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29 de marzo de 2024

Elvira Rodríguez, durante su visita a la redacción de El Debate

Elvira Rodríguez, durante su visita a la redacción de El DebatePaula Argüelles

Referente económico del PP

«Las cuentas del sector público español están quebradas en estos momentos»

Ha sido ministra de Medio Ambiente con José María Aznar y presidenta de la CNMV. Por ello, y por ser una de las primeras mujeres Interventoras de Hacienda, Elvira Rodríguez Ferrer es una de las mejores conocedoras de la economía española. Actúa de facto como la ‘ministra de Economía y Hacienda’ del gobierno en la sombra de Pablo Casado. De continuar las encuestas por su actual rumbo, probablemente vuelva de nuevo a ocupar cargos de máxima relevancia en el Gobierno de España. De ahí el interés por conocer sus opiniones sobre los dineros de las políticas y la política del dinero 

Elvira Rodríguez, en El Debate

–¿Le sucederá a Pedro Sánchez lo mismo que José Luis Rodríguez Zapatero? ¿Caminamos en España hacia un tercer rescate?
–Hay determinadas cuestiones que hacen que Pedro Sánchez se parezca mucho a José Luís Rodríguez Zapatero y a sus vivencias al frente del Gobierno de España. Lanzarse, por poner los últimos ejemplos, a una serie de políticas de gasto, que más bien parecen regalos que otra cosa, o tener unas cuentas desequilibradas.
El Presidente Zapatero, con la pérdida de casi trece puntos de déficit en dos años, que fue lo que le pasó, se encontró en Europa con una política presupuestaria muy estricta, que nos abocaba a un rescate en el término ortodoxo de la palabra.
Ahora, durante dos años, Europa ha dejado de exigir una política fiscal estricta. Por eso, el Gobierno de Sánchez dice que no hay reglas fiscales. Sin embargo, el resultado es que tenemos un nivel de endeudamiento insostenible

Tenemos un nivel de endeudamiento insostenible

Si no viene un rescate, puede venir una situación muy problemática, porque el Gobierno no se autodisciplina fiscalmente. Las cuentas del sector público español, en este momento, si las comparamos con las de cualquier empresa, son las de una unidad quebrada.
–¿Qué efecto tendrán estos nuevos Presupuestos si se aprueban tal y como están ahora?
–Recordemos que sin política monetaria y sin política de cambios, los Presupuestos Generales del Estado son la herramienta de política económica más potente en manos de un Gobierno para, en este caso, conseguir crecimiento sostenido y empleo estable, que es lo que necesitan los españoles.
El primer efecto de estos Presupuestos es que no van a servir —es un efecto a la contra— para lo que deben de servir unos Presupuestos. Su fundamento, que es el cuadro macro, es como una pieza de atrezo; sobre todo después de la revisión que hizo a la baja el Instituto Nacional de Estadística y el Fondo Monetario Internacional.
Si la estimación de recaudación no es correcta, y Sánchez ha planteado una cifra de gasto ligeramente superior a la del año pasado, perjudicarán al déficit. Y esto significa que, para atender al gasto, tienes que acudir al mercado de deuda. Los Presupuestos que han preparado parten, como decía, de unas bases que vienen tocadas desde el principio. No servirán a para generar crecimiento y empleo.

Los Presupuestos que han preparado parten de unas bases que vienen tocadas desde el principio. No servirán a para generar crecimiento y empleo

–¿Podrá España seguir colocando la deuda con tanta facilidad como hemos venido haciendo hasta ahora?
–Cuando otros países europeos empiecen a crecer por delante de España, el Banco Central Europeo empezará a retirar sus apoyos en la compra de deuda del mercado secundario.
–¿Detecta usted algún otro problema en estos Presupuestos?
–El Gobierno está hablando de inversión social, pero lo que están poniendo en el presupuesto es gasto corriente y, en muchos casos, gasto estructural. Europa está pidiendo que se avance hacia la ortodoxia fiscal y que no se incremente los déficits estructurales. El camino que lleva el Gobierno es justo lo contrario. El efecto último puede ser incluso que paren los envíos de los fondos de reconstrucción europeos.

El efecto último de estos Presupuestos podría ser incluso que paren el envío de los fondos de reconstrucción europeos

–Hablando de efectos a corto y medio plazo. ¿Cómo espera que se comporte la economía española de aquí a final de año? ¿Ve signos esperanzadores?
–La esperanza es que la economía está cada vez más abierta, dado que Europa está cada vez más abierta. Esto significa que la economía, en la que tienen mucho peso los servicios, tiene que ir mejor, lógicamente. Si salimos más, cómo se está saliendo, si se va abandonando el teletrabajo al 100% y empieza a venir a España el turismo exterior, nuestra economía se tiene que mover y se tiene que animar por razones obvias, porque la causa de la crisis era el cierre.
Por el camino, y también por cómo se ha gestionado económicamente la crisis en España, vamos a ver cuál es el efecto estructural de todo esto sobre nuestro tejido productivo. En otros países salieron con ayudas a las empresas en un momento temprano. Aquí, cierto que se han mantenido rentas, pero la parte de la solvencia de las empresas ha estado mucho más retrasada y mucho menos cuidada.
–A parte del factor gubernamental, ¿existe algún factor exógeno a tener en cuenta?
–Sí, la crisis energética mundial. Nos estamos acercando al invierno, y al abrirse toda la economía del mundo, hay mucha más demanda de energía y de materias primas. Y eso está generando un encarecimiento. Por un lado, de la energía, con los problemas y tensiones que estamos viviendo con el gas en estos últimos días, que encarece mucho los costes fijos de las empresas y variables de las empresas. Y, por otro lado, tenemos las propias materias primas, los semiconductores, chips... En fin, que lo que se está generando es una inflación como hacía mucho tiempo que no conocíamos.
Entonces, la inflación, la subida de energía y los daños estructurales que podamos tener, unidos a que los indicadores de comercio y turismo no están tan boyantes como pretende hacernos creer el Gobierno… Puede que nuestra economía tarde mucho más en recuperarse
Por eso mismo, era importante que se acertara con los Presupuestos. Era importante que en los Presupuestos hubiera más ayudas a las empresas y una revisión a la baja de impuestos. De momento, no estamos viendo nada de eso y, en cambio, sí vemos que podría haber problemas con nuestra competitividad.

Era importante que en los Presupuestos hubiera más ayudas a las empresas y una revisión a la baja de impuestos

–¿Cómo espera que evolucione el precio de la luz? ¿Cuándo cree que bajará?
–Aquí, con respecto al precio de la luz que pagan los particulares, hay varios niveles en los que se debía de actuar.
El primero, una actuación muy a corto plazo, que es trabajar sobre el recibo, que es lo que hemos propuesto desde el Partido Popular en el Parlamento, y sobre los impuestos que se incluyen en el recibo. Las políticas energéticas queremos sacarlas del recibo.
Es decir, que no recaiga el peso de todas las renovables de primera generación o la financiación del extracoste insular sobre quienes consumen electricidad y, especialmente, sobre los que no pueden llegar a acuerdos bilaterales. En fin, ese tipo de cuestiones que están dentro del recibo, queremos sacarlas de ahí.
Después van una serie de impuestos, como el IVA, que se bajo del 21 al 10 de forma temporal. Nosotros proponemos que sea el 10% de forma estructural. Queremos eliminar el impuesto a la generación; es decir, bajar esa carga impositiva, porque al final son los hogares y las pequeñas empresas quienes más lo sufren. Pero aun colocándonos con un recibo disminuido, si el gas continúa disparado, seguiríamos teniendo un porcentaje de incremento importante.
–Entonces, ¿qué está pasando?
–Está pasando que España, no siguiendo lo que sí han hecho otros países de nuestro entorno, ha renunciado a unas fuentes energéticas de seguridad para cuando suceda lo que precisamente está sucediendo ahora con el gas. Macron, por ejemplo, ha anunciado una campaña de fabricación de minicentrales nucleares para tenerlas como seguro cuando pasen este tipo de cuestiones. Y las nucleares no emiten CO2.
Elvira Rodríguez, durante la charla con El Debate

Elvira Rodríguez, durante la charla con El DebatePaula Argüelles

Dado que vamos por delante en los objetivos de descarbonización, podríamos habernos guardado un seguro para que en una situación como la actual pudiéramos entrar con carbón y no te perjudicará tanto la subida de precios de gas, porque el precio del carbón es más estable. Ahora hablar de carbón parece un anatema, pero es, por ejemplo, lo que ha hecho Alemania y en ese sentido tenemos que trabajar.
–Mencionaba usted el CO2. ¿La política de incremento de coste por la emisión de CO2 que estamos siguiendo en este momento de crisis es la correcta?
–Nosotros queremos hacer una electrificación con renovables. Lo que no se puede hacer es lo que ha hecho el Gobierno, que en su último Decreto Ley ha perjudicado a las energías renovables. Ahora parece que, además de las nucleares, que no emiten, le tienen tirria a la hidroeléctrica.

Ahora parece que, además de las nucleares, le tienen tirria a la hidroeléctrica

Hay que ser congruente, y no ponerle trabas a aquellos que les habías lanzado un mensaje de que fueran invirtiendo, porque ibas a ir dejando cada vez más hueco para renovables. En el campo de la electricidad deberíamos tener algo que al Gobierno le falta: seguridad jurídica. Pero tienen en los genes el «yo dispongo porque me viene bien y por medidas populistas», en vez de a tomar una medida estructural viendo todos los problemas colaterales. Actuar así es algo a los que este Gobierno socialista ya nos tiene acostumbrados.

En el campo de la electricidad deberíamos tener algo que al Gobierno le falta: seguridad jurídica

–¿Qué aspectos comparte, y cual no, sobre las propuestas que está haciendo el Gobierno a cerca de las reformas de las pensiones: retraso en la edad de jubilación, subidas en función del IRPF, etc.? ¿Qué medidas tomaría el Partido Popular?
–Nosotros estamos pidiendo, nos lo está pidiendo Europa también, una serie de reformas que se exigen para cobrar los fondos europeos. Si nosotros tenemos un riesgo fiscal, la pieza de riesgo fiscal más importante son las pensiones, porque tenemos una estructura demográfica en España con el baby boom de los sesenta muy particular. Se nos va a jubilar mucha gente de golpe y hay mucha menos gente incorporándose al mercado de trabajo. El sistema de pensiones es un sistema de reparto, en donde los que trabajan financian a los pensionistas existentes.
Y como la perspectiva es que el gasto se va a incrementar mucho en los próximos años, hasta 2050, aproximadamente, deberíamos de generar los ingresos necesarios para no tener una fuente de déficit y apelación al endeudamiento durante un montón de años, porque además es una diferencia que se abre.
Aquí entran varios factores. La revalorización de los pensionistas actuales y el derecho a la pensión de los pensionistas futuros, de los que están cotizando hoy para comprar cobrar las pensiones dentro de diez años. 
- Entonces, ¿Qué quiere el PP aquí? 
- En el Pacto de Toledo dijimos que había que dar sostenibilidad al sistema de tal manera que hubiera una equidad vertical, quiero decir, que las pensiones mínimas, o los que cotizan menos, sigan teniendo derecho a una pensión.
–¿Qué ha hecho el Gobierno?
–Con la revalorización del IPC tiran para adelante, pero que a ver qué factor de equidad intergeneracional ponen encima de la mesa… Queda claro que la revalorización con el IPC prioriza a los actuales pensionistas. Y ahí están las penalizaciones por la jubilación anticipada, que es lo que nos llevó a nosotros a hacer una enmienda a la totalidad con petición de devolución.
El factor de sostenibilidad que aprobó el Partido Popular lo derogó y deja un hueco, jurídicamente insólito, diciendo que crearán un factor de equidad intergeneracional que cerrará el círculo, que aprobaremos por diálogo social y si no se aprueba por diálogo social, lo aprobará el Gobierno y lo incluirá en la Ley mediante una enmienda.
Esto es insólito. Usted me trae la ley a trozos. Llévesela y me la trae completa, para que yo la vea y juzgue si estoy de acuerdo, o no. Y también en estos días hemos leído que Europa está preocupada, porque vuelven a decir que las pensiones públicas en España son uno de los factores de mayor desequilibrio fiscal.

Usted me trae la ley a trozos. Llévesela y me la trae completa, para que yo la vea y juzgue si estoy de acuerdo, o no

De momento, el ministro ha arreglado algo, porque ha pasado gastos del sistema de pensiones a pagarlo con impuestos. Pero si buscamos consolidarlo todo, como hay que hacer, da igual que la pieza esté del lado de las pensiones, que de las cotizaciones sociales, que del lado de los impuestos. El problema fiscal no lo resuelve.

Europa está preocupada, porque vuelven a decir que las pensiones públicas en España son uno de los factores de mayor desequilibrio fiscal

–¿Por qué le parece mal la subida del salario mínimo interprofesional?
–Pese a lo que digan las vicepresidentas, primera y segura, seguimos en crisis y con muchísimo desempleo. La subida del salario mínimo internacional puede incrementar los costes de las empresas y, además, tiene su repercusión en las cotizaciones sociales, genera falta de competitividad y estropea todavía más el sistema.

Pese a lo que digan las vicepresidentas, primera y segura, seguimos en crisis y con muchísimo desempleo

La subida que ha habido en los últimos años nos parecía que había sido lo suficientemente potente para esperar un poco más. Hay, sobre todo, dos sectores en donde vamos a ver qué efectos tiene. El sector agrario, el agrícola, que paga mucho, mucha peonada, y con en el salario mínimo del sector del servicio doméstico, en donde se han visto señales con las subidas anteriores de que la gente pasa a la economía sumergida una vez que haces esto.
–¿Qué medidas urgentes tomaría usted en el mercado laboral para favorecer la creación de empleo?
Elvira Rodríguez, durante la entrevista

Elvira Rodríguez, durante la entrevistaPaula Argüelles

El mercado laboral, desde luego, yo lo que haría es no retroceder ni un paso en la flexibilidad. Necesitamos un mercado. A la izquierda, cuando hemos debatido, no les gusta que al mercado laboral se le llame mercado, pero tiene oferta y demanda, demandantes y ofertantes de puestos de trabajo.

A la izquierda, cuando hemos debatido, no les gusta que al mercado laboral se le llame mercado, pero tiene oferta y demanda, demandantes y ofertantes de puestos de trabajo

–Entonces, ¿qué haría?
–Como le digo, no quitar la flexibilidad que tenemos en este momento para los acuerdos de las empresas, para no ir a los convenios colectivos de ramas, sino al convenio colectivo de empresa, que ha venido muy bien. También seguiría avanzando en tomar medidas que a lo mejor no son tanto del mercado laboral, pero que ayudan, como son las de conseguir empleabilidad. Es decir, información continua para que cuando se pierda un empleo se pueda ganar otro, y con los que se incorporan al mercado de trabajo.
La verdad es que desde que nos confinaron en nuestra casa el catorce de marzo, estamos viviendo cosas que no hemos vivido nunca. Esta crisis ha sido producida, porque nos han encerrado a todos y han parado la economía a tope, pero cuando se ha abierto estamos empezando a ver tensiones en el mercado de trabajo que quizá no vengan solo por la crisis. Lo estamos viendo en el Reino Unido, pero nos están diciendo que ya pasa también en España.
Es decir, hay muchísimo paro. Tenemos el doble de paro que los países de nuestro entorno, con lo cual nos lo tenemos que hacer ver. Tanto en personas maduras como en los jóvenes, tenemos unas cifras insostenibles que están en torno al 35, al 36 %, y un paro del 15 % como media.
Pero al mismo tiempo estamos teniendo señales de que no se consiguen trabajadores especializados...
–Lo que nos contaban de los camioneros en el Reino Unido, parece que estamos empezando a tener similares en España con gente para que conduzca a los camiones, sobre todo ahora que hay muchísimo más comercio basado en logística.
Gracias a las reuniones que hemos estado teniendo para la Convención del PP con los sectores más diversos, sabemos que el sector de la construcción está teniendo problemas de trabajadores especializados. Otro tanto sucede con el sector del comercio, también para ir por delante todo lo que viene con el comercio electrónico, y hasta con el propio sector del turismo.
Esto es algo en lo que deberíamos trabajar. Hacer que la gente esté preparada para casar la oferta y la demanda. Porque es muy triste que haya estos niveles de desempleo tan altos y luego haya puestos de trabajo que no se puedan cubrir. Ahí queda un campo muy grande de reforma que, desde luego, no pasa por meter más rigideces al sistema.

Queda un campo muy grande de reformas que, desde luego, no pasa por meter más rigideces al sistema

–Hablando sobre el desempleo de la gente joven. ¿Qué se podría hacer para que los jóvenes tengan un empleo seguro y de calidad?
–Los empleos los crean las empresas. Luego, lo primero que tenemos que hacer es una política económica encaminada a no poner trabas ni palos en las ruedas a las empresas para que puedan actuar y generar ese empleo que le vendría bien a los jóvenes.
Tenemos que dejar que la economía se adapte, que sea flexible, que cubra lo que se necesita cubrir y cuando se necesita cubrir. El empleo que surge de ahí es el de mejor calidad y el más estable.
Tenemos que tener claro qué se va a necesitar hoy, mañana y pasado. Tenemos que adelantarnos a ver cómo está la situación. Tenemos que mirar el mundo y ver por dónde va las cosas. Hay profesiones que desafortunadamente se han quedado obsoletas. A esas personas hay que cambiarles el chip, en el sentido de poner los medios para que se puedan adaptar a los nuevos trabajos que surjan. A los jóvenes tenemos que darle empleabilidad. Lo que se necesita es gente con una determinada formación. Para eso hay que hacer esas políticas públicas, sí, pero pensando en un todo y no en el cortoplacismo y en lo fácil.

Hay profesiones que desafortunadamente se han quedado obsoletas. A esas personas hay que cambiarles el chip, en el sentido de poner los medios para que se puedan adaptar a los nuevos trabajos que surjan

–Europa suele recriminar que los sueldos en España son bajos. ¿Cuáles serían las políticas del Partido Popular en este sentido?
–Los salarios son bajos, pero tampoco lo podemos ver con el poder adquisitivo medio de otros países de nuestro entorno. Ni siquiera con la estructura de costes.
El otro día me contaban de una provincia española, no voy a decir cuál, me decían que alquiladas una casa por la mitad de lo que la alquilas en Madrid, y a lo mejor con un dormitorio más que en Madrid por ese mismo precio, y que el coste de la vida y el transporte, porque está todo mucho más cerca, es mucho más bajo.
Me decían que allí, con un sueldo de mil quinientos euros un chico joven va adquiriendo experiencia y va tirando para delante. Esto lo traes a las grandes capitales, lo traes a Madrid, y con esto no puedes ni empezar, porque entre el abono transporte o lo que cuesta moverse y lo que me cuesta el alquiler de una casa, eso me consume el sueldo entero.
La solución consiste en generar valor añadido, que viene a través del crecimiento de la economía, y de ahí vendrá el empleo estable. No son quimeras. Esto es lo que han hecho todos los países del mundo. No veo otra salida. Además, es lo que necesitamos para también darle solidez a nuestro sistema de pensiones. Subvencionar a todo el mundo no es la solución.

La solución consiste en generar valor añadido, que viene a través del crecimiento de la economía, y de ahí vendrá el empleo estable

–Mencionaba usted el caso de la vivienda. ¿Qué hacer para que resulte accesible, especialmente para la gente joven?
–Ahora, desde luego, tenemos el debate encima de la mesa. Los comunistas quieren que las administraciones públicas sean caseros, y que todo sea vivienda pública. Yo creo que en la vivienda para los jóvenes podría ayudar mucho lo que se llama colaboración público-privada.

Los comunistas quieren que las administraciones públicas sean caseros y que todo sea vivienda pública

Las administraciones públicas deben ofrecer suelo público, ponerlo en el mercado para construir vivienda con un grado de protección. Ese suelo tú lo pones en el mercado más barato y haces convenios con el sector privado, que es quien sabe construir y cuáles son los precios máximos. La administración pública pone el suelo en el mercado, a cambio de que en tu área de influencia estés generando una vivienda con precios más bajo.
–¿Y qué opina usted del debate que estamos teniendo entre vivienda de alquiler y vivienda en propiedad?
–Hay que hacerlo con sentido común, porque en España gusta a la vivienda en propiedad; es un hecho sociológico. No nos podemos comparar con otros países, donde la vivienda en propiedad es residual y la vivienda en alquiler es la que más se usa.
Pero si queremos potenciar el alquiler, porque creemos que hay muchos jóvenes que no tendrían acceso a la primera entrega para irse a una vivienda en propiedad, pues también habría que generar suelo exclusivamente para vivienda en alquiler.
–Ahí viene el segundo debate.
–Para Podemos, el PSOE, para al Gobierno que tenemos en este momento, quieren que las administraciones públicas sean caseros. Yo creo que una administración pública está para muchas cosas, pero no para ser el casero.
Vuelvo a esa colaboración público-privada de la que hablaba antes, porque significa dejarlo a quién sabe gestionar esto. Eso sí, partiendo de la base de que quien alquila una casa, la alquila pensando que va a pagarla, no en que no va a pagarla aprovechando que es pública, y que se vaya hacia una gestión ordinaria del alquiler.
Parece que el coste que tiene para las administraciones públicas el gestionar las viviendas no es coste. Pues sí, es coste. Es igual de coste que lo que pueda llevarse de beneficio razonable la empresa que gestione las viviendas en alquiler. Este es un caso perfecto para hacer colaboración público-privada, vuelvo a decir, para poner en el mercado vivienda asequible, especialmente para jóvenes.
Elvira Rodríguez en El Debate

Elvira Rodríguez, en El DebatePaula Argüelles

–¿Qué hacer para que los fondos europeos sea un instrumento de progreso económico y social y no un nuevo gasto improductivo, como el Plan E?
–Puedes elegir bien, vamos a ver qué es lo que pasa... Nosotros estamos haciendo el seguimiento.
Hace tres años ni hubiéramos imaginado que Europa estuviera emitiendo deuda mutualizada. Ahora la Unión quiere que la crisis europea de decrecimiento y de riqueza, producida por el cierre de las fronteras y el confinamiento, pudiera ir hacia adelante cuanto antes.
Al mismo tiempo, Europa dice que, ya que vamos a crecer, vamos a crecer por un camino que sea más verde, la agenda se firma antes de la pandemia, y más digitalmente, para acercarnos a la situación en la que están los Estados Unidos y el Extremo Oriente, porque Europa está mucho menos digitalizada. Y luego Europa también pide una Unión más cohesionada y feminista.
Vale, pero el objetivo último es más crecimiento sostenido y más empleo estable. Luego, cada vez que el Gobierno decida dónde coloca a los fondos, tendría que buscar el objetivo último, que es el crecimiento sostenido y el empleo estable.
No vale sólo con que salgamos más verdes, tenemos que salir más ricos y con más empleo. Si no, habríamos fracasado. Ahora estamos empezando y, desafortunadamente, estamos viendo que algunos proyectos que se están poniendo encima de la mesa no va a dar crecimiento sostenido y empleo estable, aunque sean verdes, aunque sean cohesionados y aunque sean feministas. No parece que este sea el camino por el que haya que ir.

No vale sólo con que salgamos más verdes, tenemos que salir más ricos y con más empleo

Tomemos un ejemplo. En el presupuesto de 2021, el Gobierno dijo que íbamos a crecer un 9,8 % con los fondos europeos, y el 7,2 por el crecimiento inercial. Le daba a los fondos un impacto de 2,6 puntos de crecimiento y un presupuesto de veinticuatro mil millones de euros en los Presupuestos.
El Gobierno, en estos nuevos Presupuestos que presentan, ya ha dicho que este año vamos a crecer el seis y medio, es decir, menos que el inercial. El Fondo Monetario Internacional se ha ido al cinco y medio, después de las últimas noticias del INE. Tenemos los problemas que está habiendo con la inflación y los que se están generando en la cadena de suministros mundial, y los veinticuatro mil millones, prácticamente están en su totalidad ineejecutados.
Este año ya no le ponen al crecimiento ningún porcentaje tan escandaloso debido a los fondos europeos. Están marcando siete y dicen que está incorporado ahí el factor de crecimiento derivado de los fondos europeos, pero no han hecho la cuenta, y la cuenta del año 2021 es un fracaso.
Desde luego, si entran setenta mil millones de euros, que no tenemos que devolver nada más que cuando haya que amortizar la deuda que lo soporta, sería verdaderamente un fracaso para el Gobierno si no consiguiera ejecutarlos. Vuelvo a decir que aquí el objetivo no es que seamos más verdes, es que seamos más verdes, sí, pero más ricos y con más empleo.

Si entran setenta mil millones de euros, sería verdaderamente un fracaso para el Gobierno que no consiguiera ejecutarlos

–Por tanto, ¿se puede confiar en el manejo de los fondos que proponen Pedro Sánchez?
–Nosotros, desde el principio, votamos en contra de la forma de manejar los fondos en ese Real Decreto de fin del año pasado, que nos parecía que habían elegido un procedimiento poco seguro, porque estaba demasiado concentrado en manos de Presidencia del Gobierno. Es decir, yo me lo guiso, yo me lo como. Poco seguro, porque había tenido muy poco contraste con otros de niveles de Gobierno, que son las comunidades autónomas y las corporaciones locales, que en muchos casos son quienes los van a administrar.
Como nos dijo hace unos días la Comisión Europea: como el efecto tiene que ser estructural, usted solo no lo puede hacer. Usted tiene que trabajar sobre todo con el partido político que es alternativa de Gobierno para que esas reformas, que tienen que acompañar a la elección de proyectos y a la ejecución de proyectos, sean reformas pactadas.
Pero el pacto no debe de ser, como pide el Gobierno, como un contrato de adhesión. Nos dice: yo he decidido que esto sea así y usted me lo firma, porque hay que pactarlo. No. Yo soy oposición y tengo mi sitio y yo no voy a pactar algo que creo que es malo para los españoles. Este es el debate en el que estamos.
–¿Qué opina usted sobre la política fiscal de este Gobierno y cuál sería la política fiscal que desarrollaría el PP?
–Nosotros entendemos que la política fiscal / tributaria, es decir, los impuestos, son una herramienta potente. Tenemos que lograr un sistema impositivo que no perjudique a la economía. Es cierto que de los impuestos se saca la recaudación que necesitamos para hacer frente al Estado de Bienestar. Pero si con un sistema impositivo determinado, dañamos la economía, por mucho que ese sistema sea muy extensivo o tenga unos tipos muy altos, no conseguiré lo que se quiere.
Utilice usted el sistema fiscal para apoyar otra vez a la economía y su crecimiento. Ensanche las bases imponibles y, sin necesidad de subir tipos, usted va a tener una recaudación mayor, es igual que en las cotizaciones sociales.
-¿Equilibra el sistema subir las cotizaciones sociales? 
- No, porque si la cotización social se carga el empleo, no va a conseguir lo que quiere. El objetivo es la competitividad de nuestras empresas.
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