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Pedro Sánchez, junto a Carlos Mazón, Diana Morant y Pilar Bernabé

Pedro Sánchez, junto a Carlos Mazón, Diana Morant y Pilar BernabéEFE

Un año de parapeto

Sánchez pierde su inmunidad política en la dana tras la dimisión de Mazón

Con el árbol del presidente valenciano caído, a partir de ahora el Gobierno ya no tendrá donde esconderse. Ya se puede ver el bosque de sus responsabilidades, ocultadas durante 12 meses

En la página web donde el Gobierno actualiza la información sobre las ayudas desplegadas por la dana se lee, a día de hoy: «Recursos movilizados por el Gobierno de España: 16.600 millones de euros. Importe total abonado: 8.175.771.354 euros». Es decir, un año después de la catástrofe, el Ejecutivo de Pedro Sánchez aún no ha abonado más de la mitad del dinero comprometido, casi 8,5 millones de euros.

Aun así, el pasado martes la líder del PSPV y ministra de Ciencia, Innovación y Universidades -según ella, es antes lo primero que lo segundo-, Diana Morant, compareció en la Moncloa para anunciar la aprobación de un nuevo real decreto ley con más ayudas para los afectados. Cuando faltan por repartir muchas de las anteriores. Y un día antes de que se celebrase el homenaje de Estado.

Pero casi nadie ha reparado en un ello. Porque, durante 12 largos meses, la incomparecencia de Carlos Mazón aquel trágico 29 de octubre de 2024 ha sido un árbol lo suficientemente grande como para tapar el bosque; como para que el Gobierno de España se escondiese y escondiese sus responsabilidades detrás de él.

El presidente de la Generalitat Valenciana compareció este lunes para anunciar su renuncia (aunque seguirá como diputado regional porque le va el aforamiento en ello) y pedir a Vox su indispensable ayuda para investir a un nuevo presidente, Juanfran Pérez Llorca, que lidere el Gobierno regional hasta las elecciones de mayo de 2027. «Ya no puedo más», señaló Mazón, al tiempo que dejó un misterioso mensaje: «Les puedo asegurar que, por voluntad personal, habría dimitido hace tiempo».

La solución pactada entre Alberto Núñez Feijóo y Mazón, que tiene que pasar por Santiago Abascal obligatoriamente, es la peor para el Gobierno de Sánchez y el PSPV de Morant, que querían elecciones ya. Las querían, aunque en ningún momento a lo largo de este largo año el PPCV ha dejado de encabezar las encuestas ante la candidata ministra. Con el árbol de Mazón caído, a partir de ahora el Ejecutivo ya no tendrá donde esconderse. Ya se puede ver el bosque.

«El ruido que hay hacia mi persona es la excusa perfecta para ocultar la asunción de responsabilidades del Gobierno. Tanto en la información errónea que trasladaron el 29 de octubre, como en el retraso en la ayuda en los días posteriores, como en la pésima labor de reconstrucción que están llevando a cabo. Yo, sin embargo, no voy a llamarles asesinos por errar en sus previsiones», afirmó Mazón en su comparecencia, asumiendo que ha servido de parapeto a Sánchez durante el último año -como también el Rey-. «El Gobierno de España ha negado herramientas en la reconstrucción solo para dañarnos políticamente, ha querido usar a las víctimas como ariete. Espero que cuando baje un poco el ruido, la sociedad pueda distinguir entre un hombre que se ha equivocado y una mala persona», añadió.

Ahora el Gobierno está ante el espejo de sus responsabilidades:

El papel de la Confederación Hidrográfica del Júcar, cuyo presidente reconoció en septiembre ante la jueza de Catarroja que no avisó al Cecopi del desbordamiento del barranco del Poyo porque pensaba que sus miembros estaban siguiendo su evolución en tiempo real.

El Pleno del día siguiente en el Congreso, que los socialistas se empeñaron en no suspender para no retrasar la convalidación del real decreto ley que les permitiría el abordaje a RTVE.

La decisión de Sánchez de no declarar motu proprio la emergencia de interés nacional para que el barro no le alcanzara; a pesar de la magnitud de la catástrofe y de que había tres comunidades afectadas. Mazón reconoció este lunes que fue un error no solicitar al Ejecutivo central esa declaración (aunque la ley establece que el Gobierno puede proceder a esa declaración sin que haya solicitud). «En los días posteriores descubrimos que nos querían dejar solos. El presidente de mi partido me lo aconsejó y tenía razón», señaló.

La tardanza del Gobierno en desplegar efectivos y medios materiales, y el famoso «si necesita más recursos, que los pida» que Sánchez pronunció en una comparecencia el 2 de noviembre de 2024 en la Moncloa. «Si la Comunitat Valenciana requiere más efectivos, maquinaria, financiación o asesoramiento técnico, lo que tiene que hacer es pedirlo y se le suministrará», continuó.

Su salida precipitada de Paiporta un día después, dejando a los Reyes solos. Don Felipe y Doña Letizia visitaron las zonas afectadas media docena de veces en el último año. El presidente, una -en enero-, y ni siquiera estuvo en el funeral del 9 de diciembre en la Catedral de Valencia. En el homenaje del pasado miércoles en el Museo de las Ciencias, Sánchez se resguardó tras las espaldas de Felipe VI para no correr la misma suerte que Mazón, o parecida.

El retraso en la llegada de las ayudas comprometidas por la Administración central, aunque hace unos días el Gobierno activó la herramienta Visor web InfoDANA Recuperación, para mostrar -y presumir de- los avances en la reconstrucción de las zonas; con el detalle de los fondos ya transferidos a empresas, autónomos particulares y resto de administraciones; y las partidas ya ejecutadas o en ejecución. Pero no las que faltan.

Y la ausencia de obras hidráulicas de drenaje y encauzamiento en el barranco del Poyo. El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico de Sara Aagesen no ha licitado una sola obra en 12 meses, a pesar de que el Ejecutivo prometió que se licitarían este año para empezar los trabajos el próximo.

Mazón ya no va a estar para que otros sigan tapando sus vergüenzas detrás de él.

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