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Protesta de este lunes en la sede del PSOE de la madrileña calle de Ferraz06 NOVIEMBRE 2023;SOCIEDAD;CONCENTRACIÓN;MANIFESTACIÓN;PROTESTA;
Ricardo Rubio / Europa Press
06/11/2023

Protesta de este lunes en la sede del PSOE de la madrileña calle de FerrazEuropa Press

Demasiado en juego

PP y Vox impulsan la mayor protesta cívica desde la negociación de Zapatero con ETA

El clamor en las calles contra la amnistía no cesa ni cesará, alentado por los partidos de Feijóo y Abascal. Hacía más de 16 años que la derecha no asía las pancartas con tanta intensidad

Las calles y plazas de toda España rugen en contra de la amnistía que Pedro Sánchez concederá a ERC y Junts para ser investido presidente nuevamente. Tampoco las sedes del PSOE se libran. Este lunes hubo protestas en las de Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Badajoz, Valladolid y Salamanca, entre otras ciudades. En la madrileña calle de Ferraz, donde se reunieron 4.000 personas, la Policía Nacional acabó cargando con pelotas de goma y botes de humo.
El clamor no cesa. Hacía años que la derecha no asía las pancartas con tanta intensidad. Hay demasiado en juego. El PP y Vox están impulsando la mayor rebelión cívica desde los tiempos de la negociación del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero con ETA, entre 2005 y 2007, durante su primera legislatura.
Cada uno por su lado, este lunes Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal comparecieron en sus respectivas sedes para anunciar más acciones. El líder del PP convocó concentraciones en todas las capitales en contra de la amnistía el domingo 12 al mediodía, un día después de que los populares reunieran a 20.000 personas en Valencia. «Os puedo asegurar, primero, que vamos a seguir. Segundo, que no nos van a silenciar. Tercero, que no nos van a callar. Y cuarto, que no nos van a parar»», señaló Feijóo ante la Junta Directiva Nacional de su partido.
Abascal, por su parte, garantizó el apoyo de su partido a «todas y cada una de las movilizaciones ciudadanas» contra la amnistía. Entre ellas, la que ha convocado la asociación Cataluña Suma por España el próximo domingo en Barcelona, bajo el lema No en nombre de España, no a la amnistía. Y también a la que se celebrará el sábado 18 de noviembre en Madrid, convocada por varias asociaciones con el encabezado No en mi nombre: ni amnistía ni autodeterminación. Por la libertad, la unidad y la igualdad. A esta última también asistirá Feijóo. «Vamos a oponernos por todos los medios legítimos al golpe de estado de Sánchez y del PSOE», garantizó el líder de Vox.
Hasta la fecha ha habido dos protestas multitudinarias en Madrid. Una convocada por el PP el 24 de septiembre, que según las cifras oficiales reunió a 40.000 personas; y otra promovida el 29 de octubre en la plaza de Colón por Denaes, una fundación cercana a Vox, que aglutinó a 100.000, según la Delegación del Gobierno. A ellas se suman la de Barcelona del 8 de octubre, organizada por Sociedad Civil Catalana y que contó con la presencia de los presidentes del PP y Vox, entre otros 50.000 asistentes.
Asimismo, el PP ha venido organizando protestas en ciudades como Santiago de Compostela, Málaga y Toledo, y los principales dirigentes de Vox han secundado otras de la sociedad civil en ciudades como Burgos. Allí se vio el domingo al vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo, en una concentración organizada por Sociedad Civil Burgalesa. Este lunes, tanto Abascal como el número dos del Gobierno castellano y leonés estuvieron en la protesta de la sede del PSOE de Ferraz.
La creciente movilización social contra la amnistía incomoda al PSOE, que no está acostumbrado a tal nivel de contestación en las calles. El secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán –el hombre que el lunes de la semana pasada protagonizó la foto con Carles Puigdemont–, cargó contra los populares en sus redes: «El PP calla ante las manifestaciones incívicas, los insultos, las casas del pueblo vandalizadas, Esperanza Aguirre cortando el tráfico... Avalan y movilizan, sin asumir responsabilidades», escribió.
Lo cierto es que la derecha no protagonizaba una marea ciudadana así desde hace más de 16 años, cuando Zapatero se embarcó en una negociación con ETA que la banda terrorista hizo saltar por los aires con una bomba en la terminal 4 del aeropuerto de Barajas el 30 de diciembre de 2006.

«En mi nombre no», otra vez

Entre el 22 de enero de 2005 y el 24 de noviembre de 2007 fueron convocadas más de una decena de manifestaciones multitudinarias. Siempre por asociaciones de víctimas, aunque siempre secundadas y amplificadas por la plana mayor del PP. En todas ellas se coreó un eslogan que la amnistía ha vuelto a poner de plena actualidad: «En mi nombre no».
La primera tuvo lugar el 22 de enero de 2005 y reunió a 35.000 personas, convocadas por la Asociación de Víctimas del Terrorismo (la AVT). En la pancarta se leía Memoria, dignidad y justicia con las víctimas del terrorismo.
En mayo de 2005, Zapatero hizo pública por primera vez la negociación de su Gobierno con ETA. Un mes después, el 4 de junio de 2005, la AVT y el Foro de Ermua congregaron a 240.000 manifestantes para exigir a Zapatero que no hiciera claudicar al Estado. Entre ellos no faltaron Mariano Rajoy y José María Aznar. El lema fue Negociación en mi nombre no.
El 25 de febrero de 2006, la AVT, con el respaldo del PP, reunió a más de 110.000 españoles en la madrileña plaza de Colón. Y eso según las cifras de la Delegación del Gobierno, diez veces menores que las que ofreció la Comunidad de Madrid. De nuevo toda la plana mayor del PP estuvo allí. También la entonces presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, que el pasado sábado se convirtió de improviso en la cabecilla de una protesta en Ferraz.
La expresidenta madrileña, Esperanza Aguirre, en la protesta ante la sede del PSOE

La expresidenta madrileña, Esperanza Aguirre, en la protesta ante la sede del PSOEEl Debate

El 10 de junio de 2006 se produjo otra manifestación en Madrid, y el 1 de octubre en Sevilla. El 25 de noviembre de ese año, casi 130.000 manifestantes acompañaron a la AVT para protestar contra la negociación con los terroristas.
El 3 de febrero de 2007, después del atentado de la T-4, el Foro de Ermua, asociaciones de víctimas del terrorismo y el PP echaron el resto en otra manifestación masiva, secundada por más de 181.000 personas. El 6 de junio de ese año, ETA anunciaría el fin de su «alto el fuego permanente».
Desde entonces y hasta que la amnistía se cruzó en el camino de la investidura de Sánchez, la derecha no había vuelto a protagonizar una reacción en las calles tan prolongada y amplia.
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