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19 de mayo de 2024

Otra imagen captada por la cámara de seguridad en la que aparece la presunta cuidadora asesina

Otra imagen captada por la cámara de seguridad en la que aparece la presunta cuidadora asesinaEl Debate

Crimen de la asistenta

El jurado de un asesinato se queda sin deliberar: no hay plazas hoteleras por el Orgullo

La falta de previsión ha hecho que el jurado popular, que debe decidir sobre la culpabilidad o inocencia de una acusada, se quedé sin plazas de hotel: la deliberación aplazada por el Orgullo en Madrid

Amelia tenía 92 años cuando la encontraron muerta en su cama. Elsa, su cuidadora, fue a buscar corriendo a la hija de la víctima. La despertó y le dijo: «Tu madre no responde. Algo le ha pasado». La mujer corrió a la habitación de su progenitora. Estaba fría. No respondía a ningún estímulo. Llamaron inmediatamente al 112. Un médico acudió a la casa y solo pudo certificar su muerte.
En el domicilio se presentó también Roberto, el hijo de Amelia. Sospechó enseguida que algo no iba bien. No terminaba de fiarse de la cuidadora, por eso habían instalado una cámara de videovigilancia en la habitación de su madre: habían desaparecido joyas. Roberto cogió la cámara, revisó su contenido y observó a Elsa matando a su madre.
Elsa entra en el dormitorio con un cojín en la mano. Después se ve cómo se acerca al lateral de la cama y como hace fuerza con las piernas mientras se escucha el sonido de la agonía de la anciana. El video es la principal prueba contra Elsa. Ella niega el asesinato, pero el jurado popular ha visto el video en sala y las imágenes son evidentes.
Sin embargo, una vez terminado el juicio, la Ley establece que el jurado popular debe ser aislado durante las deliberaciones. Lo habitual es meter a los nueve miembros del jurado popular en un hotel. Allí los mantienen alejados de su entorno mientras se celebran las deliberaciones y responden a las preguntas del objeto del veredicto, que básicamente establece la culpabilidad o inocencia del reo.
Una vez acabado el juicio, cuando comenzaron a llamar a los hoteles, se encontraron con que no había una plaza hotelera libre: menos nueve habitaciones para nueve jurados. El desconcierto en la Audiencia Provincial de Madrid ha sido máximo. La idea es que los jurados tengan frescos los datos para que puedan llegar a una conclusión.

Ausencia de alojamiento

La ausencia de alojamiento ha impedido que este miércoles se les entregara el objeto del veredicto con las preguntas, Los jurados se han quedado en sus casas y han tenido que volver a su vida normal. Se planteó alquilar las habitaciones en Toledo, pero parecía impensable llevarlos tan lejos. A esta hora, no se sabe cuando podrán deliberar: todo depende de si logran reserva las habitaciones y una sala para deliberar.
El tema no es baladí: la acusada se juega la prisión permanente revisable por presuntamente haber asesinado a una mujer mientras dormía, especialmente vulnerable y sin posibilidad de defensa. La familia de la víctima también esta esperando una respuesta y no entienden estas dilaciones que se habrían solucionado con un poco de previsión.

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