Los Escribano asientan su poder en Indra y serán los grandes reyes de la defensa en España
Los hermanos Ángel y Javier Escribano se están moviendo con mucha habilidad y ambición para crear un gigante, y parece que no van a tener grandes frenos para lograrlo
El presidente de Indra, Ángel Escribano, junto al consejero delegado, José Vicente de los Mozos.
Los Escribano siguen haciéndose fuertes en Indra, y todo apunta a que finalmente controlarán en torno a un 25 % de la compañía una vez se fusione con su empresa familiar. Con ello se consolidarían como el segundo accionista más importante de la firma, tan solo por detrás del Gobierno, que posee un 28 % a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). La suma de ambos rebasaría el 50 %, y juntos podrán tomar las decisiones que quieran; por ejemplo, renovar el consejo de administración para tenerlo más a su favor. Once de sus dieciséis consejeros verán vencer su mandato este año.
La suma de acciones de Escribano y la SEPI les dará carta libre para hacer lo que quieran
De momento, la compañía sigue avanzando en su objetivo de configurarse en el gran gigante español de defensa. Como contábamos en este artículo, Indra está aún muy lejos de ser uno de los líderes mundiales del sector. De acuerdo con el ranking de Defense News, ocupa el puesto 87, muy lejos de las principales empresas estadounideses, chinas y europeas, pero la gran inversión que va a llevarse a cabo en el mundo de la defensa promueve el interés de los inversores y de consejeros o empleados afines a los que pueda colocar al Gobierno.
Indra sigue creciendo en tamaño, y pocos dudan de que Escribano será una de sus próximas adquisiciones. El conflicto de interés es evidente por ser la empresa del actual presidente de Indra (Ángel Escribano) y estar dirigida por uno de sus consejeros (su hermano Javier), pero en la compañía consideran suficiente que la operación esté siendo estudiada por un comité de independientes en el que no están los hermanos.
Junto con el conflicto de interés, el principal freno para la operación era que Indra asumiera la deuda de Escribano. Según fuentes conocedoras, esta deuda ha descendido considerablemente por el crecimiento de la empresa de los Escribano (han pasado de facturar 51 millones en 2018 a 355 millones en 2024). Ya es pequeña y no se considera un problema.
Otro punto de polémica era la valoración de la compra de Escribano, que fuentes del mercado sitúan entre los 1.000 y los 1.500 millones de euros. Expertos del sector financiero no la ven excesiva por el boom que está viviendo el negocio de la defensa, e incluso piensan que podría ser superior.
Si se salvan estos obstáculos, la operación tiene lógica empresarial. Escribano trabaja en un campo de la defensa en el que no está Indra: las estaciones de armas presentes en blindados y barcos de guerra que venden en todo el mundo. Serían complementarías.
Se da por hecho que la compra de Escribano por parte de Indra saldrá adelante
Con ello Indra seguirá aumentando su tamaño a través de adquisiciones, como viene haciendo la compañía especialmente desde que Ángel Escribano fue nombrado presidente en enero. Desde entonces se ha hecho con la mayoría de Tess Defence, la compañía que lidera el programa del Vehículo de Combate sobre Ruedas (VCR 8x8) Dragón; ha creado una filial nueva para fabricar vehículos militares (Indra Land Vehicles) y ha adquirido la antigua planta de calderería pesada de Duro Felguera en Gijón con la idea de reconvertirla en planta de producción de blindados; ha comprado el negocio de drones de la firma española Aertec...
Sobre la evolución de Escribano, llaman la atención cuestiones como que entre 2022 y 2024 haya recibido adjudicaciones del Ministerio de Defensa por valor de 737 millones de euros, un 66 % más que los 445 millones que asignó a Indra, según los datos del Observatorio de Seguridad Nacional de Opina 360.
Quizá por datos como este, accionistas de Indra como Joseph Oughourlian -presidente de Prisa- ve con buenos ojos la adquisición de Escribano, y que el antiguo presidente de esta firma haya pasado a ser el presidente de Indra: «Ahora la compañía lo tiene claro. Tiene un presidente que va a toda velocidad y que lo va a hacer bien. Es un industrial. Conoce ese mundo, y va a seguir haciéndolo bien», decía hace un tiempo.
Dos anécdotas ilustran su manera de ser y de actuar. En los años 90 se fue en bicicleta a la cercana Cosntrucciones Aeronáuticas (Airbus), se inventó que tenía una reunión con el director comercial y le convenció para que les encargara reparar piezas del Eurofighter, el avión de combate europeo, y fabricar piezas del lanzador Ariane 5. Aquello les sirvió para diversificar el negocio y crecer.
La segunda anécdota tuvo lugar en 2011. Conoció a un profesional que trabajaba en Omán. Le consiguió unas entradas para ir al fútbol, se lo ganó y este le puso en contacto con un fondo soberano de Omán. El fondo acabó entrando en Escribano en el año 2016 con una inversión de 18 millones de euros y salió en 2020 tras recomprarles los hermanos su parte. El fondo dio a Escribano su primer gran impulso, que le llevó a facturar 51 millones de euros en 2018.
Los Escribano empezaron a estar más de actualidad en torno a marzo de 2023, cuando compraron alrededor de un 3 % de Indra, que poco después pasó a ser el 8 %. Como se puede ver en esta entrevista que hicimos a Ángel Escribano hace justo un año, por aquel entonces nada hacía pensar que pudiera convertirse en presidente de Indra. Nos contaba el mensaje del Gobierno a las empresas españolas de defensa para que cogieran tamaño porque la inversión iba a crecer, su idea de contribuir a que Indra fuera una gran empresa del sector, y su objetivo de convertir a Escribano en un gran referente de este negocio. Cinco meses después de aquella entrevista, Ángel Escribano se convertía en el presidente de Indra haciendo valer que eran los segundos mayores accionistas de la compañía y ya tenían el 14,3 % de las acciones. A sus 53 años, parece que puede seguir al frente durante un tiempo.