Fundado en 1910
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a su llegada a una sesión de control al Gobierno, en el Congreso de los Diputados, a 12 de noviembre de 2025

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a su llegada a una sesión de control al Gobierno, en el Congreso de los Diputados, a 12 de noviembre de 2025EP

No más relatos

Sánchez afronta un pleno en el que no podrá ocultar que la legislatura está en un callejón sin salida

Su comparecencia de este miércoles en el Congreso estará marcada por la corrupción y el bloqueo de Junts. El debate será una especie de ITV a su Gobierno para comprobar su calamitoso estado

A punto de que la legislatura alcance su ecuador, Pedro Sánchez se enfrenta este miércoles a un debate en el Congreso que será una especie de ITV a su Gobierno para comprobar su estado: sin Presupuestos ni visos de haberlos, ni siquiera fecha de presentación; asediado por los casos de corrupción y con el fiscal general del Estado en pleno juicio oral; con Junts habiendo anunciado el bloqueo total a las leyes que presente el Ejecutivo a partir de ahora; y con Podemos casi siempre remando en contra.

Llegados a este aparente callejón sin salida, el presidente no está dispuesto a someterse bajo ningún concepto a una cuestión de confianza que necesariamente tendría que terminar con una votación; así que la sesión parlamentaria de este miércoles será lo más parecido. Bien lo sabe Sánchez, que va a intentar cambiar el paso del debate dirigiéndolo hacia donde él quiere: que se hable de «la situación de los servicios públicos en España», o más concretamente: en la España de las autonomías, gobernada en su mayoría por el PP.

Fuentes de la Moncloa confirman que el líder del Ejecutivo quiere hablar de la gestión de los populares en materias como Sanidad y Educación y sacar la crisis de los cribados, toda vez que el Ministerio de Sanidad envió la semana pasada un requerimiento a las autonomías del PP para que en el plazo de un mes envíen sus datos al Ministerio. Tampoco por casualidad, el Consejo de Ministros de este martes aprobó el anteproyecto de ley que reduce la ratio de alumnos en Primaria y ESO y la carga de horas lectivas para los profesores. Y el presidente colará también la situación en la Comunidad Valenciana, donde el PP y Vox negocian la investidura como presidente de Juanfran Pérez Llorca, designado este martes por Feijóo.

La ley obliga a Sánchez a comparecer en el Congreso después de cada Consejo Europeo. Es decir, cada trimestre. Y estas comparecencias siempre acaban siendo un batiburrillo. En este caso, el presidente y los grupos hablarán de esa reunión, de los últimos viajes internacionales del presidente, del caso PSOE y del cerrojazo a la legislatura anunciado por Junts. Como siempre, Sánchez tendrá tiempo ilimitado y, los grupos, dos turnos de intervención de 20 y cinco minutos.

Las claves del Pleno

En el Pleno de este miércoles hay, al menos, cuatro puntos de interés.

Uno, el cara a cara entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo, que será el primero de más de cinco minutos (que es lo que duran en las sesiones de control al Gobierno semanales) desde que arrancó el curso. Sánchez ha pedido elecciones en la Comunidad Valenciana frente a un Gobierno en mayoría, pero en «mayoría negacionista» según Sánchez, y Feijóo las ha pedido en España frente a un Gobierno en minoría de 146 escaños.

Fotomontaje de Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo

Fotomontaje de Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo

Ambos diputarán también una especie de partido de vuelta de la comparecencia del presidente en la comisión de investigación del Senado, puesto que la corrupción ocupará buena parte de la intervención de Feijóo: la Audiencia Nacional ha abierto una investigación para averiguar si existe una caja B en el PSOE; el Tribunal Supremo ha enviado a José Luis Ábalos, Koldo García y Víctor de Aldama a juicio; sigue el juicio al fiscal general del Estado; acaba de empezar el de la fontanera Leire Díez; el hermano del presidente y el candidato del PSOE a las elecciones extremeñas ya tienen fecha para el suyo, el 9 de febrero; y el juez Juan Carlos Peinado ha citado a declarar el domingo a la secretaria general de la Presidencia, última alto cargo que ha imputado.

Dos, el debate que mantendrá Sánchez con la portavoz de Junts, Míriam Nogueras. Se da por hecho que el tono de ésta será muy duro, pero falta conocer el del presidente. Hasta ahora, el Gobierno ha minimizado el anuncio de Junts, e incluso ha puesto la otra mejilla. Fuentes gubernamentales insisten en el Ejecutivo va a mantener su «hoja de ruta», negociando ley a ley. También reiteran que todos los compromisos que el PSOE adquirió con Carles Puigdemont y que dependen de ellos se están cumpliendo.

Tres, cómo respiran el resto de los socios de Sánchez después del plante en jarras de Junts y de que la Audiencia Nacional haya decidido indagar si hubo financiación irregular en el PSOE; que es donde todos ellos, incluida Yolanda Díaz, pusieron la línea roja de su apoyo a Sánchez en julio. Es de prever que Sumar, ERC, Bildu y el BNG sean más críticos con Junts de lo que lo serán con Sánchez. El PNV, por el contrario, preguntará al presidente cómo piensa seguir gobernando si ha perdido la mayoría parlamentaria que, al menos de forma intermitente, tenía.

Y cuatro, el tipo de discurso que haga la portavoz de Podemos, Ione Belarra, que desde hace meses actúa como si fuera a ver elecciones generales en unas semanas. De hecho, la teoría de los morados es que las habrá, aunque tal vez confundan deseos con realidad.

comentarios
tracking

Compartir

Herramientas