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23 de abril de 2024

Pedro Sánchez este martes en el Senado.

Pedro Sánchez este martes en el SenadoEFE

Un quiero y no puedo

Sánchez se rinde a la evidencia de que no tiene apoyos para reformar la Constitución

«Hay que ser realistas», afirma la portavoz del Gobierno dos días después de que el presidente incluyera en la nueva Ejecutiva del PSOE una secretaría específica para abordar la tarea

La declaración de intenciones de Pedro Sánchez al crear en su nueva Ejecutiva del PSOE una Secretaría de Reforma Constitucional y Nuevos Derechos para el ministro Félix Bolaños ha quedado en eso, en un quiero y no puedo.
La ministra portavoz ha reconocido este martes que el Gobierno no tiene los apoyos parlamentarios suficientes para acometer una reforma de la Carta Magna que, por otro lado, ni el presidente ni nadie del Ejecutivo ni del PSOE han aclarado en qué consistiría.
«Hay que ser realistas en cuanto a la distribución de las fuerzas parlamentarias», ha sostenido Isabel Rodríguez.
Cualquier modificación de la Constitución, incluso las que no requieren mayoría de dos tercios del Congreso y el Senado y la disolución de las Cortes, tendría que contar necesariamente con el apoyo del PP. Con tres quintos de la Cámara. Y los de Pablo Casado no están por la labor de abrir el melón constitucional habida cuenta de las intenciones de Sánchez.

Ni el PP ni Vox son partidarios de abrir el melón de la reforma constitucional

De hecho la portavoz del Ejecutivo ha recordado que el PP y Vox amenazan van a tumbar en el Congreso la reforma del artículo 49 para cambiar el término «disminuidos» por «personas con discapacidad» (el Gobierno necesitaría una mayoría de 210 diputados). Ambas formaciones se oponen no por la reforma en sí, sino porque consideran que abrir la veda podría derivar en una crisis institucional si los socios independentistas del Gobierno aprovechan para otras exigencias.
No obstante Rodríguez se ha mostrado partidaria de que la Constitución sea reformada -sin decir en qué- para «modernizarla» y «dar cabida en ella» a toda una generación que, según la portavoz, no participó en el referéndum de su aprobación.

Como el Guadiana

La reforma constitucional es algo que aparece y desaparece del discurso del PSOE y del Gobierno a conveniencia. Como una especie de candil que Sánchez tiene encendido para alumbrar las esperanzas de los independentistas, con los que tiene en marcha una mesa de diálogo.
En las últimas fechas los socialistas han pasado de abogar por profundizar en la España federal a acuñar un término nuevo: el de la «España multinivel». Que, según la ponencia que aprobaron el pasado fin de semana en su 40º Congreso Federal, es «la que ofrece cauces democráticos de diálogo y pacto en el marco de la ley para dar salidas a situaciones como la de Cataluña, en clave de mayor profundización del Estado de las autonomías».
Allí, en Valencia, el propio Felipe González defendió que es un concepto de los democristianos alemanes y no precisamente de la izquierda. Y Sánchez señaló que el PSOE es el partido que más se parece a España.
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