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Jorge Campos, candidato de Vox en Baleares

Jorge Campos, candidato de Vox en BalearesThorun Piñeiro

Entrevista | Candidato de Vox en Baleares

Jorge Campos (Vox): «Se subvenciona a las entidades separatistas en Baleares como si no hubiera un mañana»

El candidato de Vox en Baleares se muestra cauto a la hora de hablar de pactos antes del 28-M, aunque asegura: «Tenemos muy claro que nuestro objetivo es sacar a la izquierda y al separatismo de las instituciones»

Apoco menos de un mes para las elecciones autonómicas, Jorge Campos (Palma, 1975), candidato de Vox a presidir el Gobierno de Baleares, se mantiene optimista y confía en que haya un cambio en la región. En su visita a la redacción de El Debate traslada que afrontan la cita con las urnas con ilusión y con mucho trabajo de recorrer «barrio a barrio» y aspira a tener buenos resultados.

Desde que entró en el Parlamento autonómico en 2019, el partido ha ejercido una oposición frontal al Ejecutivo que lidera Francina Armengol (PSOE). Ha denunciado, entre otras cosas, la imposición del catalán, el ataque a las libertades o el aumento de la criminalidad, así como el escándalo de las menores tuteladas prostituidas que llevó a Bruselas a iniciar una investigación, un escándalo que supone, en palabras de Campos, «la mayor ignominia» de la legislatura.

–¿Cómo definiría estos ocho años de gobierno socialista en Baleares?

–Yo creo que los gobiernos que hemos tenido con la señora Armengol al frente son los gobiernos de la ruina, de la inseguridad, del enfrentamiento entre los propios ciudadanos, el llevar al extremo políticas sectarias, extremistas. No me extraña, porque es un pacto entre el PSOE, Podemos y los separatistas de Més. Los señores de Més, quiero recordar que son los que se definen en Baleares como la marca de Bildu. Las políticas que salen de ahí es lo más sectario que uno se puede imaginar.

La sociedad está más dividida que nunca. Lideramos los índices de crecimiento de la tasa de pobreza. Nunca habíamos tenido tanta inseguridad y delincuencia; ya lideramos la tasa de criminalidad de toda España. Tenemos una inmigración ilegal masiva que no se había visto nunca, un sectarismo educativo con una imposición del catalán y un adoctrinamiento ideológico llevado al extremo.

–Uno de los aspectos que con más hincapié viene denunciando es la persecución lingüística en las aulas. Hace unos meses denunció que en un colegio de Mallorca unos alumnos fueron expulsados por colgar la bandera de España. ¿Esta deriva puede hacer que Baleares se asemeje a Cataluña en el futuro?

–Sí, este es un tema que siempre me ha preocupado mucho. Yo he defendido la libertad lingüística y el poder escolarizar a un niño en español en Baleares hace 20 años en la sociedad civil, porque este problema lo venimos arrastrando desde hace más de 20 años. Todas esas leyes mal llamadas de normalización lingüística de Cataluña se han copiado en Baleares. Lo grave es que en Baleares quien las ha redactado y las ha aprobado ha sido el Partido Popular con mayorías absolutas.

Después de más de 20 años del desarrollo legislativo de imposición del catalán en Baleares, llegamos a una situación donde hoy en día no se puede escolarizar a un niño en español, en la lengua oficial del Estado. Y no solo eso. La imposición del catalán –y además, un catalán estándar, ortopédico que nos imponen allí que nada tiene que ver con el mallorquín ni con el menorquín ni con el ibicenco– se utiliza como arma de adoctrinamiento, para que los chavales se crean, primero, que el catalán es lengua de Baleares, que no lo es, y después, para que la cultura balear ya no sea balear sino que sea cultura catalana; de ahí, a decir que todos somos esa entelequia totalitaria de los países catalanes, y del ámbito cultural al ámbito político para separarnos del resto de España.

En el caso que me has puesto de la bandera de España en el colegio La Salle de Palma, que, por cierto, fue mi colegio, es algo asombroso que ha tenido recorrido internacional. Expulsar a todos los alumnos de una clase, alumnos españoles que en un colegio español cuelgan la bandera de España y son expulsados por eso, y no sancionan a la profesora, sino que sale el Gobierno de la señora Armengol en tromba defendiéndola y criminalizando a los chavales y a sus familias.

Pero el tema lingüístico no sólo es educativo, también llega a la administración pública. Para poder acceder a la función pública en Baleares necesitas sacar un determinado nivel de catalán, incluso para poder ejercer la medicina. Un requisito excluyente, increíble, además, en una zona que necesita tantos médicos como Baleares.

–Mencionaba la tesis que se quiere imponer de los 'países catalanes'. Vox llevó el año pasado al Parlamento balear una proposición no de ley para que se retirasen las subvenciones a las entidades que favorecían esta idea. ¿Cuál es la situación actual?

–Se sigue subvencionando como si no hubiera un mañana a las entidades catalanistas, separatistas y progolpistas. Si hacemos el análisis de los ocho años, ha habido millones de euros dedicados y asignados nominalmente a determinadas entidades. La que más dinero se lleva es una que se llama Obra Cultural Balear, que es la sucursal de Òmnium Cultural Catalán en Baleares, que utiliza ese dinero para hacer campañas activas separatistas. Eso está siendo financiado por el Gobierno balear, es decir, está siendo financiado con los impuestos de todos los ciudadanos, lo cual es insólito. Presentamos esa proposición no de ley y efectivamente todos votaron en contra. Nos lleva demostrar hasta qué punto hemos llegado.

–¿Y cree que es reversible? ¿Ha notado una reacción por parte de los ciudadanos contra esa imposición?

–Cuando estaba en la sociedad civil ya había reacciones populares que lo demostraban, por ejemplo, la mayor manifestación que se ha hecho en favor de la libertad lingüística en Baleares la lideró el Círculo Balear, que lo presidía yo, y sacamos a 25.000 personas en Palma de Mallorca. Siempre ha habido personas preocupadas por ese atropello a los derechos y libertades. De hecho, una de las banderas de Vox en Baleares y que además está teniendo mucho éxito porque somos los únicos que la defendemos, es ir en contra de esta imposición del catalán.

Aún estamos en un momento donde todas esas políticas de división del separatismo se pueden revertir

Hay mucha gente que nos tienen como un referente, que aún resiste a esa dictadura catalanista que se vive en las aulas, por ejemplo. Ese riego millonario de subvenciones públicas a lo largo de los últimos 30 años con la idea de catalanizar a todo el mundo aún no les ha salido bien, aún hay una resistencia que está muy orgullosa de su cultura balear, de su mallorquín, de su menorquín, de su ibicenco, pero también muy orgulloso de su lengua española, y de pertenecer a esta gran nación que es España. Gracias a Dios, aún estamos en un momento donde todas esas políticas de división del separatismo se pueden revertir.

–Otro de los grandes problemas de Baleares es la inseguridad y la delincuencia. De hecho, encabeza la lista de las regiones de España con mayor tasa de criminalidad. ¿Qué propone Vox para atajar este problema?

–Esa inseguridad y delincuencia creciente está íntimamente ligada al aumento de la inmigración ilegal. Del año 2019 a este año 2023 ha aumentado un 400 % la inmigración ilegal. Es una inmigración que nos está llegando de zonas delincuenciales de Argelia, que llegan de forma ilegal a Baleares, que a las 24-48 horas están en la calle porque no se les puede devolver, porque las fronteras con Argelia están cerradas, y todos aquellos que se quedan por la calle hacen lo mismo que en su país; en su país eran delincuentes, aquí en España van a seguir siéndolo.

¿Qué propone Vox? Primero, la defensa de las fronteras, que la inmigración ilegal no esté descontrolada como actualmente. Segundo, reforzar las Fuerzas y Cuerpos de seguridad del Estado. Somos el territorio con menos presencia policial, porque los policías y guardias civiles no quieren ir a Baleares. Y tercero, acabar con las políticas de efecto llamada del Gobierno de la señora Armengol.

–Si Vox formara parte del Gobierno en Baleares, ¿cuáles serían las medidas más urgentes que acometería?

–Yo creo sobre todo que hay que derogar. Derogar, por ejemplo, en el aspecto económico, todas esas leyes y normativas que han provocado esta ruina. Tenemos una economía de mercado en teoría sobre el papel, pero está más intervenida que nunca por el Gobierno, desde querer limitar los alquileres hasta tener un marasmo normativo para poder abrir un negocio o construir una casa. La presión fiscal es brutal. Hay que derogar leyes y bajar impuestos. Quiero recordar además que Baleares, y concretamente Palma de Mallorca, tiene la cesta de la compra más cara. Por supuesto, retirar y reducir a la mínima expresión el gasto político superfluo. Es fundamental.

En el aspecto de la seguridad, incrementar las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. Tener clara la aplicación de la ley. No me refiero solo a los temas de la inmigración ilegal y la delincuencia en la calle, sino también al problema manifiesto de los okupas, que también se ha disparado en Baleares. Y la libertad, en general, políticas que defiendan esa libertad, desde la libertad educativa hasta la libertad de empresa o de expresión, porque hoy en día la señora Armengol ha implantado un régimen en el que todo aquel que se desvía del pensamiento único de este socialismo y separatismo es criminalizado. Esto no puede ser.

Armengol ha implantado un régimen en el que todo aquel que se desvía del pensamiento único de este socialismo y separatismo es criminalizado

–Las encuestas reflejan que la suma de PP y Vox podría tener una mayoría o rozarla. Santiago Abascal incidía estos días en que la única línea roja que le pondría el PP para futuros pactos sería que lo que se pacte, se cumpla. ¿Qué puntos estarían en ese hipotético acuerdo con el PP en Baleares?

–Ese es fundamental, que lo que se pacte, se cumpla, porque si no, no puede haber gobierno. Cuando me preguntan sobre cuáles serían las áreas de gobierno o cómo se podría gobernar o qué pediríamos, yo soy muy cauto en eso. Hay que esperar al resultado electoral del 28 de mayo.

Una cosa hay que tener muy clara: estos primeros cuatro años han sido los primeros cuatro años de Vox en las instituciones y los ciudadanos habrán visto que hemos hecho una defensa firme de los principios y valores que defendemos. Bueno, pues esa defensa firme la queremos hacer desde el Gobierno.

–En la región, ¿cómo es la relación con el PP?

–Bueno, allí en el Parlamento la verdad es que el PP se ha alineado en demasiadas ocasiones con la izquierda de la señora Armengol. Es triste, pero es así. A nosotros nos gustaría no estar solos en muchas cuestiones. Cuando dicen la famosa frase de ‘Vox está solo’, dices 'no, es que al final solo queda Vox' en la defensa, por ejemplo, de la libre elección de lengua en todas las etapas educativas para que se garantice la enseñanza en español. Pero bueno, esperemos que la relación sea cordial. Cuanto más cordial sea con todo el mundo, mejor.

–A nivel nacional, ¿cómo ve al partido? ¿Cree que va a ser posible que se replique en gran parte de las comunidades autónomas el modelo de gobierno de Castilla y León?

–Yo creo que es el modelo a seguir. Las acciones de Gobierno de Castilla y León veo que están siendo muy beneficiosas para sus ciudadanos. Es lo que buscamos nosotros. Por nuestra parte lo tenemos claro. El problema está en el otro lado. Hay que saber con qué PP vamos a poder hablar, si con el que quiere seguir ese modelo de Castilla y León o con el que no quiere hacerse una foto con nosotros. Nosotros tenemos muy claro que nuestro objetivo es sacar a la izquierda y al separatismo de la instituciones.

–¿Qué se juega Baleares y el resto de España el 28-M?

–Nos jugamos muchísimo. Cuatro años más de este socialismo bolivariano, de este comunismo que nos ha llevado Pedro Sánchez a nivel nacional y la señora Armengol a nivel regional, con un separatismo voraz para conseguir sus objetivos e intentar destruir esta nación, será muy difícil de soportar. Creo que los ciudadanos son conscientes de que España en general y Baleares en particular necesitan un cambio.

Nos jugamos mucho más que en otras elecciones, porque el avance de estas políticas de corte comunista ha sido insólito en estos últimos cuatro años: la legislación que han aprobado, el asalto al poder judicial, la traición continuada de los pactos de gobierno, la inseguridad, la delincuencia, el aumento de la inmigración ilegal, los índices de inflación…Esto es inasumible. Este país no puede más con este tipo de políticas. Yo soy optimista y creo que habrá un cambio.

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