Los ministros Óscar Puente, Pilar Alegría e Isabel Rodríguez
Estreno 'a lo grande'
Óscar Puente no deja títere con cabeza en su debut en la Moncloa y llama a Castilla y León «geriátrico»
En su primera participación en la comparecencia del Consejo de Ministros, el titular de Transportes cargó contra el PP y sus alcaldes, contra Vox, criticó a su comunidad y se elogió a sí mismo
El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, tuvo un estreno por todo lo alto en la sala de prensa de la Moncloa. Puente cargó contra el PP, contra Vox, se refirió a Castilla y León como un «geriátrico a cielo abierto» y se elogió a sí mismo por haber tenido «el empuje y la ambición», cuando era alcalde de Valladolid, de pelear para que los Goya fueran a la ciudad.
Puente intervino por primera vez en la habitual comparecencia posterior al Consejo de Ministros, con motivo de la aprobación del proyecto de ley de movilidad sostenible, que la legislatura pasada quedó en el aire por el adelanto electoral. Y lo hizo en compañía de la portavoz del Ejecutivo y ministra de Educación, Pilar Alegría, y de la titular de Vivienda, Isabel Rodríguez.
«Soy novato», dejó claro al principio, cuando preguntó si se respondía «individualmente» a los periodistas o cómo era el sistema. Pero después se soltó a raíz de una pregunta sobre las zonas urbanas de bajas emisiones. El ministro denunció que España es el único país de la UE donde se están destruyendo carriles bici previamente construidos, «para devolver ese espacio al coche». «Está pasando en Valencia, Logroño, Elche y en Valladolid. Eso tiene un nombre, se llama coalición PP-Vox, se llama introducir a la extrema derecha negacionista en los gobiernos, se llama convertir la salud en un objeto de disputa política, cuando la salud no tiene color político», señaló. «Lo tengo que decir con mucho pesar. Me va a tocar verme con muchos alcaldes, dentro de poco iré a ver a la alcaldesa de Valencia y se lo tengo que decir. No es de recibo que todo lo que hemos construido estos años se destruya por este tipo de coaliciones», añadió, aludiendo directamente a la popular María José Catalá, que gobierna la ciudad del Turia en coalición con Vox.
Más avanzada la rueda de prensa, el ministro de Transportes fue preguntado por unas declaraciones del vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García Gallardo, de Vox, hablando de que en la industria del cine existen «señoritos». Puente estuvo el sábado en la gala de los Goya, como también el propio Pedro Sánchez, la vicepresidenta Yolanda Díaz y los ministros de Cultura y de Igualdad, Ernest Urtasun y Ana Redondo.
«Hay que tener un respeto por la cultura y un respeto por lo que la cultura significa para nuestro país. La fiesta de los Goya, en el ámbito cultural de Castilla y León, es el evento cultural más importante que jamás ha tenido lugar en nuestro territorio, y tuvo lugar gracias a que hubo un alcalde socialista que tuvo el empuje y la ambición para llevarlo a su tierra», empezó sosteniendo. Para después continuar: «Lamentablemente, ahora, lo que queda allí es gente que califica a los que integran la cultura de 'señoritos'. Son paniaguados, gente sin ambición, gente que lleva condenando a Castilla y León a la despoblación, a ser un desierto demográfico, a ser un geriátrico a cielo abierto. Eso es lo que queda en Castilla y León. Lamentablemente, esa pérdida de ambición y de amor por la cultura están representados en Castilla y León por el señor vicepresidente del Gobierno. La pregunta es qué es lo que produce él y cómo se gana el sueldo».
A propósito de los Goya, el Consejo de Ministros aprobó precisamente este martes el proyecto de ley de movilidad sostenible, tres días después de que el presidente del Gobierno movilizara un Falcon desde Madrid para ir a recogerle a Valladolid el sábado de madrugada, y así poder dormir en la Moncloa.
Como reveló El Debate el domingo, el avión despegó de la madrileña base aérea de Torrejón de Ardoz a las 23:13 horas y aterrizó en Valladolid 23 minutos después, a las 23:36 horas. Esa misma aeronave salió de Valladolid a las 2:19 horas y voló de vuelta a la capital durante 23 minutos, con Sánchez a bordo. Llegó a destino a las 02:43 horas.
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