una hipoteca como prueba de sus ingresos regulares

Una de las principales fórmulas que usan los individuos y las familias para poder hacer frente al importante gasto que supone adquirir un inmueble en propiedad es la hipoteca. De hecho, según indican los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en mayo de 2023 había más de 33.000 viviendas sobre las que hay constituida una hipoteca.
Para poder solicitarla, los bancos suelen exigir una serie de condiciones y requisitos para poder conceder el préstamo, que habitualmente responden a una demostración de solvencia. Entre todos ellos, está el de disponer de un trabajo estable con nóminas que acrediten esa condición. Entonces, ¿se puede pedir una hipoteca sin aportar una nómina?
Gracias a este trámite, las entidades bancarias buscan en realidad una prueba de solvencia económica y de ingresos regulares, por lo que no tener una nómina no significa que no se pueda pedir una hipoteca en determinados casos, han informado desde el portal iAhorro.
De hecho, para que un autónomo pueda conseguir la hipoteca, tendrá que aportar:
  • Información sobre su actividad profesional y su ​última declaración del IRPF.
  • ​Vida laboral.
  • ​Extractos de los últimos movimientos de la cuenta bancaria utilizada en la labor profesional (de los últimos 3-6 meses).
  • Modelos trimestrales del IVA e IRPF.

¿Qué ocurre con los pensionistas?

Los pensionistas tampoco tienen una nómina, pero reciben del Estado un dinero que podría considerarse como ingresos estables. Aun así, la política de las entidades bancarias es no conceder hipotecas que no puedan estar pagadas antes de que el solicitante haya cumplido los 70 años, algo que no es la circunstancia de los jubilados españoles al estar la edad de jubilación en los 66 años.
Existe la posibilidad de que haya trabajadores asalariados que no estén dados de alta en la Seguridad Social, por lo que no tienen nómina y el Estado no tiene constancia de que estén trabajando ni cobrando un salario por su actividad. Esta irregularidad hace que no puedan solicitar una hipoteca, ya que no pueden demostrar ante la entidad bancaria la solvencia económica ni los ingresos regulares que se perciben.
Comentarios
tracking