El presidente de Prisa, Joseph Oughourlian.
Los afines a Sánchez lo tienen difícil: Oughourlian no saldrá de Prisa por menos de 800 millones
Mientras el Gobierno intenta recuperar el dominio sobre El País y la Cadena SER, el francés de origen armenio sigue desplazando a quienes eran cercanos a José Miguel Contreras, el hombre del Gobierno en la compañía hasta que fue despedido
Empieza la criba en Prisa: Oughourlian descabeza la SER y despide a cuatro altos cargos
El viernes pasado The Objective desvelaba un plan según el cual los accionistas de Prisa afines a Sánchez plantearán como muy tarde a Oughourlian en la primera semana de junio comprarle los medios del grupo por 400 millones de euros, adquirir su participación del 29,7 % que tiene a través del fondo Amber Capital y que le ubica como principal accionista o sumarle también la del 11,7 % de Vivendi, segundo principal accionista.
Por si el francés no se pliega, algo que no parece que vaya a ocurrir, The Objective recuerda que el Gobierno busca argumentos jurídicos y legales para arrebatar la gestión de Prisa a Oughourlian. Por lo visto se basa en que la editora de El País es una empresa estratégica que no puede estar en manos de un fondo de inversión con sede en el extranjero. Si encuentran los argumentos adecuados, según el medio podría producirse una intervención coordinada del Ministerio de Economía, la CNMC y la CNMV que terminara con la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales) asumiendo el 29,7 % de Oughourlian después de pagarle un precio de mercado y poniendo al Gobierno al mando.
Oughourlian no se plantea vender su participación y dejar tirados a quienes convenció para que entraran en Prisa y le apoyaran
Hasta aquí la estrategia de los afines a Sánchez, que tiene poco que ver con el modo de ver la jugada en la actual dirección del Grupo Prisa. Su presidente y principal accionista, Joseph Oughourlian, tiene claro que no saldrá de Prisa salvo que alguien presente una oferta de compra por el 100 % de la compañía, según fuentes conocedoras. Equivaldría al desembolso de 871 millones de euros, una cifra muy difícil de alcanzar para los afines, y que ni siquiera se plantean. La pregunta más complicada de responder es qué inversores serían capaces de inmolarse poniendo esa cifra encima de la mesa, sabiendo que los medios de comunicación del grupo ofrecen una dudosa rentabilidad (el 50 % de los ingresos de la compañía y el 70 % del beneficio operativo -ebitda- lo da Santillana) y que la refinanciación de la ingente deuda está condicionada por los acreedores a la permanencia de Oughourlian y su equipo. Los afines a Sánchez tendrían que ofrecer a los inversores algo muy sustancioso para convencerles.
Oughourlian no piensa en vender su participación porque no puede abandonar a quienes ha convencido para que entren en la compañía. Entre ellos están los fondos institucionales extranjeros que se sumaron al accionariado en su reciente y polémica ampliación de capital y los accionistas que le apoyaron de manera abrumadora en la junta de accionistas de mitad de este mes. Abandonarlos hundiría su reputación en el mercado, y su objetivo es seguir haciendo negocios con ellos.
Como ya contábamos en este artículo, los afines a Sánchez están removiendo Roma con Santiago a la búsqueda de inversores para su proyecto, pero de momento no han presentado ninguna oferta formal, y Oughourlian no se bajará de los 800 millones de euros.
Los afines a Contreras siguen desapareciendo
Como ya contábamos en este artículo de febrero, Oughourlian despidió a José Miguel Contreras como director de Contenidos de la compañía tras constatar que había en marcha una maniobra para desalojarle de la gestión de la empresa. Además, estaba empujando para lanzar TelePedro, la televisión que el Gobierno quería lanzar a través de Prisa y que Oughourlian no veía ni en pintura.
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Desde que se produjo este bombazo, claramente una declaración de guerra a Moncloa, el francés ha ido maniobrando con mucha habilidad para asegurarse la mayoría en la empresa y devolver al grupo a su línea editorial de centro-izquierda, abandonando la línea sanchista de los últimos tiempos.
En esta línea fueron los despidos de altos cargos que adelantamos la semana pasada en El Debate, todos cercanos a Contreras y a su proyecto de televisión gubernamental que abortó Oughourlian.
Entre los nuevos nombramientos hay alguna clave más que apunta en esta nueva línea que quiere seguir el presidente de Prisa. La más clara es el nombramiento de Fran Llorente como nuevo director editorial y de Contenidos de radio y Negocio Audiovisual. En la práctica es el sustituto de Contreras, con el que fuentes conocedoras señalan que acabó mal.
Fran Llorente, nuevo director de Contenidos, acabó mal con Contreras y en principio no es sanchista
Llorente sustituyó a Alfredo Urdaci como director de los Servicios Informativos de TVE en abril de 2004. Entre septiembre de 2007 y 2013 consiguió que sus telediarios fueran líderes de audiencia. En 2021 se incorporó a Prisa. Ahí trabajó con Contreras y, según algunas fuentes, acabó harto de él por diferencias en el trato y por el interés del exdirector de Contenidos en vender sus productos audiovisuales a la compañía, algo a lo que él no se plegaba.
Llorente, por tanto, no es cercano a Contreras, el hasta hace unos meses hombre de Sánchez en el grupo; se opuso a TelePedro, como Oughourlian, que no veía ninguna lógica empresarial a una televisión que iba a obtener como mucho el 2 % de audiencia; y, por último, no es sanchista.
Este es el perfil del nuevo director de Contenidos de Prisa, que refleja la nueva línea desanchizadora que seguirán El País y la Cadena SER a partir de septiembre si al Gobierno no se le ocurre algo para impedirlo y consigue evitarlo.