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El presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón

El presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos MazónEFE

Todo vale

El Gobierno y la izquierda activan la segunda fase de la operación de derribo contra Carlos Mazón

Compromís está haciendo correr el rumor de que su caída será después de las Fallas. Mientras suben los decibelios, no se habla de que solo ha llegado el 20 % de las ayudas del Ejecutivo central

Casi no hizo falta que el periodista preguntara a Óscar López por Carlos Mazón al comienzo de la entrevista para que el ministro para la Transformación Digital se lanzara en plancha: «Yo creo que todos somos conscientes de que Mazón ya, ya… el propio PP le da por descontado. Es más, lo que está haciendo es administrar políticamente ese final de Mazón. Cuando uno lee ciertos medios ya ve que empiezan a lanzar señales. Ya lo han hecho otras veces, primero lanzan señales y luego ejecutan», señaló López, poco menos que comparando al presidente de la Generalitat Valenciana con un condenado a muerte que solo espera su final.

En Compromís no se quedan atrás. Los de Joan Baldoví están haciendo circular entre la prensa el rumor de que la caída de Mazón es cuestión de días, de que el PP solo está esperando a que pasen las Fallas para sorprender con una gran traca, según ha podido constatar El Debate. Quieren que los periodistas se crean lo que ni ellos mismos se creen. Si lo creyeran, el miércoles la diputada de Compromís en el Congreso, Àgueda Micó no habría instado a los socialistas valencianos que dirige la ministra Diana Morant a presentar juntos una moción de censura contra el vapuleado presidente regional. Ya lo intentó Compromís de forma encubierta el jueves de la semana pasada, sometiendo a votación en las Cortes una iniciativa para reclamar la dimisión de Mazón. Fracasó por el voto en contra de Vox.

Los decibelios

La izquierda política y mediática ha subido aún más los decibelios contra el presidente valenciano después de que éste rebelara a la juez titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Catarroja que llegó a la reunión del Cecopi a las 20.28 horas (el SMS de alerta se envió a las 20.11). La oposición valenciana y el Gobierno de España corrieron a atribuirlo a una estrategia judicial de Mazón para descargar cualquier posible responsabilidad penal en su entonces consejera de Interior, Salomé Pradas, que era la que estaba en el Cecopi y después fue cesada. Pero la propia Pradas rompió este jueves su silencio en Antena 3 y respaldó la versión de Mazón: que el presidente no estuviera en el comité de crisis no retrasó el envío del SMS. «La decisión de lanzar la alarma no la tomé yo, la tomaron los técnicos con todos los datos que tenían», explicó.

Salomé Paradas, a la izquierda, y Pilar Bernabé

Salomé Paradas, a la izquierda, y Pilar BernabéEuropa Press

En mitad de la operación de derribo al presidente de una de las comunidades que los populares recuperaron en mayo de 2023, Alberto Núñez Feijóo y los principales dirigentes del PP nacional tratan de evitar a toda costa el asunto Mazón con evasivas. Y, cuando responden, lo hacen con tal tibieza que solo contribuye a aumentar el ruido, que solo viene bien al PSPV para crecer electoralmente y al Gobierno de Pedro Sánchez para ocultar su lentitud en la gestión de las ayudas.

Nada se habla de que, cuatro meses después de la tragedia, de los 16.600 millones de euros movilizados por el Ejecutivo central, el importe realmente abonado a los damnificados se reduce a 3.257,5 millones, apenas la quinta parte. De cada cinco euros comprometidos, cuatro aún no han llegado a los destinatarios. El grueso del dinero abonado, 2.115 millones, corresponden al Consorcio de Compensación de Seguros. Por el contrario, van mucho más lentas las ayudas directas a empresas y autónomos y las destinadas a paliar los daños personales, los daños materiales en vivienda y enseres y los registrados en establecimientos y comunidades de propietarios. No son cifras del PP, sino las que el Gobierno de España actualiza diariamente en su página web.

Mazón acudió ayer a la inauguración del Congreso de Formación Profesional. En el auditorio se escucharon gritos de «Mazón dimisión», una banda sonora que acompaña al presidente valenciano allá por donde va desde hace cuatro meses. «Si os parece vamos a respetar el acto, aunque no se respete al presidente de la Generalitat», pidió en vano. Ahora, todo el interés del PSPV y Compromís es ver si «se atreve» a salir al balcón del Ayuntamiento de Valencia algún día de las Fallas. Este sábado se disparará la primera mascletá y, por si se le ocurre asomarse, la izquierda le ha preparado una manifestación. La quinta.

Pedro Sánchez durante su visita a Valencia

Pedro Sánchez durante su visita a ValenciaEFE

Quien no estará, seguro, es Sánchez. El presidente del Gobierno volvió a Valencia el pasado 21 de enero, más de 80 días después de salir escoltado de Paiporta y dejar allí a los Reyes y a Mazón. Y ni siquiera entonces fue a visitar los municipios afectados, sino que presidió una reunión interministerial en la Delegación del Gobierno en la Comunidad Valenciana, protegido por un amplio dispositivo de seguridad. En la Moncloa querían evitar incidentes como los que vive cada semana su homólogo valenciano.

«La pregunta de quién tiene que dimitir se la tendrá que hacer a quienes no avisaron de la crecida mortal del barranco del Poyo, o a quienes están mintiendo permanentemente sobre mi paradero», se zafó este jueves Mazón, el mismo día en que el PPCV registró en las Cortes su propuesta de plan de trabajo para la comisión de investigación parlamentaria sobre la DANA. Los populares incluyen a Sánchez, Mazón, Pradas y a la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Pilar Bernabé. También a la exvicepresidenta Teresa Ribera y a los ministros Margarita Robles y Fernando Grande-Marlaska. Así como a diversos responsables de los organismos estatales involucrados en la catástrofe, especialmente la Aemet y la Conferencia Hidrográfica del Júcar, incluido el presidente de esta última, Miguel Polo.

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