Denuncian a la directora del Centro contra el Cáncer por malversación y estafa por usar donativos oncológicos para comprar arte

El sindicato Manos Limpias ha presentado una denuncia contra María Blasco, directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), dependiente del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades. La denuncia, a la que ha tenido acceso El Debate, sostiene que Blasco usó donativos de particulares destinados a la investigación oncológica para comprar obras de arte. Por este motivo, se pide que sea investigada por los delitos de malversación, estafa y apropiación indebida.

El primer punto por el que se denuncia a Blasco es por la compra de cuadros y esculturas. En total, se calcula que ha gastado en torno a un millón de euros en estas adquisiciones mientras los médicos solicitan más fondos para poder realizar investigaciones contra el cáncer. Además de la adquisición de estas obras, el sindicato que dirige Miguel Bernad también apunta al gasto de dinero en viajes para promocionar el arte.

Algunos de los destinos que Blasco pagó fueron «exposiciones en el Ártico, Estados Unidos y Mozambique, entre otros». La compra de arte por parte del Centro, tal y como publicó El Debate, fue amadrinada por Begoña Gómez, la mujer del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en un acto que Blasco organizó en Barcelona en 2019. «Las donaciones privadas que ha recibido el CNIO se deberían destinar obviamente a contribuir a la lucha contra el cáncer y no a proyectos de arte», explica Bernad.

Manos Limpias también denuncia a la directora del Centro por la apropiación de un sobresueldo de 150.000 euros que, según la denuncia, cobró en cinco años en cobros de 30.000 euros anuales. Este dinero se suma a la nómina de Blasco de 230.000 euros al año, de las más altas de la administración pública. Mientras se beneficiaba de este dinero, Blasco, como también ha publicado este periódico, se compró al contado dos casas en Galicia.

Estas compras las llevó a cabo junto a su pareja, la activista Ruth Toledano, que aparece como propietaria al 50% de los dos inmuebles. Por último, el sindicato pide que también se investigue el convenio que el CNIO firmó con la Fundación Franz Weber, dedicada a la limitación del uso de animales en las investigaciones médicas, para entrar en un programa de 2,4 millones de euros. Dentro de esta fundación trabaja Toledano y para el sindicato esta contratación «es una ilegalidad».