
El ministro para la Transformación Digital, Óscar López; el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y el ministro de Memoria Democrática y Política Territorial, Ángel Víctor Torres
El frenazo en la ejecución sitúa fondos europeos en riesgo de caducar
Esade advierte de la complejidad administrativa que supone la gestión de las ayudas a beneficiarios privados, aunque ve margen para una «aceleración significativa» en los próximos meses
Pese a estar llamados a transformar la economía, se están concentrando en sectores tradicionales como la construcción y el comercio
La ejecución del paquete de fondos europeos de recuperación y resiliencia (PRR) se ha ralentizado en los últimos meses, lo que sitúa a una parte del paquete de hasta 164.000 millones previsto para España en riesgo de caducar. Así lo advierte un informe de Esade publicado este jueves, que pone el foco en la «significativa brecha» entre las cuantías comprometidas y las efectivamente concedidas.
Un agujero que alcanza los 25.000 millones de euros, «lo que sugiere la urgencia de agilizar los procesos de evaluación y adjudicación», avisan los autores, Manuel Hidalgo, Jorge Galindo y Javier Martínez. Según los reglamentos europeos, el grueso de las ayudas debería llegar a la economía real antes de agosto del año próximo. De ahí que el frenazo de los últimos meses sea «particularmente relevante considerando el horizonte temporal».
«Es necesario activar mecanismos que mejoren el ritmo», consideran los autores del informe, que llaman, entre otras soluciones, a reforzar a los ayuntamientos de menor tamaño y a mejorar la coordinación entre municipios, comunidades autónomas y el Estado.
Un «punto crucial»
«Es cierto que la ejecución no avanza tan rápido como desearíamos», explica a El Debate Manuel Hidalgo, investigador senior de EsadeEcPol. Sin embargo, añade que «estamos en un punto crucial donde, a falta de un año y medio, aún existe margen para una aceleración significativa».Para Hidalgo, aunque queda una parte considerable de los fondos pendientes de ejecución «la dinámica administrativa sugiere que es muy probable que a finales de este año presenciemos una fortísima aceleración, especialmente en la publicación, concesión y adjudicación de proyectos. Se espera que esta tendencia se mantenga durante el próximo año».
De los 164.000 millones del Plan Next Generation, 80.000 son en concepto de subvenciones y el resto, préstamos en términos ventajosos. De los primeros, pese a que se han convocado 74.996 millones en subvenciones y licitaciones, tan solo se han concedido 49.115 millones de euros. Ello cuando además las ayudas entran en un momento clave: llegar a un tejido empresarial muy atomizado, formado mayoritariamente por pymes, que afrontan con mayores dificultades los trámites burocráticos necesarios que las administraciones públicas y la grandes empresas públicas beneficiadas por las primeras oleadas.
Los autores ponen el foco también en la necesidad de simplificar los procesos de ejecución, simplificar los procedimientos y facilitar mecanismos de cofinanciación más accesibles, «especialmente para pequeñas y medianas empresas».
«La burocracia ha resultado efectivamente excesiva, una percepción ampliamente compartida por diversos sectores», considera Hidalgo. Los procesos administrativos, explica, tienden a eternizarse, con una documentación exigente que ralentiza significativamente la ejecución. Además, los largos periodos de verificación y comprobación de requisitos obstaculizan la dotación tanto de capital humano como físico. «La falta de medios suficientes, combinada con una burocracia compleja, dificulta llevar a cabo los procesos con la diligencia deseada», señala Hidalgo.
Otro reto es reducir las significativas disparidades existentes entre administraciones. del análisis de Esade se desprende que, mientras en términos absolutos Cataluña y Madrid lideran las concesiones, en términos per cápita son País Vasco, Aragón y Castilla-La Mancha las regiones más avanzadas, «ofreciendo una visión sustancialmente diferente de la capacidad de absorción regional». Así, mientras en País Vasco los fondos concedidos alcanzan los 696,7 millones per cápita, en Ceuta apenas llegan a 28,7; en Melilla a 142,8 y en Navarra, a 212,8.
Esade constata también que, pese a que los Fondos NextGen estaban llamados a transformar la economía, los sectores más beneficiados son la construcción, el comercio y, en tercer lugar, información y comunicaciones, por delante de la hostelería. También el sector ferroviario, que se ha llevado, a través del gestor de infraestructura Adif, buena parte de las ayudas concedidas hasta la fecha.
«Esta distribución plantea interrogantes sobre la capacidad transformadora real del programa (...) la relativa concentración en sectores tradicionales podría indicar que los fondos están reforzando estructuras económicas existentes más que catalizando una verdadera transformación del modelo productivo», avisan los autores del informe.
Eso sí, con un matiz importante, y es que la clasificación se ha realizado en función de la actividad principal declarada por las empresas beneficiarias. Es decir, incluiría como fondos concedidos a hostelería una partida destinada a la transformación digital de un hotel, por ejemplo, lo que si supondría una transformación económica. Lo mismo ocurriría con las partidas destinadas a mejorar la eficiencia energética y la economía circular.
«Existe un consenso parcial: parte de los fondos se han aplicado correctamente a los objetivos previstos, aunque no necesariamente de la manera que todos hubieran deseado», concluye Hidalgo, que cree que para poder determinar si los fondos se han utilizado bien «se requerirá tiempo y una análisis pormenorizado». En todo caso, añade, «la eficiencia de estos fondos para transformar la economía es dependiente de la agilidad en la asignación de los procedimientos, algo que está lejos de ser óptimo».