Dimisión en bloque en el macrofondo de pensiones de Escrivá: «Fue un absoluto desastre desde el principio»

Tres años después de su aprobación, el macrofondo de pensiones de José Luis Escrivá consuma su pinchazo. Cinco de los consejeros independientes anunciaron ayer su dimisión en bloque ante la falta de avances, dejando el órgano prácticamente descabezado y abocándolo a un futuro incierto.

El macrofondo, aprobado en febrero de 2022, iba a ser una de las medidas estrella del hoy gobernador del Banco de España para fomentar el ahorro de cara a la jubilación, captando miles de millones de euros de pensiones privadas de funcionarios, trabajadores de pymes y autónomos.

Sin embargo, cinco miembros independientes de su comisión especial de control renunciaron ayer, culpando a la inacción del Gobierno, las gestoras y los sindicatos. La comisión constaba de 13 miembros: cinco nombrados por el ministerio, cuatro por los sindicatos y cuatro por organizaciones patronales.

Problemas con las remuneraciones

El macrofondo «ha sido un absoluto desastre desde el principio», según ha revelado un integrante de la comisión de control al diario El País bajo condición de anonimato. Según su relato, tan solo ha habido dos reuniones formales en dos años y medio, y el proyecto quedó paralizado tan pronto como Escrivá abandonó el ministerio para ocupar su nuevo despacho frente a la plaza de Cibeles.

Aunque los planes de empresa ya existían, la diferencia que introduce este anteproyecto de ley era la «implicación directa» por parte del Estado y, en concreto, de la Administración Pública y de la Seguridad Social, en la promoción de los fondos de empresa.

La medida de Escrivá, no obstante, ha sufrido problemas desde el primer momento, entre otros motivos por problemas para cubrir las remuneraciones de la comisión de control, que iban a proceder del patrimonio del fondo.