
Nadia Calviño
El INE clavó el 31 de diciembre la recuperación del PIB de 2019
El provisional podrá sufrir una nueva revisión y convertirse en definitivo cuando convenga una nueva subida del PIB
El INE anunció el pasado día 18 una revisión al alza de los PIB de 2020, 2021 y 2022, cuando lo normal sería que solo se hubiese comunicado la revisión definitiva del 2020, porque todavía se dejan en provisional el año 2021 y en avance el 2022.
Esto quiere decir que, cuando de nuevo le convenga al Gobierno, el provisional podrá sufrir una nueva revisión y convertirse en definitivo cuando convenga una nueva subida del PIB. En el INE deben trabajar en estos momentos con la foto de Van Gaal colocada en todas las paredes del Instituto, con la frase que le encumbró como aviso a navegantes.
Al quedar el 2021 en provisional y el 2022 en avance, todo lo explicado por la Nota de Prensa del INE puede volver a repetirse, con las mismas palabras y sin modificación alguna. Porque como no dice nada, sirve de la misma justificación para poder hacer otra revisión, en el momento que convenga.
Lo que más me llama la atención de la nueva revisión es que en uno de sus cuadros de la Contabilidad Nacional, publican, en la Tabla 4, los índices de volumen encadenado, con Base=100 en el año 2015.Y, oh sorpresa, resulta que el índice de diciembre de 2019 era de 110,7 y el índice de 2022 pasa a ser exactamente el mismo (110,7). Es decir, ni una décima más, ni una décima menos, exactamente lo mismo, lo justo para que el Gobierno pueda alardear de que en diciembre de 2022, nada más y nada menos que tres años después, España recupera el PIB real de 2019.
Yo creo en todas las coincidencias astrales que me pongan, si están bien explicadas, pero que me cuadren los números hasta la décima, creo que en la vida las casualidades se producen solo cuando interesan.
En cualquier caso, es lo que tenemos, y no puedo hacer otra cosa que trabajar con los datos que nos han facilitado desde el INE porque desde mi casa y con mi ordenador no puedo recalcular la verdad sobre el PIB español, entre otras cosas, porque tampoco tengo los datos y posiblemente tampoco los conocimientos que tienen muchos estadísticos del Instituto, que me imagino que tienen problemas estomacales en estos momentos.
Así que ahora les voy a explicar cómo se ha llegado a este índice de 110,7 que ha igualado el del 2019 y vamos a ver que hay una enorme sorpresa, adelantada ya por Daniel Lacalle en X (antes Twitter).
Y la sorpresa es que el PIB se ha colocado igual al del 2019 gracias al Consumo de las Administraciones Públicas, que es lo mismo que decir que ha sido gracias al Gasto Público. Sin él seguiríamos por debajo del PIB del 2019.
Así podemos ver que la principal variable, que supone cerca del 75 % del PIB, que es el Consumo, nos cuentan que el agregado total del consumo crece del 108,1 al 108,6 en 3 años, lo que supone una subida del 0,4 %.
Pero al ver la descomposición que proporciona el INE, vemos que el consumo de los hogares crece en este período de 3 años un 1,5 %, el de las Instituciones sin fines de lucro sufre una caída brutal de 5,9 %, bajando su índice de 114,6 a 107,8. Pero la gran sorpresa es que el gasto en consumo de las Administraciones Públicas pasa de 106,3 a 113,6 y supone un crecimiento del 6,8 %.
La subida de esta variable es la que permite que el Consumo Total suba un 0,4 %. Esta variable, con esta subida, le aporta al PIB un incremento de casi 3 décimas, lo que quiere decir que el resto de las variables se llevan estas 3 décimas por delante.
Y esto lo vemos claramente en que la Formación Bruta de Capital, en definitiva, las Inversiones Reales en la economía española en este trienio, caen un 2,9 %.
Las exportaciones, tanto de bienes como de servicios, hacen que las exportaciones totales crezcan un 4,5 %, pero las exportaciones de servicios crecen un 5,8 % sorpresivamente a pesar de las críticas del Gobierno culpando al turismo de todo lo que nos ha pasado, cuando es justo lo contrario, estamos recuperando nuestro crecimiento gracias al turismo y si no vamos peor es gracias a este servicio.
Las importaciones crecen también un 4,5 %, pero como las importaciones de bienes han hecho que nuestra balanza comercial se haya vuelto deficitaria, debido a las necesidades energéticas, nuestro PIB final se queda en 110,7, lo que supone un crecimiento cero.
El cero es una cifra que me recuerda al ministro socialista Fernando Morán: ni frío ni calor.
Un trienio trabajando para quedarnos igual y que esto sea un éxito del Gobierno y de la ministra Calviño es de trócola, más cuando para que quedarnos igual haya tenido que ser a costa de subir el gasto en consumo de las Administraciones Públicas un 6,8 %.
En definitiva, todo un recálculo de 3 años de historia, quemar la imagen del Instituto Nacional de Estadística, para producir un efecto cero en la economía me parece demasiado ruido para tan pocas nueces.