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Ángela Melero en la redacción de El Debate

Ángela Melero en la redacción de El DebateThorun Piñeiro

Entrevista

Ángela Melero, presidenta de Concapa: «La educación concertada le sale barata al Estado»

Los profesores y los alumnos son los dos pilares básicos que conforman la comunidad educativa. Las condiciones y formas de educar de los primeros y los resultados y maneras de actuar de los segundos constituyen el centro de las miradas del resto de la sociedad, que asiste a la formación de sus nuevos ciudadanos.

Sin embargo, hay otro agente que también participa activamente en este proceso y que, en ocasiones, se da por olvidado. Se trata de los padres y las madres, que tienen la labor de continuar con esa educación en casa, además de tomar partido en la vida de los centros mediante las asociaciones de padres, el desarrollo de diferentes actividades o la comunicación continuada con los docentes.

Para analizar el estado actual de la educación en España y, más concretamente, de la concertada, El Debate entrevista a Ángela Melero, presidenta de la Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y padres de Alumnos (Concapa).

— En primer lugar, Ángela, ¿cómo valoran desde Concapa la situación actual de la educación en España?

— Bueno, no está bien, pero se mantiene. Creemos que la calidad ha bajado. Ahora, con el enfoque en competencias, ya no importan tanto los contenidos, sino que el alumno sea competente o capaz de hacer ciertas cosas. Además, vemos muchos problemas: la baja natalidad, la burocratización excesiva del profesorado… Hay muchos factores que hacen que, aunque el sistema funcione, podría estar mucho mejor.

La educación concertada se caracteriza por nutrirse de fondos públicos, ¿considera que está infrafinanciada?

— Sí, lo está. No es cierto que esté demasiado financiada. Hay datos que lo confirman: la educación concertada resulta barata para el Estado porque son las fundaciones las que asumen el mantenimiento de las instalaciones, por ejemplo. La financiación que recibe un alumno en la pública no tiene nada que ver con la de uno en la concertada. Pero claro, cada cual vende su discurso. Y la educación, políticamente, vende.

Ángela Melero en la redacción de El Debate

Ángela Melero en la redacción de El DebateThorun Piñeiro

Gracias a que existe educación financiada con fondos públicos, la brecha social disminuye al tener las familias la libertad de elegir una red u otra en función de su conciliación, economía.... Si no existiéramos, muchos no podrían acceder a la educación privada por falta de recursos y esa educación se convertiría en elitista.

¿Cree que existe algún tipo de discriminación hacia la concertada o la privada?

— No diría que es discriminación, porque estamos financiados con fondos públicos, pero esos fondos podrían gestionarse mejor y distribuirse de manera más equitativa. No nos quejamos porque, en general, hay un equilibrio, pero sí creemos que las ayudas podrían ser mayores. Al final, el dinero público es de todos.

— Desde el Gobierno se lanza un discurso que parece demonizar a la concertada. ¿Qué opina?

— Ese discurso no tiene nada que ver con la realidad. Los padres que elegimos la concertada lo hacemos dentro de la legalidad y de la libertad de elección. Optamos por una opción financiada con fondos públicos, en base a una ley de conciertos. Tenemos el mismo derecho a elegir una educación con identidad religiosa que otros a elegir una educación laica. No estamos fuera del sistema, y lo que pedimos es respeto y que no se nos señale.

¿Considera que los padres se han ido desvinculando de la vida de los centros educativos?

— Sí, en algunos casos los padres han estado apartados, y eso también depende de cada centro. A veces ha sido por miedo: si algo te incomoda, lo apartas. Pero los padres tenemos una gran responsabilidad en la educación de nuestros hijos, y tenemos derecho a opinar. No llevamos a nuestros hijos a un campo de concentración, sino a un centro donde deben estar a gusto, aprender y ser respetados. Por eso, también debemos poder intervenir cuando sea necesario.

Tenemos el mismo derecho a elegir una educación con identidad religiosa que otros a elegir una educación laicaÁngela MeleroPresidenta de Concapa

¿Cómo podría revertirse esta desvinculación en los próximos años?

— Todo depende de la voluntad. Si el centro tiene voluntad de que los padres participen, lo hará posible. No es solo una cuestión educativa, es algo general en la vida. Si hay voluntad, hay acuerdo. Si no, por miedo o por otras razones, no se avanza. Pero la clave está en abrir puertas, no cerrarlas.

Con la nueva ley educativa, hay quien afirma que se están regalando aprobados. ¿Lo comparte?

— No se regalan aprobados a todos, pero sí se ha bajado el nivel. En algunos casos, se hace la vista gorda. Parece que se ha renunciado a exigir y se justifica diciendo: «ya lo logrará en algún momento». Eso es competencia, sí, pero también es una bajada del listón. No es generalizado, pero ocurre.

¿Qué acciones están llevando a cabo desde Concapa para mejorar la educación?

— Participamos en varios órganos de representación, como el Consejo Escolar del Estado o el Observatorio de la Convivencia. Estamos junto a sindicatos y otras asociaciones porque las familias son fundamentales. Los hijos pueden no ser de todos, pero sí son nuestra responsabilidad colectiva. Buscamos consensos con el gobierno, los sindicatos y otros actores. Todos queremos lo mismo: una educación de calidad. Y eso se consigue desde la colaboración.

Si un modelo no ha funcionado en Europa, ¿por qué repetirlo aquí?Ángela MeleroPresidenta de Concapa

Como mencionaba, si hay voluntad, hay posibilidad.

— Exacto. Hay que tener una mente abierta. No pasa nada por equivocarse; lo importante es evaluar y mejorar. Si un modelo no ha funcionado en Europa, ¿por qué repetirlo aquí? En lugar de copiar lo que ha fallado, deberíamos tener la valentía de construir algo mejor. Tenemos ejemplos dentro de España: Castilla y León y Asturias destacan en el informe PISA. ¿Por qué no extrapolar lo que funciona?

Para cerrar, ¿cuál diría que es la prioridad máxima en el sistema educativo actual?

— Es difícil decirlo porque depende de las decisiones políticas, y eso puede ser peligroso si hay demasiados intereses creados. Desde Concapa, defendemos la libertad de enseñanza, el derecho constitucional de los padres a elegir la educación de sus hijos y, sobre todo, la calidad educativa. Una sociedad con buena educación es una sociedad que progresa. Necesitamos personas con criterio, preparadas para resolver problemas, no para crearlos.

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