Koldo García, durante años asesor del exministro José Luis Ábalos, a su llegada al Tribunal Supremo para declarar
Tribunales
Koldo alega en el Supremo que su letra es «irreconocible» tras operarse del brazo
El que fuera asesor del ex ministro de Transportes, José Luis Ábalos, estaba citado esta mañana para una prueba pericial caligráfica tras las anotaciones manuscritas, presuntamente suyas, que fueron entregadas por Aldama
Con varios informes médicos, un total de 21, ha tratado Koldo García Izaguirre, el ex asesor de José Luis Ábalos en el Ministerio de Transportes, de librarse de la prueba caligráfica para la que estaba citado, esta misma mañana, a partir de las 11.30 horas, en el Tribunal Supremo (TS). Se trataba de esclarecer la autoría de los documentos aportados por el empresario Víctor de Aldama como supuesta prueba de que la presunta trama del caso PSOE preadjudicó obras públicas a empresas afines, a cambio de comisiones irregulares. Y, sin embargo, el que fuera hombre de confianza de Ábalos ha asegurado que su letra es «irreconocible» desde que se sometió a una operación del brazo, hace algunos años.
Un argumento con el que, por lo tanto, buscaba anular cualquier resultado derivado de la pericial a la que se ha sometido, a pesar de ello, durante cerca de una hora, tal y como estaba previsto, en presencia de la Letrada de la Administración de Justicia (LAJ) y del experto que tendrá que emitir el informe
El instructor de la causa en el TS, el magistrado Leopoldo Puente, explicaba en la resolución en la que acordó la práctica de esta diligencia que la prueba caligráfica consistiría en que Koldo efectuase «un cuerpo de escritura, comprensivo de firmas y texto», para «establecer la eventual coincidencia entre su letra y la que figura en los documentos aportados por De Aldama -relación de obras presupuestadas y 'pantallazo' presentado en su declaración conteniendo nota manuscrita». Es decir, los apuntes que, supuestamente controlaba Koldo con un listado de números, ciudades y nombres de constructoras, organizados en tres columnas.
De Aldama pretendía acreditar con ello su afirmación de que también se adjudicó obra pública a las empresas vinculadas a la presunta trama. De hecho, en sus declaraciones judiciales llegó a hablar de un sistema de «cupos».
Este sistema, expuso, habría sido el origen del enfado del actual secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, porque la trama se habría entrometido en el «cupo» de País Vasco y Navarra. Para compensarle, se le habrían entregado 15.000 euros en un sobre, dijo De Aldama.
El empresario también relató que, a cambio de esas obras «preadjudicadas», las empresas beneficiarias habrían ofrecido a Ábalos un piso de lujo en el Paseo de la Castellana de Madrid por 750.000 euros, a pesar de que su valor de mercado rozaría los 2 millones de euros.
El instructor ha llamado la atención sobre ese desfase, hasta el punto de que en una de sus últimas resoluciones ordenó designar un agente inmobiliario en calidad de perito para que determine cuánto valía la vivienda el 24 de abril de 2019.
Adicionalmente, De Aldama entregó al Supremo un listado de obras públicas que habrían sido «preadjudicadas» a empresas vinculadas a la presunta trama con cargo a los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2021.
En esa lista, según explicó en un escrito la defensa del presunto conseguidor, aparecían subrayadas en rosa las que ya estaban «preadjudicadas», mientras que en verde estaban destacadas posibles adjudicaciones.
Además, en el documento aparecían notas manuscritas que, de acuerdo con De Aldama, podrían pertenecer a Ábalos o al que fuera su asesor, si bien sobre esto matizó que no podía afirmarlo con seguridad, abriendo la puerta al magistrado para que hiciera las comprobaciones oportunas.